Morella constituye una pequeña ciudadela, capital de la comarca de Els Ports que se ubica al Norte de la provincia española de Castellón. Hace apenas un mes tuve la satisfacción de anunciar en este mismo Blog su elección como sede de la novena edición del Encuentro de Jóvenes Investigadores en Paleontología, y a día de hoy me dispongo a dar a conocer, a grandes rasgos, uno de los mayores atractivos paleontológicos de la ciudad, sobre todo en lo referente al turismo y el público no especializado.
El concepto del Museo “Temps de Dinosaures” (Tiempo de Dinosaurios en el dialecto Valenciano local) nació para dar cabida a un espacio temático que mostrase el increíble valor paleontológico que el municipio presenta, pues Morella y sus numerosas pedanías, al igual que el resto de la comarca, constituyen un inmenso yacimiento que abarca un periodo que va desde el Jurásico superior hasta el Cretácico inferior, es decir, entre 145.000.000 y 98.000.000 de años. Inicialmente, el Museo iba a tener un carácter temporal, pues las autoridades municipales contemplaban un ambicioso proyecto que pretendía restaurar la antigua fábrica Giner y por lo tanto, su ubicación no resultaba todo lo adecuada que se hubiese deseado. Fueron las formidables torres que custodian la puerta de San Miguel, una de las entradas principales a la amurallada ciudadela las que sirvieron como marco para exponer los restos fósiles donados por el Paleontólogo aficionado morellano Francisco Yeste y otras piezas de especial interés obtenidas en las inmediaciones. Hace ya una docena de años tuve la oportunidad de visitar el Museo por primera vez en este temprano emplazamiento, y aunque era necesario desplazarse verticalmente por las estrechas salas de la restaurada fortificación, supuso una experiencia digna de destacar, pues la belleza de los torreones gemelos adosados a sendos lados de la citada puerta y la espectacularidad de los fósiles expuestos me dejó atónito.
Con el tiempo, la genuina idea de armar un grandioso Museo que ubicase a Morella en el primer plano de la museística paleontológica nacional se iba desvaneciendo pese al ímpetu mostrado por el Ayuntamiento local, pues la Fábrica Giner, símbolo de la prosperidad industrial y textil de la ciudad en el siglo XIX, requería una costosa y prolongada restauración antes de estar capacitada para acoger evento alguno. El complejo fue adquirido más tarde por la Fundación Blasco de Alagón, la cual acondicionó parte del inmueble para ofrecer muestras y exposiciones temporales que contribuyesen a financiar sus actividades como Fundación cultural; las exposiciones “Lagartos terriblemente grandes” y “Carbó i Dinosaures” (En Valenciano, Carbón y Dinosaurios), mencionados en este Blog y canal privado, son un buen ejemplo de tales eventos, promovidos a menudo por EDC Natura – Fundación Omacha. En respuesta a tantos contratiempos, al MUDIM o Museo de Dinosaurios de Morella le surgieron varios candidatos a ocupar su sitio en el panorama paleontológico español; el más férreo rival está siendo sin duda la vecina Cinctorres, quien ya ha anunciado que está capacitada para dar cabida a un gran Museo sobre Dinosaurios con un presupuesto muy inferior al requerido por Morella. Ante tales presiones, la capital comarcal ha acondicionado en pasados años un recinto museístico más apropiado para exponer su colección fosilífera, ocupando una de las naves laterales de una vieja iglesia adquirida por el Ayuntamiento y restaurada para su uso parcial como Centro de Salud.
En nuestros días, el Museo Temps de Dinosaures queda enmarcado entre la citada nave eclesiástica entre arcos y remates arquitectónicos Barrocos de estilo Rococó, y a pesar de constituir un recinto mucho más grande y accesible que las antiguas torres defensivas, preserva su carácter provisional, pues las autoridades morellanas no renuncian a competir por disponer de uno de los Museos paleontológicos más notables de la nación.
Vista exterior del Museo.
El grupo de fotografías que acompañan estas líneas han sido seleccionadas entre las instantáneas tomadas durante mi última visita, la cual tuvo lugar a lo largo de la primera semana del pasado mes de Noviembre. Pese a la prohibición manifiesta de captar fotografías del lugar, se me concedió el privilegio de tomar algunas imágenes con el fin de dar forma a esta presentación informal que pretende atraer la atención de los lectores del Blog y generar una idea general del marco que englobará la próxima edición del EJIP en 2.011.
Sala principal y recibidor.
Al acceder al Museo, somos recibidos por una magnífica reconstrucción a escala natural de un Iguanodon bernissartensis, Dinosaurio estrella de los yacimientos locales. Por un precio módico y en un holgado horario que abarca gran parte de la jornada es posible contemplar una selección de los hallazgos más destacados acaecidos en las numerosas canteras de la región.
Detalle angular de la primera sala.
Tras la sala de recepción se accede a varias salas de menores dimensiones en las que se ubican numerosos restos fósiles de Vertebrados locales representativos del Cretácico inferior; Cocodrilos, Mosasaurus y otros organismos tanto terrestres como marinos comparten espacio en el primer módulo junto a una maqueta que pretende recrear el paisaje morellano hace 100.000.000 de años.
Murales explicativos.
No faltan los murales gráficos y textuales de carácter divulgativo que pretenden servir de guía y orientación para los visitantes menos conocedores de las maravillas faunísticas extintas que se exponen ante sus ojos.
Primer plano lateral de una vitrina.
Iguanodon, Coelurus, Dacentrurus, Megalosaurus y Brachiosauridae y Baryonychinae indeterminados son los Dinosaurios mejor representados en el Museo, debido obviamente a que se trata de las especies halladas en sus inmediaciones.
Escápula de Brachiosauridae, centro de todas las miradas.
En definitiva, estamos sin duda ante un estupendo complejo que sin embargo no es más que un aperitivo de un proyecto mucho más ambicioso y que sin embargo está encontrando muchos más escollos en su camino de los originalmente previstos; desde aquí me gustaría manifestar mi apoyo incondicional al MUDIM, valgan las inclemencias económicas y políticas para erguir un Museo digno de la ciudad de Morella y su incomparable entorno paleontológico. Les animo a visitar este Tiempo de Dinosaurios, Morella y sus encantos bien valen la pena.