Revista Música

El efecto Mozart

Por Joello
El efecto Mozart
No es nada nuevo y es probablemente un concepto conocido por todos. Aunque hoy en día parece que el concepto ha cambiado o bien, ha "enriquecido" su significado, la idea original presentada hace ya varios años fue un shock que aún hoy parece ejercer influencia en algunos consumidores. La idea original y revolucionaria fue bastante directa: Escuchar música de Mozart hace a los niños más inteligentes. ¡Cómo! ¡A comprar discos de Mozart se ha dicho!
Lo que me sorprendió fue ver de repente discos "preparados" exclusivamente para tales fines. Los padres llenos de ilusión compraban CDs con cocteles de piezas bien formulados por expertos, para lograr el efecto deseado en el niño (Ajá...). Había cocteles dirigidos a determinadas edades y claro, luego no solo fue Mozart, fue Beethoven y Bach quienes le siguieron. Bueno, el punto es que una parte del público general parecía contento de que con solo escuchar música, se podía crear a un niño inteligente.
El efecto Mozart
A pesar de que a la fecha, el efecto Mozart (en su concepción original) ya ha sido refutado, aún se observa que la gente busca música de Mozart para bebés. Así es, si uno escribe "Mozart" en el buscador de google, "Mozart para bebés" sale en el menú de búsquedas frecuentes. ¿Está mal que el bebé escuche Mozart? Claro que no, pero es obvio que la mayoría de estas personas que buscan Mozart para sus bebés, lo hacen con el afán de obtener un beneficio que no tiene nada que ver con la música en sí.
Uno de los regalos más grandes que puede darle un padre a sus hijos, es el darles a conocer el mundo de la música clásica. Eso es una verdad irrefutable, y no soy el primero en mencionarla. Muchas veces este regalo desemboca en la educación musical del niño. El hecho de aprender a tocar un instrumento musical, por otro lado, sí tiene resultados positivos sobre el cerebro de los individuos; los expertos siguen investigando todo lo referente a ello. A eso aumentemos los beneficios de una formación disciplinada y llena de valores; formación característica del músico académico. Esos son beneficios conocidos y reconocidos. Tal vez con estos datos, aquel que no toca un instrumenta se vea en la reflexión ¿entonces, para qué me serviría la música clásica a mí?
Esa clase de preguntas, voy a admitirlo, son las que me ponen de mal humor. Hay muchos que piensan que la música clásica debe servir para algo, como un martillo que nos sirve para clavar un clavo. Es por eso que Mozart estuvo en la boca de todos: Aumenta el coeficiente intelectual, entonces sí sirve.
Actualmente existen muchas otras alternativas al efecto Mozart para utilizar la música clásica. La musicoterapia con sus efectos sobre la mente y el cuerpo, es probablemente la más llamativa e importante. No estoy en contra de cualquier efecto positivo que le encuentren a la música. ¡Qué bueno que las personas mejoren su salud con ella! Lo que es importante recordar es que aún si la música no tuviera la cualidad de ser utilizada de estas maneras, la música sería siendo tan valiosa como lo es; porque su significación va más allá de los usos que le podemos dar. Y cada vez que alguien pregunte ¿por qué debo de escuchar música clásica? no se debe responder cosas como: "porque te calma los nervios", "porque te hace más inteligente" o incluso "porque te hace más culto" (no estoy insinuando que tales aseveraciones sean falsas, solo que musicalmente no importan).
Para finalizar quiero mencionar que este tema fue abordado con mejor detalle en El instinto musical de Philip Ball, recomiendo nuevamente esta publicación.
Estas ideas y puntos de vista ya los había hecho notar en el post  ¿Para qué sirve la música?

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