Es impresionante los pocos escrúpulos existentes a la hora de utilizar nuevas técnicas controvertidas con el medio natural del que dependemos tanto los seres humanos como los animales y las plantas. El dinero es una lástima, pero es el úncio fin, que mueve a los políticos, banqueros y grandes mandatarios con pequeño cerebro. Les da igual envenenar los acuíferos si en esos cuatro años son capaces de repartirse el botín entre empresas y administraciones. Ningún escrúpulo, a la hora de quitar la vida.
¿Que es el Fracking?
La fractura hidráulica (comúnmente conocida en inglés como hydraulic fracturing o fracking) es una técnica para posibilitar o aumentar la extracción de gas y petróleo del subsuelo. El procedimiento consiste en la inyección a presión de algún material en el terreno, con el objetivo de ampliar las fracturas existentes en el sustrato rocoso que encierra el gas o el petróleo, y favoreciendo así su salida hacia el exterior.
Existe una gran controversia sobre el peligro medioambiental derivado de esta técnica, pues además de un enorme consumo de agua, es habitual que junto con la arena se incluyan multitud de compuestos químicos, cuya finalidad es favorecer la fisuración o incluso la disolución de la roca, y que llegan a contaminar tanto el terreno como los acuíferos subterráneos.
En Europa no existe una regulación específica sobre la técnica del fracking. Un informe del Parlamento Europeo recomienda su regulación y que se hagan públicos los componentes que se emplean en los pozos de perforación. El parlamento búlgaro prohibió su uso a principios de 2012. En España el Ministerios de Industria y comunidades autónomas como el Pais Vasco o Castilla y León están concediendo permisos de investigación como Urraca, Usapal entre otros.
Reacciones a los permisos españoles.
El sindicato CCOO se ha posicionado contra la fractura hidraúlica en comunicados emitidos el 12 de enero de 2012. El sindicato alaves UAGA (Union Agroganadera de Alava) ha mostrado su disconformidad con la fractura hidraúlica en otro comunicado de enero de 2012. El Ayuntamiento del Valle de Mena ha exigido garantías medioambientales y Declaraciones de Impacto Ambiental por la afección de los permisos ENARA-9 Y ENARA-10 y todos los que afecten al acuífero de Subijana y la posible afección al 55% de su población abastecida de ese manantial, tanto a la Junta de Castilla y León como al Gobierno central.
Para estar informados:
Saludos revuyoneros