Su descubrimiento y su uso se remonta -como tantas otras artes- a la antigüedad. Ahí tenemos la Puerta de Isthar de Babilonia, de ladrillo esmaltado, cuya visión en el Museo Pérgamo de Berlín te deja con la boca abierta.
Está documentada su utilización en las culturas griegas primitivas micénica y minoica desde principios del siglo XIII a.C, de donde se extendió a todo el mundo conocido a oriente y occidente.En joyería contemporánea encontramos muchos buenos ejemplos de este arte. Seguro que ya conocéis la firma Frey Wille, con sus delicados trabajos de inspiración pictórica. Los interesados en este arte también podréis deleitaros con el trabajo de un maestro como Luis Vallés. Los ejemplos en plata, cobre y esmalte que ilustran esta entrada son obra de Elza Pereira y están a la venta en la sección de Joyas con Encanto de la tienda de Avenio.Buenos días y buena suerte.