A unas horas de terminar el rodaje de la tv-movie El expediente Belchite, reconozco que las emociones se agolpan en mi cabeza.
Estos días están siendo muy especiales en el plano más personal de mi vida y El expediente Belchite, una de mis obsesiones más tempranas, llega en un momento particularmente sensible para mi.
El expediente Belchite no es solamente una historia de miedo; como toda narración que nos habla de una trascendencia más allá de vida terrena, la película plantea interrogantes sobre la finitud, o no, de eso que algunos llaman alma.
El rodaje de esta película ha sido muy particular. Detenida en el tiempo desde el verano de 2008, el film ha dormido el sueño de los justos a la espera de su oportunidad. Posiblemente podría haberla terminado antes. Pero estoy seguro de que no era su momento.
Hoy, a unas horas de retomar el viejo proyecto, con la sangre hirviendo en mis venas y la ilusión, de nuevo, en su máximo exponente, el rodaje de El expediente Belchite me volverá a servir para exorcisar antiguos demonios; al fin me sacaré de encima la espina que me dejaron los extraños sucesos acaecidos durante el rodaje aquel mes de agosto de 2008 en la singular, fantasmal, misteriosa y eterna villa de Belchite.
Viejos y nuevos amigos en este rodaje, Miguel Catarecha, Aitor Allué, Ana López, Isabel Garzo, Yanet Mahe, Adán Latonda, Alicia Flórez, Marta Sancha, Anabel Palazón, Nacho G. Anda, Raúl Grillo, Pablo Poluzza… Estad preparados, lo inexplicable nos acecha.
Motor… Cámara… ¡ACCIÓN!
Cartel de la película, diseñado por Pablo Poluzza.