Ilustración: Marta Ballester
Los bancos no dan dinero. Internet sí. Ninguna novedad para el lector en el caso de los primeros, que conoce de primera mano como han cerrado el grifo para todo tipo de crédito personal, hipotecario o empresarial. Tal vez la posibilidad de financiarse por medio de la red sí sea novedosa para usted.
En la actualidad, a pesar de la publicidad que hacen bancos como el Santander o Bankia, uno como amigo de las personas y el otro que pone a nuestra disposición 15.000 millones, lo cierto es que la concesión bancaria de financiación continúa siendo muy difícil y cara.
Por ejemplo, un préstamo de 20.000 euros financiado a 5 años supone unos intereses de más de 4.500 euros, según el simulador de este tipo de operaciones que tiene el BBVA http://goo.gl/UQxE6V, herramienta que se puede utilizar para calcular otro tipo de préstamos y que evita el vía crucis de ir a una entidad financiera a pasar por este trance humillante en muchos casos http://goo.gl/22ft1P
Esta situación ha provocado que las empresas y, en especial los emprendedores, busquen otras vías financieras. Desde el crowdfunding, o microfinanciación compartida, hasta los bussines angels, personas que invierten en negocios donde intuyen que a cambio van a tener una gran rentabilidad, por lo general proyectos de perfil tecnológico que se crean por medio de startup (empresas de nueva creación basadas en la tecnología), y terminando en los préstamos logrados en plataformas por internet especializadas en este sector.
Se trata de páginas web que ofrecen servicios prestatarios sin intermediación bancaria, donde personas que disponen de liquidez prestan dinero a aquellos particulares o empresas que lo necesitan y cumplen unos requisitos. Esta práctica es absolutamente legal y funciona desde antes de la crisis, de hecho la bonanza económica casi termina con ellas, pero la recesión actual las ha relanzado, y en un país como España, sin crédito de ningún tipo, es una gran oportunidad para estos servicios fiduciarios.
En nuestro país funcionan las empresas Comunitae, Zank y Lendicoo desde hace unos años, aunque este tipo de negocio nació en Estados Unidos al calor de lo que allí se conoce como credit score, la capacidad de una persona de vivir a crédito pagando sus cuotas, con independencia de que tenga grandes ingresos o no. Esto igual les suena porque fue en parte el origen de la quiebra del sistema en 2008, como explica Leopoldo Abadía en sus numerosas publicaciones, quienbautizó como “ninjas” a este tipo de personas que vivían del crédito. www.leopoldoabadia.com
De todos modos, no se debe pensar en los servicios de préstamos entre particulares como productos similares a los que ofrecen los bancos. Son mucho más flexibles, directos y transparentes. Además, estos servicios buscan financiadores para el usuario, pero con cantidades limitadas. El límite suele estar en los 15.000 euros y los mínimos, de media, se sitúan en los 3.000 euros, según las diferentes webs consultadas.
Al igual que los bancos, estas empresas valoran la credibilidad y solvencia de un cliente o proyecto, pero al ser una negociación más directa los tipos de interés, plazos y otras condiciones se contratan de modo diferente, pues al fin y al cabo se trata de préstamos entre particulares, personas que disponen de dinero y que por medio de esta vía logran rentabilidades de entre el 6 y el 8 por ciento.
La plataforma pionera fue Lending Club (www.lendingclub.com), nacida en 2005 en Estados Unidos. En la actualidad, mueve cientos de millones de dólares entre particulares cada mes, pero le siguen de cerca otras como Zopa en Inglaterra o Comunitae en España. www.zopa.com y www.comunitae.com
Esta plataforma fue la primera en funcionar en nuestro país y en la actualidad facilita crédito por encima de los 500.000 euros al mes. Recientemente ha nacido Zank, orientada más a proyectos de orden tecnológico, y otra web que tiene mucho éxito esLendico, que ofrece préstamos al consumo de entre 600 y 25.000 euros. www.zank.com y www.lendico.com