Este ejercicio requiere de cierta concentración, pero sus resultados son buenos para mantener el suelo pélvico en las mejores condiciones y así evitar problemas.
La vagina es un tubo muscular con secciones en forma de anillo dispuestas una sobre otra.
Hay que imaginar que cada sección es una planta diferente de un edificio, y que sube y baja un ascensor tensionando en cada sección. Empezar subiendo el ascensor suavemente hasta la primera planta, aguanta durante un segundo y subir hasta la segunda planta.
Seguir subiendo tantas plantas como se pueda (normalmente no más de 5).
Para bajar, aguantar también un segundo en cada planta. Cuando se llegue abajo, intentar ir al sótano, empujando los músculos pélvicos hacia abajo durante unos segundos (como si estuvieses de parto).
Finalmente intenta relajar por completo la musculatura durante unos segundos. No olvidar respirar pausadamente y no realizar el ejercicio con la ayuda de los abdominales.