Revista Cultura y Ocio

El espíritu celeste aniquilador

Por Revistaletralibre
El espíritu celeste aniquilador
Por Kino Navarro
Despiértame de este sueño de la muerte,
príncipe de mis días, acércate,
encuéntrame tendida en este sueño de la muerte.
Luisa Castro
A Lola Cebolla, por cada respiro que me has dado. Gracias.
No es el amor, es arrodillarse y suplicar.
Mendigar tabaco, gozo o céntimos de afectos.
Que no es amor, es desconsuelo de sinónimos extenuados.
Ningún servidor está actualizado, amenazan actualizaciones mecánicas.
Esporas removidas. Yes, I do, duerme, duerme,
que me quemo las manos, los dedos indecisos.
Y no es amor, es incendio en mis uñas cohabitadas.
Duerme, duerme, pide, sigue pidiendo.
¿Pero es amor? ¿Y qué es el amor? ¿Dónde el amor?
Toma diez euros y déjate llevar. Me das pena, inmensa pesadumbre.
Como la incomodidad de caer y necesitar,
demandar impuestos al corazón. Tiemblan los latidos.
Siguen los dedos vibrando por aquella ternura.
Yo supe que te quería y pronunciaba hasta los segundos intensos.
Sigo bebiendo en los mismos lugares y quemándome toda extremidad.
¿Dormir, y continuar pernoctando? Amarga fatiga.
Mendigar amor, mendigar vida. Me queman las manos eternamente,
y me quemas tú. Componer, expresar, crear afecto.
Dormir, adormecerse, descansar, continuar quemándose.
Mendigar amor, mendigar vida. Me vuelven a quemar las manos eternamente,
y me sigues quemando tú. Quema y quema.
Es el amor abrasando toda disolución.

Volver a la Portada de Logo Paperblog