Toda moneda tiene dos caras. Así como hay personas a las que el tener que trabajar les causa miedo, depresión, angustia, ansiedad, etc., hay otra clase de personas que o bien adoran trabajar y muchas veces se exceden en la elaboración de su trabajo, o bien deben trabajar de manera exagerada hasta límites que van más allá de lo que puede considerarse algo saludable.
Cuando una persona trabaja o está despierta haciendo una misma actividad durante 17 o más horas por día de forma continua, equivale a tener una lectura de alcohol en sangre de 0,05, lo que significa que hay 0,05 gramos de alcohol por cada litro de sangre que se tiene en el cuerpo. Si bien esto está por debajo de los límites normales permitidos de alcohol en la mayor parte del mundo, cuando se convierte en una actividad de todos los días, el envenenamiento que comienza a experimentar el cuerpo a causa del estrés ocasionado por el exceso de trabajo, puede conducir a la muerte.
Se considera exceso de trabajo al desarrollo de aquellas actividades laborales que se hacen de manera repetitiva y sin interrupción durante largos periodos de tiempo cada día, lo que pone al cuerpo en riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con el estrés, la angustia mental y el agotamiento físico general.
Con los crecientes niveles de muertes asociadas al estrés laboral, los problemas de salud mental y la fatiga crónica de los trabajadores, no es de extrañar que la OMS haya reclasificado recientemente el agotamiento laboral como un fenómeno de salud ocupacional. El estrés laboral crónico asociado al agotamiento emocional derivado de largas y extenuantes jornadas de trabajo, cuesta a los países del mundo, miles de millones de dólares por año.
Desde siempre se ha considerado al exceso de trabajo como la clave del éxito de los negocios, sin embargo, con el paso del tiempo, se ha descubierto que esto es en realidad una idea anticuada y errónea, a la que muchas grandes empresas aún se resisten a dejar atrás.
A principios de este año, se hizo famosa la noticia en donde Jack Ma, el multimillonario fundador de Ali Baba, afirmó que en su empresa se sigue el principio "996", que significa, trabajar de 9am a 9pm, seis días a la semana. El mensaje que este exitoso millonario le ha dado al mundo, es que, si no sigues una rutina semejante en tu trabajo, es porque simplemente no estás comprometido con el éxito. Lo grave de esta clase de afirmaciones, es que las personas terminan por aceptarlas y por considerarlas como algo normal.
El exceso de trabajo no funciona y lo único que logra en las personas, es hacerlas menos productivas cada vez.
Cuando una persona trabaja solamente entre 35 y 40 horas a la semana, es cuando puede dar lo mejor de sí en el desarrollo de las funciones propias de su trabajo. Todo el tiempo que sobrepase este límite, va siempre en contra de la productividad de manera tal que cada trabajador que se excede de este tiempo de trabajo, en realidad está disminuyendo su productividad y su eficiencia.
Un estudio realizado en el año 2014 por el economista John Pencavel de la Universidad de Stanford, demostró que por debajo de las 49 horas de trabajo semanales, la relación entre la producción y las horas de trabajo es lineal, lo que significa que cada trabajador es completamente productivo cuando se mantiene trabajando dentro de este número de horas de trabajo por semana. Por encima de las 50 horas de trabajo semanal, la producción disminuye en un 5% por cada hora adicional que sobrepasa las 50 horas de trabajo, lo que significa que, un trabajador que trabaje 70 horas a la semana, habrá desarrollado la misma cantidad de trabajo que desarrolla un trabajador que solo ha trabado 50 horas durante una semana laboral.
Pero a pesar de lo reciente del estudio desarrollado por el Dr. Pencavel, este no es un descubrimiento nuevo. En 1914, un hombre de negocios con visión de futuro, llamado Henry Ford, a pesar de lo que opinaban las personas de su época, decidió duplicar el salario de sus trabajadores y reducir su jornada laboral de nueve a ocho horas por día. Con esta simple medida, la productividad de sus fábricas se disparó y la decisión de Ford demostró que menos horas de trabajo puede en muchas ocasiones representar mayor productividad.
Sin embargo, muchos lugares de trabajo modernos ignoran la evidencia de que la reducción de las horas de trabajo puede aumentar la productividad, además de que se reducen los riesgos de accidentes cometidos por fallas humanas asociadas al cansancio y al estrés.
Así como un atleta profesional necesita descansar diariamente lo suficiente para que su cuerpo se recupere por completo, de la misma forma, cada trabajador necesita de descanso suficiente para poder desplegar al máximo toda su capacidad productiva.
El exceso de trabajo mata
De acuerdo con un estudio reciente llevado a cabo sobre 603 mil trabajadores en los Estados Unidos, aquellos que trabajaron durante más de 55 horas a la semana tenían un mayor riesgo de sufrir apoplejía y ataques cardíacos, que aquellos trabajadores que laboraban entre 35 y 40 horas a la semana.
Los japoneses incluso tienen un término para esto: “Karoshi”, que significa muerte por exceso de trabajo. Recientemente fue noticia a nivel mundial el caso de Miwa Sado, una trabajadora de los medios de comunicación japoneses de 31 años de edad, que registró 159 horas extras de trabajo en el mes anterior a su muerte en el año 2017. Hoy en día, en Japón mueren anualmente tantas personas a causa de accidentes automovilísticos, como a causa del “karoshi”, lo que ha encendido las alertas del gobierno en lo que a la seguridad laboral de los empleados se refiere.
En China por su parte, se estima que cada año mueren unas 600 mil personas víctimas del cada vez más famosos “karoshi” japonés.
Cambiando el rumbo
La mentalidad actual que acepta que el estrés y el exceso de trabajo son aceptables, tiene que cambiar en algún momento.
Al respecto, muchas empresas en el mundo están tomando cada vez más consciencia respecto a la importancia que debe dársele a la salud de los trabajadores, y están comenzado a trabajar en los siguientes aspectos para mejorar las condiciones de vida de sus empleados:
- Proporcionar flexibilidad en el trabajo, lo que alivia el estrés y eleva el rendimiento laboral.
- Hacer que las horas extras sean voluntarias y restringirlas de tal manera que solo se presenten de manera ocasional.
- Organizar días de esparcimiento y de salud mental para los trabajadores.
- Hacer que los empleados puedan llegar a tiempo a sus hogares para compartir parte de su día con sus seres más queridos.
- Permitir tiempo libre para los trabajadores luego de haber completado un proyecto grande que requirió horas significativas de trabajo extra.
- Animar a los empleados a tomar sus vacaciones anuales en lugar de acumularlas.
- Dar a los empleados al menos una hora por día para su almuerzo y como mínimo dos pequeños descansos cortos a lo largo del día.
- Planificar bien las reuniones diarias, ya que cuando estas son demasiadas en un mismo día, no dan tiempo para digerir o reflexionar la información recibida y mucho menos para planificar o para realizar el trabajo real requerido.
- Apoyar un ambiente de trabajo que proporcione seguridad psicológica a los empleados.
- Inculcar una mentalidad que fomente el autocuidado y el cuidado de los demás.
Este listado de prácticas que cada vez se hace más y más popular en las empresas alrededor del mundo, está concientizando a las personas respecto a que el exceso de trabajo es algo inútil y un peligro para la salud y que, además, envía el mensaje equivocado de que el trabajo tiene prioridad sobre todo lo demás, incluso sobre la vida misma.
Cuidar de los negocios significa cuidar de las personas que hacen posible que los negocios puedan existir y funcionar. Cuando esta mentalidad hace parte de la mentalidad de las empresas, no queda espacio para el exceso de trabajo. Para lo único que sí queda espacio, es para hacer de las empresas un lugar de trabajo productivo y amigable con la buena salud de los trabajadores.
¿Cree usted que menos trabajo significa más productividad? Déjenos un comentario y permítanos conocer su opinión al respecto.