Opinión personal:Tenía muchísimas ganas de probar algo de este autor,
Adara es la protagonista de esta breve historia de fantasía. Es una niña que ama el invierno, a ella no le afecta como a cualquier otra persona, se podría decir que no siente el frío, que es inmune a él. Para ella, no hay mejor estación que el invierno, ya que es la época en la que ella nació y, además, puede volver a ver al dragón de hielo, una gigantesca y bella criatura que todo el mundo teme pero que a Adara le fascina.
"El dragón de hielo era de un blanco cristalino, ese tono blanco tan intenso y frío que casi es azul. Estaba cubierto de escarcha, de modo que cuando movía la piel, esta se rompía y crujía como cruje la capa de hielo de la nieve bajo las botas de un hombre, y se caían copos de escarcha."
Junto al personaje principal, aparecen varios personajes secundarios, como lo son los hermanos de Adara, Teri y Geoff; su padre John; y su tío Hal, que es jinete de dragones del rey. Su madre, Beth, aparece solo como parte de los recuerdos de su padre, porque murió nada más nacer Adara.
La historia que se narra es de fantasía épica, no podría ser de otra forma. Hay una guerra constante desde hace varios años, y cada vez se va extendiendo más y, por consiguiente, acercándose al pueblo donde vive la familia de Adara. Aunque esta parte se puede considerar que al principio aparece más en un segundo plano, de forma que lo importante es lo que el autor nos va desvelando sobre Adara, su vida y su familia, luego cobra más protagonismo conforme avanza la historia.
El estilo de Martin me ha gustado, no puedo compararlo con ninguna de sus otras obras, porque es lo primero que leo de él, y aunque esta historia esté enfocada a un público, quizás, diferente al de sus otras obras, me ha gustado mucho su forma de escribir.
Al tratarse de un cuento ilustrado, su extensión es breve y se lee con muchísima facilidad. Es una historia para disfrutar en una tarde, o en épocas en las que a penas tienes tiempo de leer y buscas cosas ligeras y entretenidas. Y las ilustraciones también son maravillosas. A mí, personalmente, me ha gustado muchísimo, he disfrutado un montón con esta historia y me ha aportado un soplo de aire fresco en una época de saturación y poco tiempo libre.
El dragón de hielo es un relato de fantasía épica que se disfruta página tras página, ilustración tras ilustración. Un soplo de aire fresco que te recordará y transportará, por unos instantes, a las historias que leías en tu infancia.
Puntuación: