Un día como hoy, 17 de agosto pero de 1850, moría en Francia, lejos de su patria amada, el Gral. Don José de San Martín.
161 años han transcurrido desde ese día. Pasaron generaciones, pasaron ideologías, pasamos los hombres, pero el recuerdo y la honra del General San Martín se sostienen en el tiempo, porque perduran como un ejemplo de grandeza y entrega aun en épocas de individualismo, mezquindades y discusiones vacías, y se erigen como un permanente llamado de atención e inspiración a seguir un sueño, un ideal.
Para San Martín ese sueño, ese ideal fue la libertad de toda América.
Junto con Simón Bolívar, el Gral. San Martín es considerado el libertador de la colonización española más importante de Sudamérica.
En Argentina se lo reconoce como el Padre de la Patria y se lo considera el principal héroe y prócer nacional. En el Perú se lo reconoce como libertador del país, con los títulos de “Fundador de la Libertad del Perú”, “Fundador de la República” y “Generalísimo de las Armas”. En Chile, su ejército le reconoce el grado de Capitán General.
Muchas calles, bibliotecas públicas, plazas, monumentos y otros lugares llevan su nombre o de los hitos de su vida (como las batallas) para homenajearlo.
En el Himno al General San Martín, escrito por Segundo M. Argarañáz, se dice de él:
Grande fue cuando el sol lo alumbraba / y más grande en la puesta del sol.
¡Padre augusto del pueblo argentino, / héroe magno de la libertad!
Sin embargo, así describe Alberdi su encuentro con el general, ya anciano, en sus días de exiliado en Francia:
Entró por fin con su sombrero en la mano, con la modestia y el apocamiento de un hombre común.
Ese era el hombre noble y valiente, el luchador que enseñó con su ejemplo: un hombre modesto con un sueño grande al que dedicó no sólo su carrera, sino su vida.
Fuentes:
- Wikipedia
- Colección LIBERTADORES – Libros para la Escuela – Actividades para el aula