Puesto porJCP on May 26, 2013 in Economía
En estos momentos el déficit de la tarifa eléctrica, la llamada popularmente la estafa legalizada de las eléctricas, alcanza los 28.000 millones de euros. Y no es tan sólo el nominal que se hace pasar como deuda, sino los elevados intereses que lleva consigo: 5.580 millones ya comprometidos, que para darse una idea son buena parte del gasto en educación y sanidad.
Todo empezó cuando los Dalton de turno en el Gobierno, en ese momento la Banda de Aznar, autorizó a las compañías eléctricas a fijar el precio de la electricidad a través de una subasta. Pero esa subasta ya nace manipulada pues los mismos que ofertan son los mismos que pujan. Así, como cabía esperar, el precio ha sido el que les ha convenido. Pero cuando la impunidad es avalada por ley, no contentos con su enorme suerte, esta especie de sindicato del crimen decide que se les debe dar las gracias por facturar por debajo del precio de subasta que se toma como coste de producción de energía.
Fruto de todo esto es que la deuda titularizada asciende a 18.652 millones, y apenas alcanza las dos terceras partes del total. Los próximos ejercicios se vislumbran especialmente duros, los vencimientos se sitúan en 2.066 millones en 2013, llegan a los 2.705 millones en 2014, y se disparan hasta los 4.600 en 2015. Desembolsos de más de 9.300 millones que vendrán acompañados de más de 2.404 millones de euros a satisfacer en intereses sólo en ese trienio.
Pero para no ser menos entre truhanes, en enero de 2011 la otra banda daltoniana en el gobierno, la de Rodríguez Zapatero, constituyó el llamado Fondo de Amortización del Déficit Eléctrico (FADE), organismo que llegaba a este mundo con la incontestable voluntad de sodomizar al público y favorecer la titulización del déficit de tarifa ante los problemas de las sufridas y poco valoradas compañías eléctricas para colocar la deuda en los mercados financieros, ya que el personal empezaban a sospechar de que la estratosférica estafa se montaba con el cuento de que facturan por debajo de los costes de producción.
¿Cómo resolvió el Gran Zapatero esta piedra en el camino? Muy fácil, las eléctricas ceden sus derechos de cobro, que el mercado financiero no les acepta, al FADE, que los viste con traje de gala al transformarlos en valores de renta fija con el aval del Estado.(¡Toma ya!). Así que aquí paz y después gloria.
Expedito el camino, la FADE ha realizado 37 emisiones para colocar esos 18.652 millones de euros antes citados. Y si no coloca más es por la sencilla razón de que el mercado financiero no traga con el rollo patatero del déficit tarifario. Ni con el aval del Estado, ni con intereses por las nubes, entre 53 y 98 puntos básicos, logran colocar una deuda que se ve a la legua que es espuria. Cualquiera, en su sano juicio, puede discernir que unas compañías con las tarifas más altas del mundo con energía producida por hidráulica, solar, eólica, nuclear …. con doble capacidad de oferta tenga un déficit en la tarifa.
Resulta que llevan años rescatando a las compañías eléctricas por el dicho déficit y año tras año declaran beneficios millonarios. ¿Cómo se come ésto? Si los costes son superiores a la facturación ¿Cómo es que tienen millonarios beneficios? No hay que ser una eminencia para concluir que se trata de un engaño que no puede ser destapado por el estado pues ha sido el Estado el promotor. El truco de este sindicato del crimen se reduce a una triste palabra “costes reconocidos” en lugar de “coste” que como a cualquier hijo de vecino aplica en su fabricación.
No se contabilizan como déficit público, no obstante sí se suman a la deuda pública al incluirse al la FADE en el sector de las Administraciones Públicas. Solo nos faltaba escuchar las palabras del jefe de la banda, el presidente de la patronal eléctrica (Unesa), Eduardo Montes, cuando se refiere a que el déficit de tarifa se ha convertido en “un problema financiero a nivel país” al alcanzar los 28.000 millones de euros.
Para reafirmar su argumento de que la electricidad se tiene que pagar al precio que cuesta dijo en declaraciones a la agencia EFE: “No puedo decir que quiero un Mercedes que tenga paneles solares, pero sin poder pagar más de lo que cuesta un Volkswagen Polo”, Groucho Marx no lo diría mejor pero se puede meter el Mercedes por donde le quepa y además tendría que recapacitar que el populacho podrá ser populacho pero no es tonto, miles de hogares están sin electricidad porque las compañías les han cortado el suministro, otras miles, por no decir millones, hacen malabares para pagar el dichoso recibo de la luz más cara del mundo y mes a mes los ciudadanos se sienten indefensos ante una desbordante codicia que no tiene límite. El presidente de Unesa, y los presidentes de las grandes compañías que forman el oligopolio deberían tener el pasaporte en regla para salir con urgencia y precipitación del país con el fin de eludir una segura condena por varios años de cárcel, en el momento que se dé la vuelta de la tortilla y Tribunales independientes juzguen equilibradamente. Y créanme, todo llega.
De momento tenemos que tragar con todo este teatrillo, el gobierno se acomoda a las decisiones del Tribunal Supremo, de cuya designación participa, y las eléctricas lucen en las facturas que remiten a sus clientes destacados anuncios que los recargos o cobros atrasados o lo que les venga en gana. Cuando les favorecen la sentencias judiciales van a misa y cuando no se omiten, tanto es así que la sentencia de la Sección Cuarta de la Audiencia Nacional pone a esta tribu en su sitio al recordarles un informe de la Comisión Nacional de Energía que “identifica a las generadoras como causantes de ese déficit inicial”, La sentencia define “el déficit de tarifa consiste en que la tarifa –el precio de la energía que paga el consumidor– es insuficiente para cubrir el coste de suministro, es decir, que el producto de la tarifa eléctrica es insuficiente para cubrir los costes agregados de la factura de la luz”. Para a continuación dejar caer que el déficit es consecuencia de “precios de mercado artificialmente elevados”.
Es tan evidente la estafa del déficit de tarifa como el regalo de los CTCs que según sentencia del Tribunal Supremo el “Estado no tenía obligación, en términos estrictamente jurídicos de reconocer a las empresas eléctricas de generación estas compensaciones por el mero hecho de acometer la transición del sector eléctrico al mercado competitivo”. Este regalo de 6.000 millones de euros estaba condicionado a que las eléctricas financiaran por su cuenta el déficit de tarifa. Es el Tribunal Supremo que afea las decisiones del gobierno por el regalo, sin obligación alguna, de la millonada servida en bandeja de plata por el mayor de los Dalton Pepe María Aznar, ahora por cierto en las filas de Endesa.
Estos truhanes del sindicato del crimen eléctrico no tienen límite en cuanto a chupar del bote público cuando reclaman los 5.580 millones de euros en intereses que manifiestan que están ya comprometidos. Alguien les tendría que recordar que la Audiencia Nacional les han dicho “no” y la Abogacía del Estado le ha venido a decir, que ese déficit ha sido originado precisamente por las compañías eléctricas que controlan el mercado nacional. ¿ Qué razón tienen las compañías eléctricas para llevar a los tribunales la financiación del déficit tarifario?.
La respuesta nos la da la Sección Cuarta de la Audiencia Nacional al señalar que “hay que entender que la discrepancia surge ahora más bien por problemas en el proceso de titulización, luego de cesión de sus derechos de cobro; por las rebajas en la valoración de este activo por parte de agencias de rating; o por la rebaja en la fiabilidad del aval del Estado, incluso rumores de quita, todo lo cual puede dificultar su acceso a la financiación”. El proceso está cantado, a la sentencia de la Audiencia Nacional que cabe recurso de casación se iniciará un proceso que irá a paso de tortuga y mientras tanto con el NO por delante irán cobrando los millonarios intereses. Y si no es así será de otra manera, la cuestión es que estos hampones se salgan con la suya una vez establecida la puerta giratoria donde se pasa sin escrúpulo alguno desde la política a los consejos de administración de las compañías eléctricas.
Las compañías eléctricas junto con la banca provienen del núcleo duro del franquismo y siguen actuado como una verdadera mafia que controla, no solo el mercado eléctrico con unos incomprensibles privilegios, sino a los propios Gobiernos a sus órdenes. Los regalos quedan reflejados en el laberinto del BOE. No hay una disposición ministerial equitativa, todo ha ido a parar al lado de la balanza de esta tropa que nos despluma sin tregua.
Estas compañías no las han privatizado los españoles, sino los gobiernos de la monarquía ya que aquí, como en cualquier cuestión, los españoles no pintan absolutamente nada. Gobiernos que han vendido un bien público de primera necesidad por cuatro duros, con la garantía de legislar a su favor a cambio de puestos en sus consejos de administración para esos políticos que los favorecen. Endesa es el paraíso preferido, allí podemos encontrar desde un presidente de Gobierno a ministros. No se queda atrás Gas Natural Fenosa con otro de los presidentes de la nación, ni tampoco Iberdrola, Abengoa, Acciona y Red Eléctrica de España que acogen en su seno de influencias a ex ministros, secretarios de Estado para la energía e incluso al ex jefe de la Casa Real. Esta nutrida tropa nos explica la estafa, ahora, de los 28.000 millones de euros del déficit de tarifa y los escandalosos incrementos en la factura de la luz que tiene el merito de ser la más cara del mundo.