Marcelo Bielsa dijo adiós y en su ultimo encuentro como entrenador de la Selección chilena, recibió el afecto de 45.000 espectadores que llenaron el Estadio Monumental de Santiago y le agradecieron por su trabajo.
Con goles de Alexis Sánchez y Arturo Vidal, Chile venció sin inconvenientes a Uruguay. El resultado, no obstante, fue lo de menos. La noche fue toda de Bielsa, quien desde que llegó hasta que se fue, recibió un tributo apoteósico, de esos que jamás se olvidan.
El público colmó las instalaciones del estadio desde bien temprano. Explotó cuando cerca de las 19:45 pudo apreciar por pantalla gigante la llegada del entrenador argentino al sector de vestuarios y no paró de corear el “Bielsa no se va, Bielsa no se va, no se va…”.
Ya en cancha, el DT levantó cuatro veces su brazo derecho y compareció frente a innumerables cantidad de reporteros gráficos y camarógrafos que inmortalizaron el momento.
Minutos después e instantes antes del silbato inicial, un grupo de simpatizantes ingresó al campo y le regaló al entrenador una bandera con la leyenda “Don Marcelo Bielsa, Chile le agradece”. Conmovido, el rosarino volvió a dar las gracias.
Ansioso, impaciente y hasta por momentos nervioso, Bielsa vivió las alternativas del encuentro como siempre. Jamás se sentó. Permaneció unos minutos en cuclillas y otros caminando de un lado al otro.
Llego el gol de Alexis Sánchez a los 38 y extrañamente, Bielsa cerró sus puños y lo festejo. Lo mismo hizo, aunque con mas ahínco todavía, tras el tanto de Vidal, ya en el segundo tiempo.
Terminó el encuentro y el “Bielsa no se va…” volvió a retumbar. Emocionado, el rosarino dejó la cancha tras fundirse en una abrazo con Oscar Washington Tabarez.
Tres años después de haber asumido –llego en agosto de 2007- Marcelo Bielsa deja una selección Chilena que el con el mando, recuperó gran parte de su prestigio. “Hoy me dio la sensación de que era un equipo muy independiente, que no necesitaba ser aguijoneado, que sabía por sí mismo el camino a recorrer para ganar el partido”.
Dicho esta. Bielsa se fue, pero su impronta ganadora ha quedado impregnada en la piel de cada futbolista chileno que por el fue dirigido. Para ellos, será cuestión de seguir por el mismo camino.