Revista Cultura y Ocio

"El fantasma de la Ópera", de Gaston Leroux

Publicado el 08 mayo 2014 por Lucía Martín @EsbozosDeTinta

Como ya dije tanto por aquí al contestar al comentario de JessM como por la cuenta del blog de , así que pensé en tomarme un respiro y leer algún clásico. y desde entonces el personaje del fantasma me ha inspirado mucha curiosidad. También creo que es una obra que necesitaba leer para no encasillarme en un tipo de libros y abrir mis horizontes literarios. No obstante, ya veréis que Esta novela nos sumerge en el ambiente del Twitter, estaba un poco saturada de tanta fantasía y distopía (jamás pensé que lo diría, sobre todo del género fantástico) El fantasma de la Ópera fue el elegido por dos razones: hace años vi una adaptación cinematográfica que me dejó con la boca abierta (aunque esta fue una versión del musical, no del libro) Teatro de la Ópera de París, un elegante edificio construido sobre un lago donde se mezclan las vidas de las más importantes familias francesas con los humildes tramoyistas. Entre toda esa suntuosidad surgen las sombras proyectadas por unos misteriosos accidentes cuyo autor afirma ser un fantasma. ¿Existirá realmente o será una simple invención? no ha terminado de convencerme en algunos aspectos... Dicho esto, ¡comenzamos con la reseña!

Nuestro narrador, un investigador que se propuso arrojar luz a estas intrigas, entrevistará a todos los relacionados con la ópera y recopilará documentos e informes policiales que pretenden negar la existencia del fantasma; sin embargo, todos los que trabajaban allí afirmaban que estaba encantada por un espectro con una calavera en lugar de rostro que no cesaba de provocar accidentes. Poco a poco, el narrador descubre que quien realmente manejaba los hilos no es otro que un desconocido que se comunicaba con los directores mediante cartas firmadas bajo el nombre de El fantasma de la Ópera. Exige obtener una mensualidad de 20.000 francos y que solo él pueda hacer uso del palco nº 5 para ver las representaciones. Pero sobre todo el testimonio del Persa, un hombre que vivió de primera mano aquellas tragedias, será decisivo para afirmar que el fantasma realmente existió. A lo largo de su narración seremos partícipes del trasfondo que esta leyenda oculta y del destino que corrieron los protagonistas.

El punto de partida es la noche en que los antiguos directores se retiran y en su honor se representa Fausto, donde la joven y bella Christine Daaé (una corista que nunca había conseguido destacar) se encargará de dar vida a la protagonista, la Margarita. Esa noche, su espectacular voz deja sin aliento a todos los asistentes y hace florecer la envidia en Carlotta, la cantante que siempre interpretaba ese papel y que, misteriosamente, esa noche se encontraba indispuesta. Todos hablaban de la joven promesa que acababa de nacer, de cómo había evolucionado su forma de cantar y le auguraban un tremendo éxito. Pero en el corazón donde su voz cala más hondo es en el del vizconde Raoul de Chagny, su amor de la infancia al que hacía años que no veía. Pero, contra todo pronóstico, su reencuentro en el camerino de la cantante es frío y ella asegura que no le reconoce. Raoul cree haber perdido a la niña que le enamoró y decide marcharse; no obstante, parte de él se resiste a dejar a Christine y espera en el pasillo. Tras la puerta, escucha como ella mantiene una conversación con un hombre que hace que se le parta el corazón en mil pedazos.

Raoul espera oculto en el pasillo para descubrir la identidad de su rival, pero de ahí solo sale Christine y, al registrar después el camerino, determina que allí no hay nadie más. ¿Se estaba volviendo loco? Desolado, le escribe cartas pidiendo algún tipo de explicación sobre su conducta y, cuando había perdido la esperanza,
recibe una extraña contestación de Christine donde le da indicaciones muy detalladas de cómo dirigirse a Perros, el lugar donde pasaron juntos su niñez. Raoul no se lo piensa dos veces y acude a la cita. Descubre a la joven de noche en el cementerio visitando la tumba de su padre, pero no tiene oportunidad de acercarse más porque la melodía de un violín surge de la nada. Es una canción sublime tocada con gran maestría que deja absorta a Christine. ¿Qué la une a semejante monstruo? ¿Era él con quién hablaba Christine en el camerino? ¿Está en peligro? Con respecto a los personajes, tengo que decir que, salvo dos, el resto no me han terminado de gustar: El horror se apodera de Raoul cuando descubre que el intérprete no es otro que... ¡el fantasma!
Desde ese momento, acompañaremos a Raoul en su búsqueda de respuesta, sorteando peligros y adentrándonos en los oscuros y abandonados sótanos de la ópera.

  • Christine es una joven y bella corista que nunca ha destacado y solo ha obtenido papeles secundarios. Es amable, tímida y leal, pero también tan indecisa que conseguía hacer que pusiera los ojos en blanco. No pretendía encontrar a una de estas heroínas que están tan de moda, pero sí una chica que no se desmayara y actuara con un poco más de valentía, no solo al final.
  • Raoul hace el papel de príncipe azul guapo, caballeroso y entregado a la mujer que ama pero, a mí, consiguió agotarme la paciencia con su poca personalidad en momentos decisivos; todo el libro va detrás de Christine y, cuando se ve solo, necesita de la presencia de otros personajes para seguir adelante. De todas formas, tengo que romper una lanza a su favor porque en un momento de tensión le exige que le cuente toda la verdad, sea cual sea. Sabe que no es su marido y que no puede pretender obtener una respuesta así, pero ese amor le hace necesitar conocer su auténtica situación.
  • El fantasma , el tercero en discordia, sí me ha encantado aunque no esperaba que su personalidad fuera tan cruda. No es que no me gustara, sino que me ha sorprendido toparme con un personaje tan alejado de muchas de las versiones que se han hecho del clásico, ha sido como descubrir a un personaje totalmente nuevo. En la mayor parte de la novela, es una sombra, una voz que susurra por los rincones y que parece ser omnipresente y omnipotente, siendo el dueño y señor de la ópera. En él recae toda la fuerza de la novela porque es el motor que la hace avanzar.
  • El Persa no es un personaje principal pero me ha gusta más que otros que sí intervienen más. Lo único que sabemos de él al principio es que estuvo en la ópera en la época en que se desarrolla la historia y que tuvo un papel relevante en ella. No puedo entrar en detalles porque serían un spoiler pero ya os digo que le vi una mayor profundidad.

En cuanto al y me aburrí porque no pasaba nada interesante. . Lo que más me ha gustado de la novela han sido los temas que trata. Por un lado, lo que desencadena el odio del fantasma es el rechazo social al que siempre se ha visto expuesto. Ni siquiera sus padres fueron capaces de tratarlo como un ser humano normal debido a la fealdad de su rostro. Ese ritmo, al principio me gustó por todos los misterios que se relatan y las averiguaciones que va haciendo el narrador pero hacia la mitad el ritmo cayó de forma brutal (sobre todo por las extensas descripciones, y eso que a mí suelen gustarme mucho) No fue hasta el final cuando de verdad me enganché porque hay muchos acontecimientos de la historia que no salen en la adaptación cinematográfica del musical y que no tienen desperdicio (no sé cómo pudieron omitirlo) Solo por descubrir el final merece la pena leerlo. odio que se aferra a su corazón lo lleva a asesinar y a aislarse del mundo para conseguir paz. Pero será el amor el que lo haga resurgir de su soledad. El amor que el fantasma siente por Christine es obsesivo y cuya única finalidad es conseguir que lo acepte y sentirse como una persona normal, usando cuantas artimañas estén a su alcance y sin importar los daños colaterales. En contraposición, Raoul siente un amor tierno que ha alimentado el tiempo y lo impulsa a estar a su lado.


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