Me imagino que todos conocéis el modelo de automóvil híbrido de Toyota: el Prius. Se le llama híbrido porque combina la energía electrica y el combustible fósil, en busca de poder ofrecer un vehículo que sirva para las grandes distancias y permita el máximo ahorro energético. En su momento fue un éxito en ventas por ser el primer automóvil con esta tecnología que realmente se introducía en el gran mercado. Además suponía toda una declaración de intenciones del futuro propietario, el cual, al conducirlo da a conocer a los demás su interés por el medio ambiente o el ahorro energético.
Pues bien, hace un tiempo el Prius sirvió para bautizar un “efecto”… (sí, como el efecto mariposa, el efecto placebo o el efecto invernadero). Se trata del Efecto Prius, y por supuesto está relacionado con el ahorro energético, pero desde un punto de vista menos “técnico”.
El Prius tiene una pantalla donde se monitoriza el consumo energético en tiempo real, y con información pormenorizada de consumos. Con el tiempo se comprobó como la información detallada en tiempo real hacía que los conductores adaptaran su forma de conducir para mejorar el consumo, consiguiendo ahorros de hasta un 20% simplemente por conocer dicha información.
Autor Imagen: Aude
Ahorro Energético gracias a la Información
Así que aplicando esto al resto de posibilidades de ahorro energético, sobre todo en edificación, nos encontramos con que es posible reducir el consumo energético un 20% sólo por el simple hecho de tener información detallada (y en tiempo real) del consumo de nuestros edificios, nuestras instalaciones y nuestros equipos.
Autor Imagen: futureatlas.com
Y eso es el Efecto Prius: Poseer la información adecuada, puede llevarte a un ahorro energético del 20%. Está claro que la información es poder, y en este caso estamos hablando del poder para cambiar algunos pequeños hábitos que hacen que consumamos más de lo deseado.
Autor: Cjp24
Por lo tanto, sólo queda incorporar a nuestros edificios, desde los más grandes a los más pequeños, un sistema que monitorice pormenorizadamente el consumo energético en sus distintas vertientes. Así mejoran nuestros hábitos y conseguimos un ahorro energético relevante… Habremos caído en el Efecto Prius.