Ejemplar de alca gigante expuesto en Kelvingrove (Escocia). (C) Mike Pennington (fuente).
No obstante, son numerosos los testimonios de supuestos avistamientos de estos animales después de la fecha declarada de su extinción, aunque no cuentan con reconocimiento oficial. Por ejemplo, en 1853 un ejemplar de alca gigante fue supuestamente encontrado muerto en la costa este de Terranova (Canadá), mientras que tres años más tarde, otro animal habría sido capturado en la parte oeste del mismo territorio, pero no hay pruebas materiales de este hecho. De otra posible observación habla el doctor Isaac Israel Hayes en su obra de 1871 "The land of desolation", en la que describe sus aventuras en Groenlandia durante el verano de 1869. Un naturalista llamado Hansen informó a Hayes de que un alca gigante había sido capturado dos años atrás (1867) en una pequeña isla groenlandesa por un nativo hambriento, quien ignoraba por completo que dicho animal se consideraba extinto ya en aquella época.Los testimonios de avistamientos se adentran incluso en el siglo XX, como por ejemplo un informe de 1927 en el que se habla de uno de estos animales merodeando durante algún tiempo alrededor de una isla del pequeño archipiélago de Lofoten (Noruega). O el informe publicado dos años más tarde (1929) en la revista "Bird Notes and News" en el que se describe el avistamiento de un alca gigante nadando en un muelle también en las islas Lofoten.Sin duda, el más llamativo de los supuestos encuentros con este animal ocurrido en el siglo XX tuvo lugar en 1986, cuando el diario inglés "Daily Telegraph" informaba de que una expedición estaba a punto de ser enviada a un diminuto islote de las islas Orcadas (Escocia) debido a los insistentes testimonios de avistamientos de un alca gigante viviendo en la zona. Por desgracia para el mundo científico, resultó tratarse de una campaña publicitaria de una marca de whisky protagonizada por un robot.
Ilustración de dos alcas gigantes por John James Audubon (fuente).
El profesor Japetus Steenstrup fue el primero en escribir una monografía sobre la especie (1855). En su obra afirma que el alca gigante habitó las zonas templado-frías del Atlántico norte, contradiciendo la extendida idea de una especie que criaba y residía casi de manera constante en los mares árticos. El rango de distribución de este animal no se ha podido determinar con exactitud. En tiempos prehistóricos la especie se extendía por una zona mucho más amplia, quedando restringida con el paso del tiempo a zonas cada vez más inaccesibles cercanas al círculo polar ártico hasta su completa extinción. Se han encontrado depósitos subfósiles de huesos de alca gigante en diversas partes de Noruega (entre 2.000 y 13.000 años de antigüedad) y mucho más al sur, llegando hasta España e Italia en el Mediterráneo o hasta Florida en Norteamérica. Se sabe que en primer lugar se extinguió en la orilla oeste del Atlántico, sobreviviendo más tiempo en el Atlántico este y en algunas zonas de la costa de Islandia. Las colonias de la orilla este del Atlántico se supone que eran más numerosas que las de la orilla oeste. No se sabe a ciencia cierta si criaba o no en Groenlandia, aunque hay evidencias de que visitaba regularmente diversas zonas occidentales de esta gran isla entre Septiembre y Enero. En Islandia es sabido que criaba en zonas del suroeste y probablemente algunos otros lugares. También parece bastante probable que criase en la isla de St. Kilda (islas Orcadas) y también en las Shetland (ambos archipiélagos pertenecientes a Escocia) además de las islas Feroe.
Área de distribución histórica del alca gigante
Tan sólo un puñado de lugares de cría son bien conocidos. Uno de ellos es la isla Funk, una pequeña isla granítica de unos 800 metros de largo y 400 de ancho situada en Terranova (Canadá). Hoy en día densas colonias de otras especies de aves marinas suelen criar en ella. Otro lugar de cría bien conocido era la isla Eldey, una isla de roca basáltica de unos 16 km de longitud en el suroeste de Islandia. Se ha sugerido alguna vez que el alca gigante también criaba en algunos lugares tierra adentro, sin embargo, parece más probable que lo hiciesen en pequeñas islas o islotes bastante inaccesibles incluso para las embarcaciones. Sólo en aquellos lugares con unas condiciones topográficas ideales, protección contra predadores (incluido el hombre) y abundancia de recursos alimenticios, podría haberse establecido una colonia de cría numerosa.
Varios países poseen sellos postales con la imagen del alca gigante, como es el caso de Níger (fuente).
Las alcas gigantes eran similares en aspecto a otras especies de alcas, pero de mucho mayor tamaño y con las alas mucho más reducidas, evidenciando su incapacidad para volar. Llegaban a medir 70 cm y a pesar más de 5 kg. Su plumaje era negro en la parte dorsal y blanco ventralmente. Una línea blanca recorría el borde de sus alas y un parche blanco delante de cada ojo adornaba la cara. Su pico era largo y robusto, adornado con finas líneas de color blanco.
Las alas eran usadas para propulsarse bajo el agua. Se tienen evidencias de que eran buenos nadadores, siendo capaces de evadir en muchos casos su captura desde botes. Por el contrario, en tierra firme tenían movimientos bastante torpes. Eran aves que pasaban la mayor parte del tiempo mar adentro en pequeños grupos, reuniéndose en colonias más grandes en los lugares de cría, aunque se cree que generalmente no formaba colonias de cría tan numerosas como otras especies de alcas actuales de menor tamaño.
Las alcas gigantes formaban pequeños grupos para alimentarse de peces, sus presas favoritas. Su capacidad de vuelo fue sacrificada evolutivamente para ser más eficaces persiguiendo a los peces bajo el agua ayudándose de sus especialmente cortas alas. Cazaban presas relativamente grandes, de hasta 30 cm de longitud, adentrándose para ello varios kilómetros en mar abierto. Parece ser que elegían por lo general presas con alto contenido en grasa corporal.
Se piensa que estas aves desplegaban algún tipo de ritual de cortejo similar al que pueden realizar algunos pingüinos. Eran una especie monógama, reteniendo a su pareja durante varios años. No está clara la época de cría, afirmando algunas fuentes que sería entre Mayo y Junio, mientras otras fuentes sitúan esta época en Agosto, lo cual puede ser debido a diferencias geográficas entre distintas poblaciones. Se estima que estos animales alcanzaban la madurez sexual entre los 4 y los 7 años de edad. La hembra ponía un solo huevo de entre 8 y 14 cm de tamaño. Ambos sexos participaban en la incubación, que duraba unos 44 días. Después de eclosionar los huevos, el periodo hasta que las crías comenzaban a nadar era muy corto, de unos 9 días, por lo que se supone que los padres cuidaban de sus crías en el agua durante un periodo de tiempo. La longevidad de estas aves se estima entre 20 y 25 años.
La gran mayoría de autores mantienen que la principal razón de la extinción del alca gigante fue su exterminio a manos del hombre, sobre todo a partir de 1497, cuando los europeos comenzaron a explotar los grandes bancos de pesca de Terranova (Canadá). En la isla Funk por ejemplo, estas aves fueron masacradas en número de miles, sirviendo como alimento y la grasa de algunas de ellas como combustible. En las zonas de cría del suroeste de Islandia (como la isla Eldey) sólo quedaban unos pocos cientos de estos animales a finales del siglo XVIII. Al ser unos animales torpes en tierra firme, era fácil para los marineros y cazadores locales dar alcance a estos animales y golpearlos hasta la muerte. Además, durante los últimos años de su existencia, sus huevos y pieles fueron muy cotizados por los coleccionistas, de tal manera que la última pareja conocida de la especie (1844) fue cazada con estos fines.
A la persecución por parte del ser humano hay que añadir las posibles condiciones climáticas adversas, que también pudieron afectar a la especie. Se piensa que las alcas gigantes eran más vulnerables a cambios meteorológicos y menos tolerantes a temperaturas demasiado bajas que muchos de sus parientes. Sus presas también pudieron verse afectadas por cambios en la temperatura del océano. La llamada "pequeña Edad de Hielo" duró más o menos desde el siglo XIII hasta principios del siglo XX. Durante estos siglos, las condiciones severas del océano eran frecuentes, aumentando la cantidad de hielo en las costas donde solía habitar el alca gigante, rodeando y bloqueando el acceso a sus lugares de cría y provocando que no se pudiesen reproducir. Por lo tanto, a la caza indiscriminada por parte del ser humano, habría que sumar un periodo climatológicamente adverso que contribuyó a la extinción de estos interesantes animales.
Cientos de huevos y animales disecados se encuentran hoy en día expuestos en diferentes museos por el mundo.
Más información sobre el alca gigante:
Vídeo sobre la extinción del alca gigante
https://eol.org/pages/45509347/articles
https://www.iucnredlist.org/species/22694856/93472944
https://animaldiversity.org/accounts/Pinguinus_impennis/
http://www.animalesextincion.es/articulo.php?id_noticia=000274
https://recuerdosdepandora.com/naturaleza/animales/la-tragica-extincion-del-alca-gigante/
http://karlshuker.blogspot.com/search?q=great+auk
http://theconversation.com/how-were-using-ancient-dna-to-solve-the-mystery-of-the-missing-last-great-auk-skins-80650
https://www.vistaalmar.es/especies-marinas/aves/6014-puede-el-alca-gigante-regresar-de-la-extincion.html
https://misanimales.com/acabamos-alca-gigante/