Ferrán Salmurri es psicólogo clínico, ya jubilado del Hospital Clínic, pero sigue abierta su consulta en Barcelona porque afirma que en el campo de la educación emocional hay todavía mucho que hacer. A Ferrán Salmurri le interesa la felicidad de las personas y está convencido de que se puede enseñar y aprender a ser feliz.
El psicólogo considera que somos analfabetos emocionales y que el error de los padres es que enseñamos a obedecer en lugar de a pensar, y la felicidad depende de lo que pensamos, lo que sentimos depende de lo que pensamos. Por lo tanto, si queremos que nuestros hijos sean felices debemos enseñarles a pensar, así lo declara en esta entrevista que se realiza a Ferrán Salmurri tras la publicación de su libro Razón y emoción. Recursos para aprender y enseñar a pensar.
En la entrevista responde a la pregunta ¿cómo se enseña a pensar?: “Aprendiendo a ser consciente de cómo te sientes. Cuando estás enfadado, triste o angustiado no mires qué te pasa, lo que tienes que hacer es mirar qué estás pensando. En términos generales, la clave es intentar pensar en todo lo positivo que tienes y que te rodea. Si te sientes bien, obviamente, no te sentirás mal, y por lo tanto, serás feliz”.
Bueno, parece obvio y fácil de llevar a cabo, pero la mayoría de personas son incapaces de dejar a un lado lo que les angustia o lo que ha provocado un enfado, todo depende de los motivos, pues en algunos casos lo importante es solucionarlo. Pero hay formas y formas. Según el psicólogo estamos acostumbrados a convertir la vida en un juicio permanente, juzgamos si la gente es buena o mala, si un niño se porta bien o mal… ¿y quién ha dicho que los padres tienen que hacer la función de jueces y aplicar una sentencia, un premio o un castigo?
En caso de juzgar y sentenciar el comportamiento de nuestros hijos estamos siendo primitivos porque creemos que estamos educando racionalmente, cuando en realidad lo estamos haciendo de forma emocional. El psicólogo pone el ejemplo del niño que es castigado en la escuela, cuando esto sucede los padres le riñen porque les da rabia, se está dando una respuesta a las emociones de los padres en lugar de mirar lo que puede ayudar al niño a resolver el problema.
Como padres, primero debemos aprender a controlar nuestras emociones, de este modo podremos ayudar a nuestros hijos a pensar y no será necesario obligarles a obedecer. El ser humano es imperfecto, por lo tanto, cuando nuestros hijos cometen errores no hay que regañarles y castigarles, sino enseñarles. Debemos aprender a comunicar correctamente diciendo lo que pensamos y sentimos, sin centrar el mensaje en lo que el niño hace o lo que es. Por ejemplo, si el niño deja los juguetes tirados por el suelo después de jugar, no hay que regañarle diciéndole que hace muy mal y que es un desordenado, hay que decirle que no nos gusta vivir en el desorden y que para que nos sintamos bien los juguetes deben estar en su sitio.
Ya lo hemos hablado en varias ocasiones, de los padres depende que los niños tengan autoestima, imprescindible para ser felices. Si queréis conocer más sobre la entrevista, podéis acceder al enlace antes indicado, y el libro de Ferrán Salmurri también os dará más respuestas a cómo aprender a pensar y a ser felices.
Foto | Víctor
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El error de los padres es que enseñamos a obedecer en lugar de a pensar. Ferran Salmurri