Revista Cine
The Razor´s Edge (El filo de la navaja, 1946) de Edmund Goulding, basada en la novela homónima de Somerset Maugham, escritor que en la película es interpretado por Herbert Marshall (¿sabíais que a Marshall le faltaba una pierna? La perdió durante la I Guerra Mundial) narra la historia de Larry Darrel (Tyrone Power), un aviador de combate que se cuestiona el significado de la vida (y la muerte) después de ser rescatado por un compañero que fallece. En una especie de búsqueda espiritual, Darrel rompe con todo y se va por el mundo a buscar "Eso" que da sentido a la vida. Deja atrás a su prometida, Isabel Bradley (Gene Tierney), una muchachita de la alta sociedad que no acaba de comprender las motivaciones de su prometido y tampoco está dispuesta a esperarle.
Mientras Darrel encuentra la luz, al otro lado del mundo la vida continúa. Isabel se casa con Grey Maturin (John Payne) y se convierte en madre y esposa y residente esporádica en París, cerca de su clasista tío Elliot (Clifton Webb), un chismoso que sólo sabe acudir a fiestas para criticar a la gente. Sophie MacDonald (Anne Baxter), integrante del grupo aunque de clase inferior, se ha casado con su novio de toda la vida y han tenido una niña, pero pierde a ambos en un accidente de coche.
El tiempo pasa. Darrel, que ya ha encontrado el sentido de todo, reaparece en París. Allí da unas lecciones de vida al esposo de Isabel, que ha perdido mucho dinero en los negocios, y alterna con la pareja, con Elliot y Maugham. Una noche encuentran a Sophie, que sólo ha conseguido superar la muerte de su familia bebiendo y rodeada de compañías poco recomendables. Darrel, que también se ha convertido en santo, la rescata del arroyo, la aleja del alcohol y se promete con ella. Pero Isabel, presa de los celos, maniobra para que Sophie vuelva a beber. La pobre muchacha, angustiada por la culpa, desaparece, dejando a Darrel compuesto y sin novia y a Isabel pre-adúltera y con Darrel libre. Hasta que un día aparece en el puerto el cadáver de Sophie con el cuello rajado de oreja a oreja.
Yo confieso: como más me gusta Gene Tierney es de mala malísima. La verdad es que tenía los rasgos perfectos para eso y más. Se escondía en esa mirada la locura por la que años más tarde tendría que ser recluida en un sanatorio. Pero, en general, siempre me ha parecido una actriz bastante limitada, bellísima, pero limitada. Aquí podemos decir que comete un asesinato por omisión. Vale, no ahoga con sus propia manos a la víctima, como en Que el cielo la juzgue (John M. Stahl, 1945) pero no mide las consecuencias de la recaída (por su culpa) de Sophie en la bebida.
Anne Baxter, ganadora de su único Oscar como actriz de reparto por esta película, está perfecta en un papel que transita de la inocencia al alcoholismo y, cómo no, maravillosa en el rol de "La Otra", un registro que interpretó en muchas de sus películas y, muy especialmente, en Eva al desnudo (Mankiewicz, 1950), film por el que se convirtió en La Reina de las Otras y fue nominada por primera y última vez al Oscar a la mejor actriz protagonista en una edición reñidísima junto a su amiga Bette Davis, Gloria Swanson (El Crepúsculo de los Dioses), Eleanor Parker (Sin remisión) y la ganadora Judy Holliday (Nacida Ayer).
Desde un punto de vista amarillo, Anne Baxter tuvo una vida bastante insulsa. Nació en una familia acomodada (uno de sus abuelos fue Frank Lloyd Wright), se casó tres veces, se divorció dos y enviudó una. Tuvo tres hijas (una de ellas es monja en Roma), emigró a Australia para dedicarse a ser granjera y cosas así... Estuvo a puntito de ser la segunda señora de Winter en Rebeca (Hitchcock, 1940) y fue amiga de Bette Davis y, sobre todo, de Edith Head, tan amigas que cuando la diseñadora de vestuario falleció, legó su importante colección de joyas a una de las hijas de la actriz. Es probable que lo más llamativo de la vida de Anne Baxter sea su muerte, pues no todos los días se puede ver el último aliento de una estrella. Anne Baxter falleció como consecuencia de un aneurisma mientras paseaba por Madison Avenue en diciembre de 1985. Tenía solamente 65 años.