El dios asesinado en el servicio de caballeros de Sergio S.MoránGoodreads | Amazon
Verónica, alias Parabellum, es detective paranormal y debe enfrentarse a todo tipo de criaturas en su trabajo. Pero detener una guerra entre dioses griegos y nórdicos puede ser demasiado inclusopara ella.
Verónica Guerra se acaba de encontrar el cadáver de un dios griego en el maletero del coche y no recuerda qué hace ahí. Pero Verónica es detective paranormal y eso no es lo más raro que ha visto.
Todo apunta a que ha sido apuñalado en un caso más de peleas de bandas entre panteones mitológicos y mucha gente insiste en que no lo remueva más de lo necesario. Pero a Verónica le gusta su trabajo y un misterio así puede ser difícil de ignorar; aunque quizá no tanto cuando hay otros casos que resolver y facturas que pagar. Por ejemplo, el asunto del polstergeit que se manifiesta en las paredes de un rico cliente o el de la extraña criatura que ha arrasado la casa de un famoso presentador de televisión.
Cuando leí la sinopsis me imaginé a Parabellum como a Charley Davidson, y he de reconocer que fue el principal motivo por el que me lancé a esta obra. ¿Es Parabellum la Charley Davidson española? Yo creo que podemos afirmar que sí.
Claro que Parabellum y Charley no son la misma, nuestra protagonista, a pesar de ser única, no ha llegado a ser tan parlanchina y a tener tanta gracia como la que tenía Charley -Charley es un personaje demasiado especial y es difícil igualarla-, pero aún así Parabellum tiene sus momentos de gracia y un tipo de pensamiento del que Charley se sentiría orgullosa. La diferencia radica en que Parabellum, como ya he dicho, menos parlanchina y suelta menos burradas, que no quiere decir que no se le escape alguna, no obstante su manera de trabajar es bastante similar, además de que ambas se encuentra en un trabajo muy relacionado con el mundo sobrenatural. Sí, puedo afirmar que me ha gustado Verónica, tiene gracia, tiene chispa y simpatiza fácilmente con el lector. Es un personaje único, diferente y refrescante que ameniza mucho la historia, además de que disfruto con sus pensamientos y la torpeza que parece rondarle en ocasiones:
Tuve una pesadilla en la que atacaba y devoraba sin piedad a una familia de tortillas de patata, y empezaba a perseguir a la tortilla hija por una habitación mientras esta pedía ayuda.
A pesar de que podría hablar de muchos personajes por la variedad que aparecen en esta historia, me quedaré con el que no me ha aportado nada: Roberto. Leía esperando el momento en el que me cayera en gracia, en que demostrara su utilidad, pero ese momento nunca llegó. Es un personaje que realmente me ha sobrado porque es infantil e inmaduro y, aparte de hacer pensar un par de veces a la protagonista, no sirve para gran cosa. Empezó siendo un personaje normal y de verdad que esperaba que el chico cambiara y tuviera algo interesante, pero cada vez fui odiándolo más.
El resto de personajes, exceptuando un par que ayudan a la protagonista a seguir la historia, aparecen de forma esporádica para aportar un poco a la trama pero sin llegar a inmiscuirse del todo. Esto hace que no le coja especialmente cariño a ningún personaje pues, fuera de los mencionados, la verdad es que no llego a conocer ninguno, pero tampoco me es necesario.
Lo que sí que me ha cautivado ha sido la ambientación. Ha sido muy curioso ver como te presenta su mundo con personajes del inframundo como si fuera de lo más normal, nombrando a seres como si lo viéramos todos los días por la calle o comprando en el super. Esta naturalidad con la que avanzaba el libro me gustó especialmente porque el autor consigue hacer una mezcla entre la fantasía y la realidad que queda divinamente. En cierta manera no me sentía en una novela de fantasía porque ésta se encontraba muy mezclada en el día a día de la protagonista y hace que nos habituemos y veamos este mundo como algo real. Excepto hacia el final, aquello sí que es pura fantasía y acción
Sin embargo mientras leía había algo que me faltaba, que hacia el final ya no sentí tanto la falta debido a que nos introdujimos de lleno en la fantasía, pero antes sí que me hubiera gustado algunos detalles. Por ejemplo, se supone que Parabellum es una detective temida a la que muchos quieren matar pero en ningún momento he visto que ella suponga un peligro para ningún ser del inframundo. Cierto es que se mete en asuntos que no conciernen a un ser humano, pero no veo que vaya matando seres por ahí, lo único que hace es defenderse, por lo que no me ha terminado de dar la imagen que se intentaba dar de Parabellum. Esa ha sido la única cosa que me ha chirriado un poco en la historia, me ha faltado ver a Parabellum desde el principio, sentirla como un ser imponente a pesar de que después no termine de serlo porque es humana.
La verdad es que la historia me ha sorprendido. Apenas leí más que la sinopsis cuando me adentré en la historia y no me esperaba que todo el asunto recayera en una pelea entre bandas de dioses, Además me ha gustado mucho la forma de introducir la fantasía y de los seres mitológicos, aunque me hubiera gustado saber más de ellos, es un tema del que sé poco y siempre me gusta que en los libros se extiendan, pero teniendo en cuenta que no me esperaba que la historia desembocara en lo que desembocó puedo darme por satisfecha: ha cumplido su cometido. La forma de narrar la historia con ese humor característico hace que leer este libro sea un suspiro pues en la historia se encuentra en continuo movimiento, siguiendo un buen ritmo y no deja lugar al aburrimiento.
El dios asesinado en el servicio de caballeros ha sido una historia divertida, con fantasía y acción hacia el final. Si bien es cierto que no es la mejor novela que he leído, supone una buena lectura ideal para el verano que se acerca. El autor ha conseguido una historia entretenida, fluida y refrescante. No sé si tendrá pensado volver con la detective Parabellum en un futuro pero creo que puede sacar material en este mundo que ha creado y espero volver a encontrarla en un nuevo caso.