La ciencia médica cree en el ejercicio como mecanismo para mejorar la salud del cerebro. Un estudio reciente ha logrado importantes avances en la lucha contra el Alzheimer. Dicho estudio afirma que la introducción de ejercicios aeróbicos en la vida cotidiana es un buen método para la prevención y disminución del deterioro cognitivo.
Correr, caminar, nadar, ir en bicicleta, son ejemplos de ejercicios aeróbicos. Cuando se realizan este tipo de ejercicios, el organismo quema hidratos y grasas para obtener energía, lo que requiere grandes cantidades de oxígeno; razón por la que se les llama aeróbicos.
El Journal of Alzheimer's Disease publicó una investigación en la cual se demuestra que el ejercicio aeróbico tiene la capacidad de prevenir el deterioro cognitivo en personas sanas y reducirlo en aquellas con riesgo de sufrir Alzheimer.
Bajo la observación del equipo de investigación, un grupo de personas con deterioro cognitivo leve, fue sometido por 12 meses a diversas rutinas de ejercicios que incluían aeróbicos, estiramientos y tonificación muscular.
El equipo determinó que el ejercicio aeróbico es el más efectivo para reducir la contracción del hipocampo (región del cerebro crucial para la memoria). Este avance lo posiciona como un efectivo método para prevenir el deterioro cognitivo.
Los expertos en la salud concuerdan en que el hallazgo clave es que una rutina de ejercicios reduce la contracción del hipocampo en personas con la etapa sintomática más temprana de la enfermedad de Alzheimer.
Mientras más joven, mejor. Hacer ejercicio en tu día a día es la manera más adecuada de asegurarte una mejor vejez. Nunca es demasiado tarde para recibir los beneficios de la actividad física.
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