Revista Arquitectura

El dilema de la accesibilidad: romper o no romper

Por Luissantalla

He ahí la cuestión. Es habitual encontrarse con locales levantados del nivel de la calle, bien sea porque tienen un garaje abajo, bien porque han sido construidos sobre terreno existente aportando material

Cuando incluimos en el proyecto ayudas a la accesibilidad podemos plantearnos construir una rampa rompiendo la solera o el forjado o plantear una rampa desmontable, portátil, o ingenios varios.

En el caso de los edificios históricos con fachada catalogada,e incluso con estructura protegida, nos vemos en la duda de si planteamos una solución u otra. Generalmente se tienden a proteger de forma integral, por lo que aparecen rampas poco integradas, un juego de palabras y una posible mancha en el diseño original.

En el caso de los edificios más recientes encontramos otra duda: ” ¿Por qué no se han ejecutado considerando un itinerario accesible? Pues porque el planeamiento lo permitía. De esta manera nos encontramos con locales comerciales que tienen que buscarse la vida para conseguir un itinerario accesible y una entrada digna, que mantenga su función de escaparate a la vez que guarda las pendientes máximas.

El dilema de la accesibilidad: romper o no romper

De esta manera nos encontramos con vigas de borde, que no vamos a poder picar para hacer una rampa desde la calle. No podemos modificar la estructura salvo que tengamos una solución en la recámara. Explicaré algunas soluciones que hemos podido hacer y que son fácilmente exportables; éstas dependen de la altura que tenemos que salvar, que cuando es insalvable de una manera “pasiva” tendremos que utilizar un medio mecánico para la mejora de la accesibilidad, como un ascensor, un salvaescaleras, plataforma elevadora…

Si tenemos muro de sótano y pórticos de hormigón

Nos podemos permitir solucionar una rampa con un hueco en el forjado, ejecutado después de apuntalar por debajo, simplemente colocando tres tubos de acero, dos en perpendicular al muro de sótano, fijado debidamente y calculado ¡No aventurarse, los locales comerciales deben tener un forjado capaz de soportar 5kN/m2! Una vez tenemos la estructura bajo el forjado podemos picar directamente y hacer un hueco, picando la viga de borde y lo que necesitemos.

Si solo podemos fijarnos al muro de sótano

Para casos muy específicos, con poca longitud de rampa, podemos solucionar la rampa con un sistema de ménsula, preferiblemente de estructura metálica, con forjado de chapa colaborante, partiendo de que el muro de sótano tiene la capacidad de resistir un empotramiento de una ménsula.

El dilema de la accesibilidad: romper o no romper

En el caso de la imagen se puede ver como se empotra un tubo cerrado, tipo 160.80.5, rectangular, con los cortes según la pendiente deseada, y una L, del tipo 100.120.10 que recoge la vigueta cortada para poder hacer la rampa. En este caso el forjado se corta en poco más de 1 metro de profundidad, teniendo la anchura que deseemos. En caso de tener una ménsula que vuele más distancia, obligando a cortar más viguetas, será importante asegurarse de que la L soldada al tubo rectangular tiene la suficiente ala como para permitir el apoyo de las cabezas de las vigas que se acaban de cortar. En esta opción es vital realizar un buen apuntalado de la estructura, perimetralmente al hueco. También es importante picar, en el caso de un forjado de hormigón, la capa de compresión de las viguetas próximas, manteniendo el acero, solapando una nueva malla de compresión, que vaya desde el nuevo zuncho, según el esquema.

Estas soluciones son ejemplos que hemos desarrollado y que funcionan en sus condiciones específicas. Debes de consultar con un técnico la solución, antes de lanzarte a modificar la estructura, por muy pequeño que sea el cambio.

Foto destacada: pxhere


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