Cuando por fin dieron carpetazo a ‘Perdidos’, se sabía que el final no iba a gustar a todos. Era inevitable que algo tan parodiado, icónico y reconocible, que ha movido a multitud de fans, frikis y detractores, pudiera contentar a la gran mayoría del público. Una historia, como ya dije en su momento, buena o mala, pero que se sustenta en misterios sin respuesta y que se alarga en el tiempo, está condenada a sufrir el varapalo de los seguidores. Supongo que Damon Lindelof y Carlton Cuse, guionistas del Show, revisaron los finales de las grandes series de la televisión para saber cómo debían finiquitar su trabajo, y además contaban con un elemento añadido a su favor: anunciaron el final de la serie en su momento de máximo esplendor, así que no tuvieron que improvisar cuando la serie llegase a un momento donde las bajas audiencias la llevasen a la muerte.
Basándose en experiencias previas, el final de “Perdidos” se centró en los personajes, en sus historias y relaciones con el espectador y no en los grandes misterios que abanderaron la trama, así que como ya he dicho, hubo gente descontenta que no dudó en transmitirle sus emociones al propio Damon Lindelof a través de su Twitter personal, algunos de ellos mostrándose tan sinceros y explícitos como el siguiente:
“Eres un sucio mentiroso. Nunca lo supiste, te lo inventaste todo, nos has traicionado. Me has traicionado y espero que te pudras, hijo de puta.”
Un amor de chaval.
Aunque me tiré tiempo insistiendo en que sólo hay un gran misterio, y es la naturaleza de la misteriosa luz del corazón de la isla, parece que hay gente que necesita que le cojan de la manita y se lo cuenten todo, así que los creadores de la serie anunciaron la existencia de un epílogo donde explicarían parte de la relación entre Ben y Hurley después de que ambos quedasen al cargo de la isla. Un conglomerado de respuestas para todos aquellos que llenaron la cuenta personal de Damon Lindelof de amables comentarios.
Este apéndice, titulado “El nuevo hombre al cargo”, nos muestra a dos operarios de la iniciativa Dharma trabajando en empaquetar la comida que será enviada a la isla. En ese momento la pantalla de un ordenador avisa de las coordenadas, y entre ellos comentan que “la ventana” está a punto de cerrarse. En este blog se comentaron varias teorías acerca de ese cargamento de alimentos que caía del cielo, y aquí se da una respuesta: efectivamente, tienen que esperar a “encontrar” la isla, momento en el que pueden enviar el cargamento. Otra cosa es qué época caerá.
Entonces aparece el ya no tan mentiroso, manipulador, malvado y sobre todo diabólico “Ben Linus”. Dice venir de parte de la oficina central para desmantelar todo aquello. Les informa de que la iniciativa Dharma no existe desde hace más de veinte años y promete responder ante algunas de las preguntas que tengan los perplejos operarios. Éstos, aturdidos por saber que su trabajo ha terminado después de muchísimo tiempo, hacen preguntas acerca de adónde van los alimentos y por qué en ellos hay galletas para osos. Y Ben lo soluciona de una forma muy sencilla: poniéndoles un video de iniciación de las estaciones Dharma.
Así que en cuatro minutos, el profesor Pierre Chang nos da las claves sobre la existencia de la Iniciativa Dharma: La isla con propiedades electromagnéticas, los experimentos con osos polares y por qué fueron elegidos, la existencia de unos nativos llamados “hostiles” con los que la iniciativa Dharma mantienen una débil tregua y, algo muy importante, su culto a una deidad pagana desconocida llamada “Jacob”.
¿Recordáis cuando encontraron al novio de Alex, la hija de Ben Linus? Estaba atado a una silla siendo bombardeado por imágenes en lo que parecía ser una especie de experimento sensorial. Aquí, el doctor Chang nos demuestra no sólo su funcionamiento complementado con las drogas, sino su significado. Para conseguir la información de los nativos sin romper la tregua, se ven usados a utilizar ese mecanismo para borrarles la memoria tras los interrogatorios, ayudados por lo onírico de las imágenes y sus acciones en el córtex cerebral.
En cuanto a los osos polares, explican también que tras ser “domesticados”, debe colocárseles un collar y ser transportados a una estación Dharma, donde presumiblemente se practicarán experimentos con ellos. Dicho claramente, lo que hacen con ellos es estudiar sus enormes cualidades para la adaptación y lanzarlos a través del tiempo y el espacio, lo que hace posible que se encuentre un esqueleto de un oso polar con un collar en alguna parte del desierto. También comenta la manipulación genética de las especies animales, lo que nos cuenta qué pasaba con aquel pájaro que por lo visto conocía el nombre de Hurley (aunque de esto yo ya ni me acuerdo, si os tengo que ser sinceros). Además, dejan caer que ningún miembro de la iniciativa Dharma puede comentar con sus compañeros nada acerca de los experimentos, lo que indica también que se les engañe diciéndoles que algunos de ellos son “psicológicos”.
Tras desearles Namasté y buena suerte, Ben se despide de los atontados miembros de Dharma diciendo que tiene que ir a otro lugar: un sanatorio mental donde el próximo Shaquille O’Neal lleva tiempo encerrado. Y es que Waaaaaaaalt, un personaje que en el principio se perfilaba como uno de los más importantes, desapareció del mapa para iniciar un rapidísimo crecimiento que lo convirtió en el más alto del reparto. Allí le encuentra Ben, quien le dice que es especial, y que tiene que ayudar a su padre. Aunque Ben dice que Michael está muerto, eso no significa que pueda hacerlo. De modo que tras convencerlo (con guiño a las barritas Apollo incluido), Walt abandona el psiquiátrico y sube a una Dharmagoneta donde está Hurley, que tras saludarle le dice que no está loco, tiene que regresar a la isla, el lugar al que pertenece, al que siempre ha pertenecido.
Sólo quieren ofrecerle un trabajo.
El epílogo venía pensado para ser incluido en la edición en DVD de la serie, pero como ya sabemos todos, siempre habrá alguien que lo filtre en Internet para que todo el mundo se lo baje y lo comente en los foros. Últimamente está de moda dividir un trabajo y vendérnoslo por entregas (algo parecido lo que James Cameron y la escena de sexo alienígena de ‘Avatar’), como valor añadido para un producto o una tomadura de pelo. No creo que “El nuevo hombre al cargo” sea algo de eso, más bien parece una respuesta de los guionistas ante tanto ataque y acusación de habérselo inventado todo. ¿Queréis respuestas? ¡Pues tomad respuestas!, eso parece que clama el video de iniciación de Dharma. No es gratuito que los miembros de la iniciativa parezcan un poco atontados y necesiten que alguien (con un poquito de cachondeo velado) se siente con ellos y les pregunte directamente qué quieren saber. No han descubierto nada que no se supiera ya, solamente han mostrado la otra forma de hacerlo, la explicación pura y dura que ellos intentaron evitar, una situación forzada donde un personaje tenga que mirar prácticamente a cámara y contarlo todo. La verdad es que ni siquiera este epílogo acabará con las dudas, porque ahora queda preguntarse qué pasó con Waaaaalt, si se convirtió en el nuevo protector, si fue él el primer objetivo de Jacob y las cosas se torcieron demasiado, o si querían proponerle algo más. ¿Y si cuando Ben dice algo acerca de “ayudar a su padre”, se refería a quitar ese pilar que mantenía la luz de la isla encendida, liberar el electromagnetismo (es decir, las almas atrapadas en la isla) y así poder otorgarle la libertad? Aunque eso haría que Walt se convirtiera en ese humo negro, y Hurley tendría que seguir custodiando la isla y perpetuando así la historia que Jacob y Samuel vivieron durante incontables años. O tal vez, podrían dejar que la isla se hundiera y salir todos de allí, explicando la presencia de una isla hundida en la línea temporal X, también llamada “Limbo”.
O, incluso, puede que todo sea una serie de televisión, a la que se le obliga a dar respuestas cuando sería mejor dejarla por finalizada, tanto para los que les gustó, como para los que no.
Namasté, y buena suerte.
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