Aunque pueda parecer algo poco probable, algunos de los meteoritos que caen a la Tierra en realidad son trozos de roca de otros planetas. Varios fragmentos han sido encontrados. Por ejemplo, algunos originarios del planeta Rojo. Su análisis es lo que ha sentado las bases de los estudios que sostienen haber encontrado evidencias de vida fosilizada en el planeta. Ahora, una roca minutos llamada Nakhla podría proporcionar a los investigadores los datos que necesitan para desentrañar el intrincado misterio de la historia del agua en Marte.
En la imagen el meteorito marciano de Nakhla
En los últimos años, tanto orbitadores como rovers han explorado el planeta, han centrando numerosos indicios que insinúan que el agua una vez fluyó libremente (en forma líquida) en Marte. Spirit y Opportunity, los dos robots del programa Mars Exploration Rover (MER), y la sonda Mars Reconnaissance Orbiter (MRO), han proporcionado a los expertos pruebas irrefutables de que el agua existió en forma líquida en algún momento de la historia marciana. Algunos geólogos y científicos planetarios creen incluso que podría haber existido un océano en el hemisferio norte, aunque su existencia aún no se ha demostrado de forma concluyente.
Nuevas y poderosas herramientas, como el rover Curiosity se implementarán próximamente en Marte, los investigadores tal vez sólo deberían fijarse en los meteoritos que se ha establecido que son originarios de Marte. En este sentido el meteorito de Nakhla les está dando bastante trabajo. A pesar de su reducido tamaño, esta roca podría ser clave para conocer cómo y cuando el agua líquida existió en el planeta. Los científicos de la Universidad de Glasgow están buscando huellas de varios minerales en la roca, con la esperanza de encontrar alguno que se haya formado en presencia de agua.,debido a la naturaleza porosa del meteorito, que sugiere que el agua haya podido producir los compuestos químicos que encuentran en los minerales de la roca. Durante eones, los compuestos químicos cristalizaron, formando los minerales. El grupo está utilizando un microscopio electrónico para realizar a cabo esta tarea.
"Cuando los minerales cristalizan, contienen algunos elementos que son radiactivos y por lo tanto se desintegran con el tiempo." El potasio, por ejemplo, se descompone para formar argón. Al medir los niveles de argón podemos determinar aproximadamente cuando se formaron los minerales y por tanto crecieron cuando el agua los depositó ahí. Los meteoritos como éste ofrecen la mejor forma que tenemos de analizar el ambiente marciano y la historia geológica, puesto que las muestras que queremos retornar de Marte ya las tenemos en nuestro planeta. Es posible que incluso podríamos encontrar restos de agua que hubiesen quedado atrapados en el interior de las rocas, así como tal vez algunos restos de material orgánico, según nos explica el profesor de la Universidad de Glasgow del departemanto de Geografía y Ciencias de la Tierra el Profesor titular el Dr. Martin Lee, líder de este nuevo estudio.
Fuente original
Publicado en Odisea cósmica
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