La escasez económica destapa en sí muchas otras carencias que quedan al descubierto cuando deja de existir ese "maravilloso amortiguador de todos los males" que es el dinero. Se originan muchos frentes abiertos como por ejemplo, los problemas sociales, la pobreza, el desempleo, los fallos del mercado, la distribución desigual de la riqueza, la desigualdad de oportunidades, la falta de recursos, la lentitud burocrática, las lagunas en las leyes, la falta de medios, la ineficacia de los gobiernos etc...
Porque durante mucho tiempo hemos funcionado " a golpe de talonario" como los grandes clubs del fútbol lo que a la larga ha generado carencia, poca transformación social y muy mala gestión de los procesos sociales.
Necesitamos urgentemente acciones de cambio en nuestra sociedad, soluciones sistemáticas innovadoras para los problemas sociales actuales, y eso pasa por tomar una clara conciencia del emprendimiento social.
Los emprendedores sociales son capaces de detectar un problema del sistema y movilizar las acciones pertinentes y mecanismos para solucionarlo, al igual que el emprendedor de negocios está totalmente comprometido con su proyecto y visión y no descansa hasta verlo hecho realidad.
El emprendimiento social tiene una acción común que es la toma de consciencia de un problema social y una determinada acción voluntaria de querer cambiarlo. La comisión Europea recae y matiza la definición como aquella que en un principio tiene un impacto social por encima del beneficio personal o de empresa.
Personalmente me gusta la idea de "valor social" como un elemento que se encuentra en alza, es decir la creación de valor mediante la acción de cambios sociales. De echo ya hace bastante tiempo las ongs han tenido que trabajar con una metodología muy cercana a la empresa para poder conseguir sus objetivos y propósitos pero con diferente repercusión y resultado.
Hay toda una revolución, en la comunicación, financiación de proyectos, innovación tecnológica, distribución y aprovisionamiento de cara a luchar por una sociedad mejor y más equitativa para todos.
El cristianismo durante mucho tiempo pujó en esta cuestión, con sus errores y aciertos claro está, pero inspirado por los valores que sobresalen en la Biblia, siendo a veces detonante para todo el movimiento secular y humano en lucha por la igualdad de derechos.
La abolición de la esclavitud, el derecho de la mujer, el derecho a la educación, la lucha por los derechos humanos muchas veces fue propiciado desde un pensamiento cristiano sin olvidar que hay muchas personas que con su trabajo y perseveración han sido de inspiración sin necesidad de ser cristianos.
La economía de la compasión y el voluntariado está tomando un auge como nunca había pasado pero sin duda se corre el riesgo de convertir los sentimientos solidarios en un mero objeto de intercambio. Hace un tiempo tuve la oportunidad de levantar fondos para una ONG y es muy delicado el hilo que separa la transparencia del oportunismo. Por ello sería conveniente ir revisando los presupuestos y proyectos sin olvidar que a fin de cuentas la acción solidaria debe de nacer del corazón, una clara compasión altruista y una clara acción de solidaridad sin ningún tipo de beneficio reciproco. Es decir siempre con una actitud de "bendecir" simplemente, por ello necesitamos con urgencia personas y agentes de cambio para una sociedad en constante movimiento hacia la globalización y más alla....