Washington parece no estar en contra de las aspiraciones independentistas del Kurdistán iraquí, pero a la vez se niega a reconocer los resultados del referéndum secesionista de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk y hace la vista gorda a las muertes entre civiles y centenares de miles de refugiados del este de Ucrania.
Así constata el coronel retirado Vladímir Mujin, comentarista militar de Nezavisimaya Gazeta, en la edición de este lunes.
Con el beneplácito del presidente estadounidense, Barack Obama, el Pentágono realiza bombardeos regulares de las posiciones de los yihadistas del Estado Islámico en Irak argumentando la necesidad de proteger a los kurdos yazidíes a quienes apoya también con ayuda humanitaria.
Asimismo, Washington, que tras el derrocamiento de Sadam Husein contribuyó a que el Kurdistán iraquí disfrutase de una amplia autonomía, no parece estar preocupado por los llamamientos del líder de los kurdos iraquíes, Masud Barzani, a un referéndum sobre la separación de la región de Irak.
Los kurdos son “el mayor pueblo dividido de la región que tiene una oportunidad histórica de aprovechar el derecho inalienable a la autodeterminación”, responde Estados Unidos a las protestas de Bagdad y los llamamientos a respetar la integridad territorial de Irak. También la dimisión del primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, tuvo que ver con sus problemas con los kurdos.
A la vez, Estados Unidos y sus aliados de la OTAN recelan todo intento de Rusia de apoyar a los rusoparlantes del sureste de Ucrania. Tampoco reconocieron el referéndum de autodeterminación de Donetsk y Lugansk, en mayo pasado. En cambio, defienden la operación del Ejército ucraniano que lanza bombardeos contra las ciudades del este de Ucrania, causando víctimas entre la población civil y una avalancha de refugiados.
Aunque Lugansk vive sin luz y casi sin agua, inicialmente los planes de Moscú de enviar un convoy humanitario al este de Ucrania escandalizaron a Washington, a Kiev y a la ONU. Hace poco, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, aseguró a su homólogo estadounidense, Chuck Hagel, que en los KamAZ rusos no hay ni habrá militares.
Resulta que Estados Unidos apoya los ánimos separatistas de los kurdos pero a la vez no se opone a la “operación antiterrorista” contra los independentistas de Ucrania Oriental. Es más, da luz verde al envío a Ucrania del material bélico soviético desde los antiguos países miembros del Pacto de Varsovia, agravando la de por sí profunda crisis humanitaria en el Este.
“¿Acaso no es cínica esa política de doble rasero del nobel de la paz Obama?”, pregunta Mujin.|RIA NÓVOSTI