Ladislao Kubala es uno de los nombres, en mayúsculas, de la historia del Fútbol Club Barcelona.
Quiero tratar el tema de su fichaje para que muchos culés conozcan realmente como sucedió todo y, al mismo tiempo, para desmontar otra de las mentiras históricas merengues.
A los medios afines al Madrid y a la afición blanca siempre les ha interesado comparar el "caso Kubala" con el "caso Di Stéfano", cuando son totalmente diferentes, como vamos a ver a continuación.
Para entender cualquier asunto de aquella época debemos hacer un esfuerzo e intentar situarnos en el contexto político en el que sucedía todo.
Hemos de tener en cuenta que la historia es un flujo continuo y no episodios aislados, como intentan hacer ver desde el lado merengue, sacando de contexto determinados hechos para justificar su vergonzosa historia.
El Gobierno Franquista siempre se movió por intereses puramente políticos y económicos y hacía lo que creía más conveniente en cada momento para los intereses del país. Partimos de un error de base si pensamos que sus decisiones eran deportivas.
En los años 50 es justamente cuando empieza la verdadera relación del franquismo con el fútbol. Antes se habían producido hechos puntuales, pero su verdadero uso político como propaganda y opio del pueblo es a partir de la década de los 50.
El interés del gobierno de Franco en conseguir apuntarse un éxito con el «caso Kubala» les llevó a un sobreesfuerzo de la diplomacia española en las instituciones internacionales.
El «caso Kubala» se politizó rápidamente, y con la amplia cobertura ofrecida por los medios de comunicación españoles, el debate sobre la injusticia a la que estaba siendo sometido el jugador se popularizó a todos los niveles.
El éxito de estas negociaciones no sólo se vería como la posibilidad de disfrutar de un gran futbolista, también serviría para publicitar el éxito de la lucha de un país liberal que defendía los derechos y libertades de un deportista que no podía ejercer su profesión por el autoritarismo comunista.
Ver enlace: Utilización política del cine "Los ases buscan la paz"
El historiador español, Juan Pablo Fusi, comentó en referencia a la acogida de estos futbolistas: "Los jugadores y entrenadores de Europa oriental fueron políticamente importantes porque permitieron al Régimen de Franco demostrar, tanto interna como internacionalmente, la dureza del comunismo y el carácter comparativamente liberal de España. Con el pleno estímulo del régimen, fueron definitivamente convertidos por los medios de comunicación de masas en símbolos anticomunistas".
El gran problema con Kubala era que tenía una denuncia de la Federación Húngara porque se había escapado del país y la FIFA no dejaba que jugase. Por eso estuvo una temporada entrenando sin jugar.
Ver enlace: Entrevista con Frederic Porta
El Gobierno Franquista ayudó a Kubala por mediación de Samitier, que era “amigo personal” de Franco.
Al fraquismo le interesaba presentar al jugador como un fugitivo del comunismo, cuestión de propaganda.
Atención a este dato porque la “amistad” de Samitier con Franco venía vía Bernabéu de la época en la que el jugador catalán fichó por el Madrid.
En su época de jugadores era típico alternar tras los partidos y se iban de "picos pardos". Como el vínculo de Bernabéu con Franco y su entorno era muy grande, Samitier acabó siendo también “amigo” de El Caudillo e, incluso, se iban de cacería.
Después, al ver la dimensión que tomaba el personaje de Kubala y los triunfos del equipo catalán, desde el Gobierno echaron marcha atrás.
El Barça empezó a ganar todos los títulos y se dieron cuenta que el fútbol español estaba dominado por un equipo que representaba un concepto político opuesto al régimen y que la gente salía a la calle a celebrar los triunfos azulgranas como victorias contra el Estado franquista.
El recibimiento a "los héroes de las 5 Copas" puso en alerta al Régimen que debía parar el asunto antes de que se llegara a más.
Esta situación no podía permitirse y de ahí su intervención directa en el "robo" de Di Stéfano en favor del Madrid.
Probablemente de no haber intervenido con Kubala, la situación habría sido diferente y no habría llegado el "caso Di Stéfano", pero, por desgracia para el Madrid, los hechos sucedieron así y esto ha "manchado" toda su historia y resta mucho mérito a su palmarés.
La intervención del Gobierno Franquista en el tema de Kubala fue decisiva, actuaron en favor de los intereses políticos del país e indirectamente salió beneficiado el Barça.
Es obligación de un Estado defender los intereses de los equipos españoles y lo habrían hecho igual con cualquier equipo que se hubiera dado el caso.
La gran diferencia con el "caso Di Stéfano" está en que los secuaces de El Caudillo también intervinieron directamente, pero en beneficio de un club español, el Real Madrid, y perjudicando claramente a otro equipo español, el Barcelona.
Aquí está la gran mentira histórica merengue, porque los casos son muy diferentes y no es lo mismo defender los intereses de un equipo español por interés nacional, a defender los intereses de un equipo en claro detrimento de otro.
Aprovecharon la situación para intentar igualar el fútbol nacional, pero les salió mal la jugada y los acontecimientos que se sucedieron después, que nadie podía prever, demuestran que este vergonzoso hecho cambió la historia del fútbol español y convirtió al Madrid en un equipo muy rico y laureado, pero con títulos conseguidos gracias a los favores franquistas.
Sin duda alguna Don Alfredo Di Stefano, es el símbolo más idolatrado del madridismo y el jugador que cambió la historia del Madrid, pero su fichaje fue un escándalo y una vergüenza para nuestro fútbol.
Hay quien se pregunta: ¿Pero si el Madrid estaba respaldado por el Régimen Franquista, por qué le ofrecieron jugar dos años en cada equipo?
La respuesta es muy sencilla, porque la razón y los derechos ante la FIFA los tenía el Barça y de ahí que no pudiesen arrebatárselo más directamente, si cabe.
El Madrid se saltó el punto 4 de "El Pacto de Lima", pero el Gobierno Franquista intervino en favor del Madrid. La FIFA, para evitar conflictos, se lavó las manos y dejó que la decisión se tomara internamente, que es lo que buscaba el club blanco. El resto ya lo conocemos.
Ver enlace: El "robo" de Di Stéfano
El Franquismo no quiso que el Barcelona se convirtiera en el embajador del deporte español, de eso no cabe la menor duda, y por tanto, no permitió que Di Stéfano acompañara a Kubala porque habría sido un equipo imparable.
Por cierto, la familia Di Stéfano vivió buena parte de su estancia en Barcelona acogida por la familia Kubala en el chalet-palacete, que disfrutaron en la calle Duquesa de Orleans.
Los merengues utilizan este tema como réplica a las acusaciones de favoritismo político en el fichaje de Di Stéfano, pero no tienen nada que ver.
Con Di Stéfano, fueron las presiones y amenazas directas desde instancias del propio Gobierno quienes llevaron al jugador al Madrid, mientras que en el fichaje de Kubala no había disputa entre clubs.
Kubala había preferido el Barça casi un año antes, debido a que también fichaban de entrenador a su cuñado Daucik, cosa que Bernabéu había desestimado. Entre clubs no había ningún conflicto.
El Gobierno atendió la petición de la Federación de nacionalizar a Kubala para que pudiese jugar con la Selección Española.
El Barça se benefició, por supuesto, pero no por sus influencias. No tenía en las altas instancias franquistas nada que se pudiese comparar a los “enchufes” de Saporta y Bernabéu. La Federación y el Barça, simplemente, coincidieron en un interés común.
Por supuesto, el Régimen vio además la posibilidad de aprovechar a una persona muy anticomunista para su propaganda de guerra fría, como lo demuestra la película que rodó Kubala: "Los ases buscan la paz".
El jugador húngaro, que se había negado a mezclar política y deporte en su país, no tuvo inconveniente en dejarse utilizar en España.
En 1948, Kubala , jugador del Vasas (antiguo Ferencvaros) de Hungría, huyó del país en la caja de un camión disfrazado de soldado soviético.
“Marché porque quería ser un profesional del fútbol. Además, en aquellos momentos, las autoridades húngaras querían que los futbolistas internacionales hiciésemos propaganda política del régimen. Yo dije que no era político, que era deportista”.
Llegó a la zona austríaca, ocupada por EUA, y luego se trasladó a Italia, donde pudo jugar unos amistosos con el Pro-Patria.
Pero la Federación Húngara de Fútbol le acusó de delincuencia y estafa por rotura de contrato, y por abandono del país sin permiso y sin haber hecho el servicio militar. La FIFA les dio la razón e impuso al jugador un año de sanción.
En mayo de 1949 llegó a un acuerdo para jugar con el Torino, el equipo maravilla del momento. En un amistoso contra el Benfica no compareció porque fue a recoger a su mujer y a su hijo Branko, que habían escapado de Checoslovaquia y le esperaban en Udine.
Fue un golpe del destino a favor de él y del Barça, ya que el avión que llevaba al Torino, en el viaje de vuelta desde Lisboa, se estrelló en las colinas de Superga, causando la muerte de las 31 personas que viajaban.
En enero de 1950, el entrenador Ferdinand Daučík, cuñado de Kubala, formó el equipo Hungaria con refugiados de la Europa Oriental, para jugar amistosos por Europa.
En verano del 50, el equipo llegó a España y jugó amistosos contra la selección española (de Ramallets, Gonzalvo, Cesar, Calvet, Basora... que se preparaba para el Mundial de Brasil), el Madrid y el RCD Español, al que ganaron por 6-4, con gran lucimiento de Kubala.
Durante estos encuentros, el jugador húngaro fue seguido tanto por el Real Madrid como por Josep Samitier, entonces Jefe de Observadores del Barcelona.
Kubala recibió una oferta del Madrid, pero fue "convencido" por Samitier para que firmara por el Barça (8.000 pesetas mensuales, 500 ptas por partido jugado, sin ficha).
El jugador húngaro aún no podía jugar partidos oficiales, y pasó casi un año recluido en Monistrol de Calders, oficialmente para curar una enfermedad pulmonar. Allí jugó partidillos con la camiseta de la Monistrolenca.
En dos amistosos jugados contra el Frankfurter SV, ganados por el Barcelona por 4-1 y 10-1, Kubala marcó 6 goles y dio 5 más.
La RFEF multaba al Barça por alinear a Kubala en amistosos sin tener ficha oficial, pero eso no era impedimento.
Mientras, el Barça solicitaba que se concediera aceleradamente a Kubala el estatuto de refugiado político, que le dejaba a salvo de las pretensiones del Vasas, y la nacionalidad española, cosa que el Gobierno franquista concedió en 1951.
En 1956 Czibor y Kocsis se exiliaron de Hungría y Kubala los condujo a fichar por el Barça. Puskas, en cambió, fue al Rel Madrid.
Resueltos todos los problemas legales, Kubala debuta oficialmente en el viejo Nervión, en partido de Copa ante el Sevilla. Era el 29 de abril de 1951. El Barça vence por 0-2 con un recital del nuevo jugador.
Pero no todo fue un camino de rosas. Kubala fue objeto de virulentas campañas por parte de cierta prensa y ciertos críticos, y eso derivó en una serie de brutales agresiones por parte de algunos defensas sin escrúpulos. Al cabo de un tiempo, las lesiones le privaron de continuidad.
El jugador húngaro firmó contrato con el Barcelona el 15 de junio de 1950, casi dos años después de haber huido de Hungría.
Ver enlace: Kubala, leyenda del Barça
Samitier, que entonces tenía un gran peso en el fútbol español y europeo, movió tierra y cielo y logró el apoyo de Armando Muñoz Calero, miembro español de la FIFA, para que se autorizara la licencia del jugador.
Muñoz Calero amenaza al máximo organismo mundial con la retirada de nuestro país.
El Barcelona, por su parte, se compromete a indemnizar al Vasas.
La FIFA en una votación extraordinaria aprueba por un voto a favor que Kubala pueda jugar en España. Era abril de 1951, pocos días después de que Kubala se nacionalizase español.
Para cumplir el último trámite, tenían que bautizarlo. El acto se celebró en la localidad murciana de Águilas, de donde era el propio Muñoz Calero, que defendió su fichaje. El mandatario Muñoz Calero maniobró para su bautismo católico y nacionalización, salvando así el veto impuesto desde la FIFA por sanción de la Federación Húngara.
La opción de la nacionalización fue la última que se utilizó para poder solventar los problemas.
Finalmente se solucionó todo pero pagando el Barça unas buenas cantidades y después de mucho tiempo de espera.
Entonces, los jugadores azulgrana que eran internacionales cobraban 150.000 pesetas al mes. Kubala cobraba un millón, cifra astronómica en aquel tiempo (contrato que le defendió su cuñado Daucik argumentando que le querían todos los grandes clubs europeos, lo que era cierto).
Lo cierto es que una nacionalización podía ser "inmediata", como pasó en muchos casos en aquellos años, simplemente por interés político, o alargarse mucho, como sucedió años después con Sotil, o no llegar nunca. Había unos trámites, pero por encima de ellos había una decisión política.
Al Barça le afectó especialmente que la nacionalización de Sotil (en 1974) se retrasara de manera inesperada, y eso que le habían asegurado al Presidente Montal que sería cosa fácil y por eso ficharon a Neeskens.
Ver enlace: Sotil no puede jugar
Ver enlace: Al fin nacionalización de Sotil
Todo tipo de procesos de nacionalización se pueden acelerar o retrasar si interesa a los gobernantes y esto sucede aún hoy día.
Los clubs utilizaban todo tipo de triquiñuelas como, incluso, los matrimonios de conveniencia.
Ver enlace: Las nacionalizaciones en España
Siempre habla el que menos puede.
El Real Madrid y sus aficionados cuando hablan de nacionalizaciones rápidas se olvidan de comentar que ellos tuvieron también muchos casos de jugadores que se nacionalizaron de forma exprés en sus equipos, tanto de baloncesto como de fútbol. Les citaré unos ejemplos para que vayan haciendo memoria: Puskas, Rial, Santamaría, Brabender, Luyk, ....
Ver enlace: Nacionalización de Luyk
En ambos deportes la justificación oficial era la misma: para ayudar a la Selección Española.
Ver enlace: Extranjeros Selección Española
Casos de supuestas nacionalizaciones irregulares de jugadores se han dado desde siempre y en todos los clubes, no es exclusivo del Real Madrid ni de la época franquista, pero lo que no es justo es que se hable de los casos del Barcelona, cuando hubo más casos en el bando blanco.
Podemos citar también, a modo de ejemplo, el caso de Kacsas, para el Español, Kuszman, para el Betis, Peter y Csoka (al que Franco le preguntó directamente ¿No será usted comunista, verdad?, como el mismo jugador contó en una entrevista al periódico de Andorra), para el Atlético de Madrid o Szabo y Szalay, para el Sevilla.
De hecho en otros países uno de los motivos que dan para explicar el dominio del Madrid en aquellos años es, precisamente, el tema de las nacionalizaciones ya que mientras el resto jugaba casi sin extranjeros, el Madrid tenía, por ejemplo, a Di Stéfano (argentino), Rial (argentino), Puskas (húngaro), Kopa (francés) y Santamaria (uruguayo), en una época en la que estaba prácticamente prohibido jugar con extranjeros.
Curiosamente el Madrid de los 50 y hasta la época de "los Yeyés" (1966) llegó a tener muchos extranjeros nacionalizados por "Servicios al Régimen".
En baloncesto, cuando nadie jugaba con extranjeros ellos ya jugaban con americanos. En los 70 cuando solo permitían 1 extranjero, llegaron a jugar con 3 (1 americano y 2 nacionalizados).
En aquel entonces se nacionalizaba a los jugadores por "Carta de Naturaleza", como reconocía el propio hijo de Czibor:
Ver enlace: Entrevista a Czibor hijo
El Real Madrid también estuvo interesado en contratar a Kubala. Pero mientras el Madrid habla con el jugador, el Barcelona, por medio de Samitier, es más hábil y decide contratar a su cuñado, Daucik, como entrenador. "Atando al entrenador, ataremos a Kubala" comentó el propio Samitier.
Ladislao Kubala estuvo a un paso de ser madridista, pero el Barça, en una acción rápida y determinante de su secretario técnico, Josep Samitier, se adelantó y cambió el destino del húngaro, quien estaba a punto de firmar por el club merengue.
De hecho, cuenta el libro del periodista Frederic Porta "Kubala! El héroe que cambió la historia del Barça" que si el jugador húngaro hubiese sido madridista, quizá el régimen de la época no hubiese puesto impedimentos para que Alfredo Di Stefano jugase de azulgrana, como estuvo a punto de suceder.
La idea que ha llevado a Frederic Porta a plasmar en una biografía novelada el recorrido de doce años como azulgrana de Kubala (fue posteriormente jugador del Español y seleccionador español) ha sido "el desconocimiento que existe en la actualidad entre los más jóvenes de uno de los grandes del Barça".
Ver enlace: Libro de Frederic Porta sobre Kubala
"Kubala fue un héroe y cambió la historia. A la gente se le iluminaban los ojos por la admiración que le profesaban. Me sorprende que haya jóvenes que no conozcan nada de un personaje crucial en la historia del Barça, quien alimentó la idea de crear el Camp Nou", añadió el periodista tarraconense.
Explica Porta, también, que Barça y Madrid "hace muchos años que se llevan haciendo perrerías" y siempre que han podido "se han robado jugadores, el Barça lo hizo con Kubala, quien estaba a un paso de ser del Madrid, y éste después lo hizo con Di Stéfano, cuando el Barça lo tenía atado".
"Anteriormente el Barça fue a fichar a Luis Molowny (1946) y envió a un emisario por barco a las Canarias. El Madrid, que tenía espías en el Barça, igual que éste en el Madrid, se adelantó y envió a uno de los suyos en avión", cuenta el periodista.
Acerca de la contratación de Kubala, el libro explica que el jugador llegó de gira para disputar unos partidos amistosos en Madrid con el Hungaria: "El secretario técnico del Madrid, Hernández Coronado, lo tenía ligado. Pero cuando viajó a Barcelona para disputar otro amistoso contra el Español, el secretario técnico del Barça, Samitier, jugó un doble papel, como si estuviese representando al Madrid".
"Samitier logró carta blanca de la directiva, que lo vio en el amistoso contra el Español, para contratarlo. En la negociación, Samitier se identificó después como ejecutivo del Barça y le extendió un contrato de 700.000 pesetas anuales, además de darle en metálico 300.000 más. En aquella época, el 'crack' del Barça era César, que cobraba 120.000 pesetas", argumenta el autor.
"El hecho de que se le considerase un fugitivo de los países satélites de la URSS le granjeó grandes simpatías en el régimen español, a través de la amistad de Samitier con Francisco Franco, para adquirir la nacionalidad española".
"No obstante, cuando el Barça de la Cinco Copas se coronó campeón de la Copa Latina en París, precursora de la Copa de Europa, y el barcelonismo tributó un homenaje multitudinario a los campeones, el Régimen entendió que el Barcelona no podía ser el embajador deportivo de España y cuando pretendió el fichaje de Di Stefano, no pudo concretarlo porque hubiese sido un equipo imbatible", dice el periodista.
Por tanto, el tema de Kubala fue un caso de rescatar a alguien de las garras del comunismo.
Durante muchísimos años la única versión aceptada y publicable era la blanca y ahora cuesta muchísimo rectificar cualquiera de los asuntos en los que han estado manipulando para conseguir justificar su "grandeza".
El uso merengue del tema Kubala es simplemete una estrategia más para buscar excusas a las vergüenzas de su museo.
La realidad histórica nos demuestra que gracias a los favores del Gobierno Franquista con el Real Madrid, se convirtieron en el equipo más fuerte económicamente y se aseguraron montar un "circo" en el que el Barça jugaba un papel importante, pero secundario. Se necesitaba un rival para el Madrid, pero no lo suficientemente fuerte como para que les pudiera hacer demasiada sombra o se les desmontaba el guión.
A partir del "robo" de Di Stéfano se pusieron las bases para que el Madrid jugara siempre con ventaja. Al fichaje de la "Saeta rubia" hay que añadir el resto de incorporaciones que hicieron, con dinero de no se sabe donde, hasta coseguir el equipo más fuerte.
Se les permitía jugar con más extranjeros, los sorteos se realizaban con "bolas calientes" (reconocido por el propio Saporta), destinaban 4 millones de pesetas a comprar el "cariño y servicio" del periodismo, "sobornaban" a los árbitros con regalos varios y tenían incrustados en todos los estamentos a socios o simpatizantes merengues.
Por desgracia, hoy día todavía sigue siendo así, parten con ventaja.
Hay temas con los que no han podido continuar por ser un escándalo y una vergüenza pero, obviamente, si que siguen con el control de los medios de comunicación nacionales y tienen todos los beneficios de ser el equipo de la capital.
Bernabéu instauró en el club blanco el ………TODO VALE PARA GANAR.
Ver enlace: Entrevista a Kubala y Puskas
Ver enlace: Kubala según Fernando Carreño