Cuatro de cuatro. Invicto e imbatido. Bartomeu no se lo cree. El culé medio tampoco. Si nos dicen hace un mes que a estas alturas íbamos a estar así, pocos habríamos dado crédito. Sobre el terreno de juego todo va viento en popa. En la cúpula todo sigue igual, la junta directiva es más de liarla durante los mercados de fichajes. Pero este artículo pretendo que no sea negativo, para eso puede el lector tirar de hemeroteca. Así que vamos con las cosas que me están gustando.
El equipo es más compacto defensivamente que la temporada pasada. Es cierto que se ha podido encajar algún gol pero lo que está claro es que la línea defensiva da muestra de empaque.
Semedo. Ha llegado el portugués a Can Barsa con un perfil bajo. Evitó meterse en el juego de Neymar cuando a éste se le fue la cabeza en un entrenamiento. No ha dejado que le afectara artículos de periodistas criticándolo de manera gratuita. La cuestión es que lleva unos partidos a muy buen nivel, aportando mucho en ataque y entrando en la dinámica del equipo.
El mediocampo. Tanto Iniesta como Busquets, como especialmente Rakitic, están a un nivel magnífico. Me gustaría destacar al croata quien estuvo condenado a un ostracismo inexplicable durante gran parte de la temporada pasada pero que con Valverde está viendo como el liberarle de tantas tareas defensivas como tenía antaño le hace sumarse más al ataque. No olvidemos que Rakitic por encima de todo es un jugador de una técnica brillante.
Presión tras pérdida y compromiso. Se ha vuelto a lo que, en un equipo que aspire a ganarlo todo, tiene que ser algo innegociable. Se ve a unos jugadores comprometidos, quizás por la llegada de un entrenador, quizás por las críticas y el baño del Madrid en la Supercopa, la cuestión es que el Barsa da sensación de equipo.
Esto acaba de empezar pero la cosa pinta bien. En mi opinión sigue faltando un central pero eso ya es materia para otro artículo.
Ernesto ValverdeF.C.Barcelona