Revista Solidaridad

El doble vínculo en Servicios Sociales (o de cómo volvernos locos)

Por Pcelimendiz

“No cualquiera se vuelve loco; esas cosas hay que merecerlas.”

Julio Cortazar.

 La teoría del doble vínculo fue acuñada y desarrollada por el antropólogo Gregory Bateson y su equipo de investigación en Palo Alto, California (1956). Está enmarcada en la perspectiva sistémica y hace referencia a aquellas situaciones comunicativas en las que se reciben mensajes contradictorios.

El doble vínculo en Servicios Sociales (o de cómo volvernos locos)Esta teoría se formuló para explicar el origen psicológico de la esquizofrenia, dejando a un lado las disfunciones cerebrales e hipótesis orgánicas.

Si la comunicación fundamental en una familia es habitualmente doblevincular sus miembros pueden verse gravemente afectados en su desempeño psicológico.

Os hablo de esta conocida teoría porque opino que en la familia de Servicios Sociales éste es un modo de comunicación excesivamente frecuente y que está a punto de hacerse hegemónico y por tanto con alto riesgo de “volvernos locos”.

En la comunicación doblevincular el receptor recibe dos mensajes contradictorios. Habitualmente uno es explícito y el otro permanece implícito en la relación. Por otro lado está prohibida o es imposible señalar dicha contradicción, estando el receptor envuelto en una relación muy significativa con el emisor del mensaje, quien ostenta una posición de poder.

El Sistema de Servicios Sociales está plagado de comunicaciones de este tipo.

Pondré un ejemplo, con una de las últimas situaciones y que, por su gravedad, me parece especialmente representativa: la vacunación del personal de servicios sociales como personal esencial. Más bien su no vacunación.

Mensaje A.- “El personal de Servicios Sociales es personal esencial.” El 26 de marzo de 2020, a través de la Orden SND/295/2020 del Ministerio de Sanidad, los Servicios Sociales, todos sus centros y trabajadores, independientemente de su titularidad se declara como Servicios Esenciales. Declaración que se reitera en la Ley 3/2021, de 12 de abril, por la que se adoptan medidas complementarias, en el ámbito laboral, para paliar los efectos derivados del COVID-19.

Más explícito y claro no se puede hacer.

Mensaje B.- “El personal de Servicios Sociales no es personal esencial”. Esta vez no se hace explícito. Simplemente, no se incluye al personal de Servicios Sociales entre los profesionales a vacunar.

Contradicción: Somos esenciales y no somos esenciales. Es como la paradoja cuántica del gato de Schrödinger, que está al mismo tiempo vivo y muerto.

Imposibilidad de comunicar: A pesar de las múltiples quejas, requerimientos y argumentaciones desde múltiples foros los responsables del plan de vacunación no se dan por aludidos. Ni una respuesta, ni una explicación. Silencio.

El uso del poder: La desconfirmación. No contestar tiene un mensaje: no importáis nada. Sois esenciales pero no significáis nada para nosotros, que somos los que decidimos. Nos da igual el miedo o la protección con la que tengáis que trabajar.

Los efectos de la contradicción. ¿Nos comportamos como esenciales o no? ¿Seguimos atendiendo presencialmente las problemáticas que lo requieran o dejamos de hacerlo? ¿Cómo vamos a dejar de hacerlo? ¿Pero si no es esencial nuestro trabajo podríamos dejar de hacer muchas cosas, ¿no? ¿Somos esenciales y prescindibles a la vez?¿O somos irrelevantes y muy necesarios? Qué lío...

Podría poner múltiples ejemplos más de este tipo de comunicación dentro del Sistema.A todos los niveles y relaciones. Entre administraciones, entre profesionales y usuarios, entre los mismos profesionales, en relación con otras entidades…

Pero no lo haré. Os invito a buscarlas a vosotros. Seguro que las encontráis con facilidad pues, como digo, están por todas partes.

Por mi parte, me quedo con el ejemplo que os he puesto y que, como digo, me parece suficientemente representativo.

Hasta otra. Si no nos hemos vuelto locos antes.


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