Miércoles 5 de Abril de 2017
Terzan 5 , está ubicado a una distancia de 19.000 años luz de la Tierra en la constelación de Sagitario, y en la dirección del centro galáctico, ha sido clasificado como un cúmulo globular cuarentón desde su detección. Ahora, un equipo dirigido en Italia por astrónomos, ha descubierto que Terzan 5 es distinto a cualquier otro cúmulo globular conocido. El equipo usó datos de Multi-conjugate Adaptive Optics Demonstrator, instalado en el Very Large Telescope, así como de una serie de otros telescopios terrestres y espaciales. Los instrumentos encontraron evidencia convincente de que hay dos clases distintas de estrellas en Terzan 5, que no sólo se difierencian en los elementos que las componen, sino que también tienen una diferencia de edad de aproximadamente 7 mil millones de años.
Las edades de las dos poblaciones de estrellas indican que el proceso de formación estelar en Terzan 5 no era continuo, pero fue dominado por dos explosiones distintas de la formación estelar. “Esto significa que en sus orígenes, Terzan 5 debió tener grandes cantidades de gas para una segunda generación de estrellas masivas. Al menos 100 millones de veces la masa del Sol“, explica Davide Massari, co-autor del estudio, del INAF, Italia, y la Universidad de Groningen, Países Bajos. Sus propiedades inusuales hacen que Terzan 5 sea el candidato ideal para ser un fósil viviente a partir de los primeros tiempos de vida de la Vía Láctea. Las teorías actuales sobre la formación de galaxias asumen que vastas acumulaciones de gas y las estrellas interactúan para formar la protuberancia primordial de la galaxia, la fusión y disolución en el proceso.
“Creemos que algunos restos de estos grupos gaseosos podrían permanecer relativamente ininterrumpido y seguir existiendo incrustados dentro de la galaxia”, explica Francesco Ferraro de la Universidad de Bolonia, Italia, y autor principal del estudio. “Tales fósiles galácticos permiten a los astrónomos reconstruir una pieza importante de la historia de nuestra Vía Láctea”. Mientras que las propiedades de Terzan 5 son poco comunes para un cúmulo globular, que son muy similares a la población de estrellas que se encuentra en el bulbo galáctico, la densa región central de la Vía Láctea. Estas similitudes podrían hacer de Terzan 5, una reliquia fósil de la formación de galaxias, que representa uno de los bloques de construcción más antiguos de nuestra galaxia.
Esta hipótesis se ve reforzada por la masa original de Terzan 5, necesaria para crear dos poblaciones estelares: una masa similar a las grandes aglomeraciones que se supone que han formado el bulbo durante el nacimiento de la galaxia hace aproximadamente 12 mil millones de años. De alguna manera Terzan 5 ha logrado sobrevivir a su disolución en los últimos mil millones de años, y se ha conservado como un remanente del pasado distante de la Vía Láctea. “Algunas características de Terzan 5 se asemejan a las detectados en los gigantes macizos que vemos en las galaxias formadoras de estrellas en alto corrimiento al rojo, lo que sugiere que similares procesos de ensamblaje ocurrieron en el Universo local y en el Universo distante en la época de la formación de las galaxias“, continúa Ferraro.
Por lo tanto, este descubrimiento abre el camino para una mejor y más completa comprensión de la formación de la Vía Láctea. “Terzan 5 podría representar un vínculo interesante entre el Universo local y el Universo distante, un testigo superviviente del proceso de formación del bulbo galáctico” explica Ferraro al comentar sobre la importancia del descubrimiento. La investigación presenta una posible ruta para los astrónomos para desentrañar los misterios de la formación de las galaxias, y ofrece una inigualable vista a la complicada historia de la Vía Láctea.
Fotografía OriginalCrédito: ESO / F. Ferraro