Hace unos días hemos tenido inundaciones en las riberas del río Ebro y lo que toca ahora es buscar un culpable. Nosotros tenemos la redacción en un núcleo rural y vemos con mucha naturalidad los fenómenos meteorológicos. Tenemos que reconocer que ha llovido mucho y que cuando llueve mucho por muy grande que sea el río se producen inundaciones pero son casos muy puntuales. Lo que si que podemos decir es que esta vez en las cabeceras de los ríos no ha habido grandes problemas, los problemas han empezado a partir de la presas.
Nuestros dirigentes tienen que buscar un culpable a todas estas riadas y por supuesto el culpable es el eslabón mas débil de la cadena. Los culpables no fueron los gestores de las presas ( eléctricas y confederaciones hidrográficas) que no han sabido, una vez mas preveer el alcance de las lluvias, las han llenado al 90% de su capacidad y luego ha llovido tanto que han tenido que desembalsar mas agua de que estaba lloviendo para mantener ese 90%. Si sumamos ese efecto por cada presa vemos como el problema se iba multiplicando presa tras presa. AEMET colocó un aviso verde el día que mas litros cayeron. Nuestros digentes han permitido que se construya junto a los ríos, a los que han considerado sumideros de los desechos urbanos e industriales.
Pero los culpables no han sido ninguno de estos, los culpables han sido los propios ríos, ríos sucios, llenos de maleza y de árboles. Los ríos contienen una gran cantidad de fauna, herencia que hemos recibido generación tras generación. Muchas ciudades han integrado de forma definitiva a sus ríos en el concepto urbano, Bilbao, Vitoria-Gasteiz, Madrid Rio, son solo tres buenos ejemplos.
Dragar, destrozar las orillas no es la solución (en Álava los árboles de las riberas no tienen mas de 30 años, en los años 80 se pasaron todos los ríos por la excavadora), ese no es el problema. El problema es la gestión que hacemos de los ríos. No podemos condenar a un Rey por matar elefantes y sentenciar a nuestros ríos a muerte por nuestra mala gestión.
Para aquellos que siempre buscan el eslabón mas débil de la cadena: El Feos.