Revista Televisión
NBC terminó la emisión de la quinta temporada de 'Chicago PD' la semana pasada y, al igual que ocurrió hace un año, lo ha hecho despidiendo a otro de los miembros de su reparto. La rama policial de la saga Chicago es mi favorita y además goza de buena salud en EEUU (la media de su quinta temporada ha sido ligeramente inferior a la de la cuarta, pasando del 1.37 en ratings al 1.2 y bajando de los 6'5 millones de espectadores a los casi 6'4). Normal que haya sido renovada por una sexta temporada.
Despedir a Sophia Bush fue una pena, pues el suyo era mi personaje favorito de la serie. Y aunque es cierto que su ausencia no ha sido tan dolorosa como esperaba, no deja de ser igualmente cierto que se le ha echado de menos. Su sustituta, Tracy Spiridakos, ha cumplido, pero ni ella es Sophia Bush ni Hailey Upton es Erin Lindsay. Al tratarse de un procedimental, 'Chicago PD' no solo necesita buenos casos, sino que sus personajes han de ser lo suficientemente interesantes como para conseguir que la audiencia elija la serie por encima de cualquier otro drama policial. Y en este aspecto, 'PD' cumple.
Si no sabes quién ha dejado la serie y no te importa en absoluto, puedes seguir leyendo. De lo contrario, te aviso de que voy a comentar el tema, así que es mejor que dejes de leer y vuelvas cuando te hayas puesto al día.
No lo veía venir. No imaginaba para nada que la serie sufriría, por segundo año consecutivo, una baja entre su reparto original. Pero debo confesar que esta vez no me ha dado ninguna pena, pues el personaje en cuestión era el que menos me gustaba de la serie. Y sí, es cierto que esta temporada ha quedado reducido a personaje muy muy secundario, a rebufo de Voight (más que nunca), y con poca presencia en los casos. Así que, prestando un poco de atención, igual sí que podía esperarse un desenlace así. Y, a diferencia de lo ocurrido el año pasado con Sophia Bush, cuyo personaje salió de la serie viviendo un cambio de trabajo, a Elias Koteas no le volveremos a ver (salvo en posibles flashbacks), pues el detective Alvin Olinsky ha terminado muerto en prisión.
Se ha hecho algo cansino y excesivamente largo el enfrentamiento entre Voight y Woods (Mykelti Williamson) a lo largo de esta temporada. Sí, en cada capítulo se producía un leve (levísimo en algunos casos) avance en la trama, pero no ha sido hasta el final cuando los guionistas han apretado el acelerador, con la detención de Olinsky y posterior ingreso en prisión. Su paso por la cárcel podría haber durado un par de capítulos más e incluso protagonizado alguna trama episódica, pero ha sido breve y conciso. Olinsky ha fallecido en el quirófano después de haber sido apuñalado varias veces en prisión, donde fue a parar tras ser detenido como responsable de la muerte del hombre que asesinó al hijo de Voight. Va a ser cierto lo que Woods le dice a Hank: "Dedicó su vida a ti. Por eso está en la cárcel". ¿Por qué Voight no pensó antes en la trampa que le ha puesto a Woods para terminar de una vez por todas con la investigación? El desenlace ha sido un poco por los pelos y quedado un tanto deslucido.
Al margen de este dramático suceso, la quinta temporada de 'Chicago PD' (en la que se rebasado la barrera de los 100 episodios) ha sido un poco lo mismo de siempre: buenos casos policiales y muchas tramas episódicas personales centradas en sus personajes. Jon Seda regresó de forma oficial a la serie tras la cancelación de 'Chicago Justice' ("Esas largas investigaciones se han vuelto un poco aburridas") y lo más interesante que ha aportado este año han sido sus dudas hacia el comportamiento de Voight, dejando claro cuál va a ser su papel en el futuro de la serie. Ruzek ha sido el personaje puente entre la trama Voight/Woods y la comisaria, al tenerle éste último entre la espada y la pared tras un incidente protagonizado por su hermana ("Me perteneces") y gracias a él conocimos los detalles del odio de Woods hacia Voight ("Somos dos perros enjaulados con un solo plato de comida. Es supervivencia").
Burgess (la auténtica heredera del espíritu Lindsay) no ha sido tan protagonista como el año pasado, pero sigue siendo, desde la salida de Erin, el mejor personaje de la serie. Ha recuperado su buena relación con Ruzek (cuánto ha ganado Patrick John Flueger desde que han dejado de pintarle la raya del ojo). Atwater (que vivió un episodio muy 'Saw') sigue siendo el personaje con peores tramas personales. Trudy (otra que ha pasado desapercibidísima este año) estuvo en el centro de la trama del último crossover entre las tres series 'Chicago' y de Hailey hemos conocido más detalles sobre su vida. En cuanto a Halstead, no sé si cometerán el error de enrrollarle con Hailey, pero lo cierto es que este año ha estado más aburrido que nunca.
'Chicago PD' regresará el próximo otoño con el estreno de su sexta temporada. Mientras su audiencia siga siendo fiel y sus datos disminuyan al mismo ritmo que hasta ahora, es poco probable que pensemos en un final cercano. Es más, a 'PD' le auguro vida, mínimo, hasta una séptima temporada. Y de hecho, me gustaría que su temporada final fuese corta, como la primera, y centrada en un único caso. Pero todavía queda mucho por delante hasta que llegue su final.