⇒ El dios del desierto
Autor: Wilbur Smith Traductor: C. Font y J. Escarré Reig
Editorial: Duomo Ediciones Género: novela históricaISBN:9788415945611 Precio: 19,90€
No hay paz para Taita, el hombre que en las sombras debe decidir la suerte de Egipto. Fiel consejero del Faraón, la misión de este médico, poeta e inventor es ser mentor de las hijas de su amada reina Lostris. A esta misión, que a Taita lo llena de un orgullo inmenso, se le suman ahora asuntos más complejos que tienen que ver con el gobierno del país. Hábil estratega, Taita se embarca a través del desierto en una peripecia repleta de aventuras; un viaje cuyo final puede cambiar el destino de su adorado Egipto.
Hace unas semanas la editorial Duomo me hacía llegar por sorpresa un ejemplar de El dios del desierto, la última novela de Wilbur Smith. A pesar de su extensa y exitosa trayectoria con más de treinta libros publicados, aún no había tenido oportunidad de leer al autor y, una vez dada, confieso que me encantó la idea de viajar hasta el lejano y fascinante Egipto en tiempo de faraones.
Taita es el protagonista que da voz a una historia que promete aventuras, intrigas, batallas, violencia y amor. Él, eunuco y esclavo liberado que cuenta con la confianza del faraón Tamose, traza y conduce con la ayuda del comandante Zaras una audaz misión que pretende derrotar a su invasor, los hicsos, y volver a unificar y recuperar la gloria perdida de Egipto.
Narrado en primera persona, predomina un estilo descriptivo donde la acción y la intriga es una constante y logra mantener así un ritmo ágil que da como resultado una lectura amena. Es cierto, no obstante, que en las primeras páginas me supuso un esfuerzo avanzar dado el gran protagonismo que cobra la lucha mano a mano, algo que particularmente no es de mi agrado. Sin embargo, a medida que se reducía el peso de la ardua y sangrienta batalla incorporando a otros personajes y la interacción con los mismos, logró captar todo mi interés y no pude parar de leer.
Taita, por otra parte, es un personaje dotado de grandes capacidades. Su perfil perfectamente podría representar al propio faraón como figura engrandecida dotada de poder y sabiduría. El real, por contra, no destaca en ese sentido. Pero además de ser un gran estratega y asesor del faraón, es también una especie de padre y tutor de las hermanas de este, Tehuti y Bekatha. Ellas son su única debilidad y talón de Aquiles. Junto a los guerreros que intervienen en la larga lucha, las princesas constituyen otro pilar de la novela. Al igual que Taita, son unos personajes planos y muy encasillados, tanto que no destacan más allá de su faceta manipuladora y romántica. Este dibujo, en lo personal, no me ha agradado demasiado y tampoco me ha ayudado a conectar con ellas, de manera que he echado en falta mayor profundidad y evolución de sus caracteres.
Otro elemento que dota de riqueza a la historia es su escenario o, a decir verdad, los diferentes escenarios que recorremos: Egipto, la travesía por el Nilo, Babilonia, Creta, entre otros. De igual forma ocurre con el punto de fantasía que incorpora y una serie de referencias mitológicas, bastante bien entrelazadas con la trama.
Cabe destacar, por último, que aunque el libro pertenece a la serie Antiguo Egipto, no es necesario leer los anteriores para disfrutar de este. Por tanto, se puede leer de forma independiente.
Como habréis deducido, la impresión final de la lectura de El dios del desierto ha sido positiva, sin embargo, reconozco que mejorando los aspectos que menos me han gustado resultaría una novela más redonda, bajo mi punto de vista. En cualquier caso, no me cabe duda que más adelante repetiré con el autor porque a pesar de esos detalles, me llevo una buena impresión. Asimismo, es una buena elección para fieles seguidores de Smith y lectores de novela histórica y de aventuras.
En definitiva, compuesta de giros argumentales, violencia cruda y explícita y mucha acción, la historia narra cómo se fragua y ejecuta un osado plan para combatir al enemigo de Egipto y devolverle su antiguo resplandor.