El faro del caballo (santoña)

 Cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis) Una excursión bonita, sencilla y con encanto, es la que nos lleva desde Santoña al Faro del Caballo, en cuyos acantilados crían gaviotas patiamarillas, milanos negros, halcones peregrinos y, los más singulares de entre todos ellos, los cormoranes moñudos.
 Protagonistas de la jornada, Sergio y Daniel.
 El grupo, al que tenéis que añadirme para completarlo.
 Allí abajo se divisa nuestro objetivo.
 Últimos coletazos de la costera del verdel.
 Para llegar al Faro del Caballo hay que descender 700 escalones bastante irregulares y con mucho desnivel.
 Acercándonos a nuestro objetivo.
El faro, en desuso, fue tomado por los peques.
 Un buen banco de mubles flotaba por los alrededores.
Bajando unos escalones más se llega a la misma altura del mar.
 Halcón peregrino (Falco peregrinus) Gaviotas, cormoranes, milanos y aviones roqueros volaban sobre nuestras cabezas.  Observo como un halcón peregrino inicia un vuelo de caza dirigiéndose hacia el mar. Falla en su primer intento de capturar un pequeño pajarillo, un bisbita probablemente migrando, que se revuelve desesperadamente dirigiéndose como puede hacia el acantilado. El halcón intenta en repetidas ocasiones la captura descendiendo detrás del pájaro entre cabriolas que finalmente no son efectivas.  La rapaz abandona la zona acosada por las agresivas gaviotas que acostumbran a demostrar poco cariño por el resto de los seres vivos del planeta.
Lo mejor de todo fue que la escena la presenciamos los cinco componentes de la expedición ¡¡Bien!!
 Comienza el regreso, y los pequeños demuestran estar en plena forma... yo no tanto je,je,je.
 Espátula común (Platalea leucorodia) Un bando de 23 espátulas despiden una jornada muy interesante y entretenida (06/04/2015).
 Y, por supuesto, las maravillosas vistas de mis queridas Marismas de Santoña.