El hecho de sudar sangre se observa en un caso por cada ocho millones de personas y se produce en condiciones excepcionales. Se atribuye a estados muy intensos de estrés que provocan una congestión de los pequeños vasos sanguíneos en la membrana basal de la piel alrededor de las glándulas sudoríparas. La sangre se mezcla con el sudor y fluye como tal por la piel...
Italia está completamente conmocionada ante el extraño caso de una mujer que suda sangre por todo su cuerpo, tal y como proclamaban los evangelios de Lucas y Marcos, y que han remitido a que muchos la consideren una santa. Según la Biblia, cuando Jesús estaba rezando en el jardín de Getsemaní comenzó a sudar sangre sin que nadie pudiera explicarlo. Más de 2.000 años después, este hecho se repite con una joven de 21 años que ha sido ingresada en el hospital italiano de la Universidad de Florencia.
Los dermatólogos del centro, Roberto Maglie y Marzia Caproni, se han mostrado completamente sorprendidos con este suceso, tal y como han relatado con todo detalle en la revista científica Canadian Medical Association Journal. El caso llegó cuando la joven acudió al hospital tras comprobar durante más de cinco años cómo la sangre brotaba de sus manos y cara sin que hubiese ninguna herida de por medio. Le sucedía constantemente, pero sobre todo cuando dormía y cuando hacía deporte. Las 'hemorragias' duraban entre uno y cinco minutos, pero no le ocasionaban dolor.
Sin embargo, y al final... todo tubo una explicación científica. Se trata de un trastorno llamado hematohidrosis, descrito por primera vez por Aristóteles en el siglo II A.C. y que ha aparecido recurrentemente en las disciplinas médicas a lo largo de la historia. Abandonando, poco a poco el halo místico que ocupó a los primeros textos. Se trata de una enfermedad rara: desde que hay registros, tan solo se han diagnosticado 42 casos.
La hematohidrosis se ha descrito únicamente en personas cuando sabían con certeza que iban a morir en breve de manera dolorosa, como condenados a muerte o situaciones de guerra.
La causa de este fenómeno es una respuesta fisiológica a una situación de estrés máximo, que provoca en el organismo una descarga del sistema nervioso vegetativo simpático, que entre otros efectos cardiovasculares y metabólicos, cursa con fuerte vasoconstricción cutánea y abdominal (lo que desplaza un gran volumen de sangre). El sentido de este proceso es que el organismo se prepara para el peligro llevando toda la sangre a órganos vitales, como el corazón y el cerebro. Esto hace que aumente mucho la presión arterial, y se activa en el organismo una descarga simpática colinérgica vasodilatadora que provoca una gran sudoración para perder volumen y así disminuir la presión. Entonces sucede que toda la sangre que ha sido expulsada del intestino y de la superficie cutánea se dirige a donde hay vasodilatación, a las glándulas sudoríparas, el tejido no soporta la presión y la sangre se extravasa saliendo al exterior en el sudor.
Jacalyn Duffin, decano de Historia de la Medicina de la Queen's University, ha comprobado que se han registrado casos en todos los continentes, con la excepción de Norteamérica; y que la mayoría de los diagnósticos se correspondían con mujeres jóvenes.
El trastorno, que suele llevar aparejado enfermedades como el estrés psicológico grave, la depresión o la ansiedad, se une a la humillación que sufren algunas de las personas que lo padecen: los médicos dudan de la veracidad de los síntomas y, en ocasiones, estas personas suelen quedar marcadas de por vida, quedando marginadas del resto de la sociedad.