Credit: Professor Medina-Elizalde
Todo esto del fin del mundo es un sin sentido. Es ridículo pensar que los mayas pudieron prever el fin del mundo varios siglos adelante en el tiempo y al mismo tiempo no fueron capaces de ver el fin de su propia civilización, es sencillamente ridículo.¿Qué le sucedió a la civilización Maya? ¿Cuáles fueron las causas de su desaparición? La semana pasada se hacía público el trabajo dirigido por el profesor Martín Medina-Elizalde del Yucatan Center for Scientific Research en Mexico y Eelco Rohling de la Universida de Southampton. El trabajo apareció con el título Collapse of Classic Maya Civilization Related to Modest Reduction in Precipitation, en la prestigiosa revista Science.
Este estudio pone de relieve que una de las causas de la desaparición de la civilización de los mayas fue la reducción en las precipitaciones. Las precipitaciones se redujeron entre un 25 hasta un 40% anualmente. Esta reducción fue suficiente para que la cantidad de agua evaporada superara la recibida por las precipitaciones, la consecuencia es que la disponibilidad de agua se vio fuertemente reducida.
Según parece esta reducción en las precipitaciones afectó sobre todo a la actividad de las tormentas en verano, época donde los mayas realizaban el cultivo y el reaprovisionamiento de agua. Si a la ausencia de ríos en la región del Yucatán se añade la reducción de precipitaciones, el resultado es una situación que a la larga era insostenible, la ausencia de agua pudo disparar el abandono de las ciudades mayas.
Sabiendo esto, ¿resulta creíble que los mayas no predijeran esto y si en cambio el fin del mundo? Evidentemente no. Los mayas, como demuestra su desaparición, no pudieron predecir la reducción en las precipitaciones que los puso contra las cuerdas, es decir, no eran capaces de predecir el futuro.
Una vez más la ciencia se nos muestra interesante y apasionante ofreciendo explicaciones que nos ayudan a entender el mundo, en cambio, la superstición, la pseudociencia y sus demás amigas, simplemente buscan la anécdota, lo espectacular pero siempre faltando a la verdad.