Revista Mundo animal

El estreñimiento en los perros: Causas y Tratamiento

Por Jgallego19
El estreñimiento en los perros

El estreñimiento en los perros significa una defecación ausente, poco frecuente o difícil. Los perros más sanos tienen una o dos deposiciones al día. Esto varía según el individuo y la dieta. Un día o incluso dos sin defecar no es un motivo de preocupación, siempre que las heces sean de un tamaño normal y sean expulsadas sin dificultad. Pero cuando las heces son retenidas en el colon durante dos o tres días se vuelven secas y duras, y requieren de un gran esfuerzo para ser evacuadas.

Es importante tener en cuenta que también pueden necesitar hacer un esfuerzo mayor del necesario para defecar los perros con colitis, con la vejiga obstruida o con obstrucciones anorrectales. Es importante asegurarse de que el perro no sufre de uno de estos otros problemas antes de tratarlo contra el estreñimiento. La colitis, en particular, a menudo se confunde con el estreñimiento. Recuerda que un perro con colitis realizará muchas pequeñas deposiciones que contienen moco y/o sangre.

Causas del estreñimiento

Muchos perros de mediana edad y de edad avanzada son propensos al estreñimiento. Una causa común es la falta de predisposición a beber suficiente agua. Debido a una deshidratación leve, existe falta de agua en el colon, lo cual deshidrata las heces.

La ingestión de materiales extraños, como astillas de hueso, pelo, hierba, celulosa, tela, papel y otras sustancias es una causa bastante común del estreñimiento agudo y crónico. El material indigestible se mezcla con las heces para formar masas duras como una roca en el colon.

Muchos fármacos usados ​​comúnmente en los perros causan estreñimiento como efecto secundario. Si estás administrándoselos a tu perro, discute esta posible correlación con tu veterinario.

El hipotiroidismo es una causa ocasional del estreñimiento crónico, así como también la hipercalcemia, una lesión pélvica o una lesión del nervio lumbar.

La necesidad de defecar también puede ser evitada voluntariamente por parte del animal. Los perros desarrollan tales inhibiciones durante el entrenamiento para “saber estar” en casa. Al quedarse solo en casa durante largos períodos de tiempo, a menudo prevalece el comportamiento aprendido (no hacer sus necesidades dentro de casa) a su necesidad de defecar. Los perros también pueden ser reacios a vaciar sus intestinos cuando están hospitalizados o realizando un viaje en coche.

A veces el estreñimiento puede ser causado por estrés, por ejemplo cuando se cambia de rutina o de casa.

Los perros que pasan más de dos días sin hacer “aguas mayores”  deben ser examinados por un veterinario. Otras razones para buscar la consulta veterinaria son la defecación dolorosa, el esfuerzo durante la defecación y la existencia de sangre o moco en las heces.

Tratamiento del estreñimiento en los perros

El principal objetivo del tratamiento contra el estreñimiento consiste en eliminar o controlar las causas que lo provocan.

Asegúrate de proporcionar acceso a agua limpia y fresca en todo momento a tu perro.

El estreñimiento asociado con la ingestión de materiales extraños, como las astillas de hueso, se puede subsanar sustituyendo este tipo de “masticables” por galletas para perros.

Los perros mayores con una actividad intestinal reducida pueden ser ayudados mojando las croquetas con agua (a partes iguales, es decir, misma cantidad de agua que de croquetas), dejando reposar la mezcla durante 20 minutos.

En cuanto a los perros que retienen voluntariamente sus heces, se les puede ayudar brindándoles oportunidades frecuentes para defecar. Saca a tu perro varias veces al día, preferiblemente a una zona en la que está acostumbrado a hacer de vientre. Un laxante suave puede ser necesario cuando el perro está viajando, para ayudarle a defecar en lugares donde no está acostumbrado.

Laxantes

Existen varios laxantes disponibles para el tratamiento del estreñimiento en los perros.

Los laxantes osmóticos aumentan la cantidad de agua en el intestino grueso, haciendo más líquidas las heces. Los productos que contienen lactulosa, que deben ser recetados por tu veterinario, se encuentran entre los más seguros y eficaces.

También se puede obtener un efecto laxante osmótico suave añadiendo leche a la dieta en cantidades que superen la capacidad de la lactasa (una enzima intestinal) de descomponer la lactosa en azúcares absorbibles; en otras palabras, la suficiente leche para causar diarrea en un perro que no está estreñido. La molécula de lactosa atrae fluidos en el intestino y estimula la motilidad intestinal.

Los laxantes estimulantes aumentan la fuerza del peristaltismo intestinal. Son muy eficaces en el tratamiento del estreñimiento, pero el uso repetido puede interferir con la función del colon. Un laxante estimulante utilizado es el bisacodilo (Dulcolax). La dosis para perros es de 5 mg a 20 mg por día.

Estos laxantes se utilizan para tratar a los perros que tienen sólo estreñimiento. Si se les da a un perro con una obstrucción, pueden causar graves daños. No son los laxantes adecuados para prevenir el estreñimiento y no se deben utilizar todos los días. Consulta a tu veterinario antes de dar a tu perro cualquier laxante.

Prevención del estreñimiento en los perros

Una buena hidratación, una dieta contra el estreñimiento y el ejercicio regular son las mejores medidas preventivas, junto con la adición de fibra a la dieta, si es necesario. Una manera bastante cómoda de proporcionar fibra a tu perro es alimentarlo con comida comercial formulada para perros mayores.

Otra manera de proporcionar a tu perro fibra adicional es añadir un laxante de volumen diariamente en la comida del perro. Estos laxantes ablandan las heces y contribuyen a una evacuación más frecuente. Los laxantes de volumen pueden ser administrados a tu perro indefinidamente sin causar problemas.

Los laxantes emolientes que contienen docusato son indicados cuando las heces son secas y duras, pero no deben usarse si el perro está deshidratado.

El aceite mineral es un laxante lubricante que facilita el paso de las heces duras a través del canal anal. Sin embargo, el aceite mineral interfiere con la absorción de vitaminas solubles en las grasas, por lo que la administración diaria o frecuente puede causar deficiencia de vitaminas. El aceite mineral también reacciona de manera adversa con el docusato, y por lo tanto no debe utilizarse en conjunción con los otros laxantes emolientes. Nunca administres aceite mineral a tu perro con una jeringa, ya que puede ser inhalado por los pulmones.


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