Los bebés nacidos por cesárea podrían tener más débil su sistema inmunológico.

 Al nacer, los bebés reciben un baño de millones de bacterias cuando pasan por el canal de parto. A esta comunidad bacteriana se le llama microbioma.
 El microbioma hace que el sistema inmune aprenda a identificar a los microbios beneficiosos de los peligrosos. Aunque aún no están claras las implicaciones de este proceso para la salud, hay estudios que muestran que los bebés nacidos por cesárea tienen un microbioma muy diferente y también tienen un mayor riesgo de sufrir asma, alergias u obesidad a lo largo de su vida.
 Se han estudiado muestras de microbioma de 596 bebés a lo largo del primer año de vida y de 175 madres. Los resultados confirman que los niños nacidos por el canal del parto reciben la mayoría de las bacterias de sus madres. En cambio, en los partos por cesárea la transferencia de bacterias maternas queda interrumpida y los microbios más abundantes son los del ambiente hospitalario. Entre ellos hay varias especies del grupo de microbios resistentes a antibióticos.
 Nigel Field, investigador del University College de Londres, explica: 

 El 80% de los niños nacidos por cesárea presenta estos microorganismos (de ambiente hospitalario) mientras que en el otro grupo solo es el 50%. Estos microbios hospitalarios suponen el 30% del total tras una cesárea, pero solo el 10% tras un parto vaginal. 

 A las madres se les suele ofrecer una dosis de antibióticos antes de la cirugía para evitar infecciones, lo que también puede contribuir a las diferencias observadas.

 Los mayores estudios sobre el método de nacimiento han visto que la cesárea aumenta el riesgo de asma y alergias en torno a un 30%, señala Field.

 El número de cesáreas en el mundo no deja de crecer. El nivel aceptable por los expertos está entre el 10 y el 15%, según la Organización Mundial de la Salud. En 2015, el 21% de niños nació por este método, el doble que en 2000, según datos publicados el año pasado.
 María Jesús Cancelo, vicepresidenta de la Sociedad Española de Ginecología explica: 

 Las cesáreas han aumentado en parte porque lo piden las madres, pero en general hay que defender el parto vaginal porque es mejor tanto para el niño como para la madre, que experimenta una recuperación mucho más rápida. Hay que aspirar a hacer solo las cesáreas que sean necesarias. 

 Además añade: 

 En los últimos años se han multiplicado los estudios sobre el microbioma de los bebés en función de su forma de nacimiento y algunos muestran resultados muy interesantes que lo conectan con la infección por papiloma, el asma, eccemas, incluso problemas psicológicos, aunque hoy no podemos decir que nacer por cesárea tenga un impacto negativo en la salud.

 Aunque aún no están claras las implicaciones de este proceso para la salud, hay estudios que muestran que los bebés nacidos por cesárea tienen un microbioma muy diferente y también tienen un mayor riesgo de sufrir asma, alergias u obesidad a lo largo de su vida.
 El método de nacimiento es solo uno de los factores que pueden contribuir a que los niños con un microbioma desequilibrado desarrollen ciertas dolencias. Otro de importancia es el abuso de los antibióticos, que es mayor en países en desarrollo y que puede estar contribuyendo a la epidemia de obesidad que existe en algunos de ellos.
 En 2016, el equipo de José Clemente, investigador sevillano en el Hospital Monte Sinaí de Nueva York, demostró que es posible equilibrar el microbioma de los niños nacidos por cirugía si se les transmite con una gasa bacterias de la madre.