Dananjaya Hettiarachchi, consultor de Recursos Humanos en Sri Lanka, tiene el honor de haber sido coronado como el campeón mundial de oratoria, tras su victoria en la competición organizada por Toastmasters International. Para lograr tal merito tuvo que pasar siete rondas que incluían a más de 30.000 participantes de todo el mundo.
Business Insider, tras hablar con Hettiarachchi, ha realizado un desglose de las virtudes que hicieron a la charla titulada “I See Something”, llevarse el premio ganador (se puede ver el vídeo justo aquí abajo).
Te mantiene en vilo
Hettiarachchi confiesa que la oratoria moderna ha sufrido una transición desde un discurso-monólogo unidireccional hacía una conversación con la audiencia.
Hettiarachchi hace uso de ciertos elementos teatrales, sin embargo esa teatralidad la utiliza para conectar con la audiencia. “Un discurso tiene que ser como una montaña rusa” comenta el orador. La rosa sirve como ejemplo de elemento que estructura el discurso; en un primer momento para introducir el mensaje, y al final para sorprender y conectar todos los puntos tratados anteriormente.
Comienza con un mensaje claro
Hettiarachchi comenta que un error común en los principiantes es comenzar con un tema de conversación, en lugar de un mensaje claro y conciso. El mensaje debe ser aquello que quieres que permanezca en la mente de la audiencia una vez termine el discurso y se vayan a sus casas.
En el caso del discurso “I See Something”, el mensaje que quiere transmitir es que cualquier persona tiene el potencial para hacer algo grande, incluso si hace tiempo que dejaron atrás sus mayores aspiraciones. Para ello, y para huir de un tema que puede ser considerado un tópico muy trillado, Hettiarachchi cuenta su propia historia. La transformación de un niño sin futuro a un hombre centrado y feliz. Su historia es el vehículo que articula el discurso, y que cada individuo puede hacer suyo aplicándolo a su vida personal.
La fluctuación de su cadencia y gestos para atraer a la audiencia
Hettiarachchi alterna con maestría el tono de su voz. Cuando quiere transmitir solemnidad habla con un tono bajo que incrementa cuando adquiere un tono más humorístico y causar la risa en el espectador.
A su vez utiliza y potencia el uso de las pausas y el silencio. De esta manera es capaz de enfatizar momentos clave del discurso. En ocasiones se queda mirando a la audiencia fijamente y de ese modo les hace más cómplices de la historia. Sus gestos y movimientos son abiertos pero a la vez medidos.
Todo queda unido
Los humoristas suelen hacer uso de una técnica llamada “callback”, en la cual una broma que se hace en un momento puntual alude o esta conectada a una broma que se ha contado anteriormente. Se trata de una compensación a la escucha activa y sirve como forma de cohesionar a la audiencia.
Hettiarachchi utiliza esta técnica mediante la frase “I See Something, but I don’t know what it is”. Esta frase aparece tanto al comienzo, durante, y al final del discurso, de forma fresca y generando una reacción positiva desde el patio de butacas.
Es de esperar que tras ver el vídeo de esta presentación muchos hombres de negocios piensen que la vida real es muy diferente. Que por ejemplo, un discurso de este tipo es impensable para la presentación de un nuevo producto. Pueden tener razón en que la formalidad de ciertas situaciones puede impedir o limitar el uso de algunos recursos como el humor o la teatralidad exagerada. Sin embargo, los puntos clave o “tips” que hacen del discurso de Hettiarachchi un discurso brillante, pueden ser aplicados a prácticamente cualquier contexto.