El fraude al seguro de salud costó a las aseguradoras 31 millones de € en 2015, frente a los 15 millones de 2016, según Unespa
Aunque en el ramo de los seguros de salud no existe un alto índice de fraudes, las estafas en este sector cayeron a la mitad en tan solo un año. Esta bajada se debe a la disminución del fraude por importes reclamados y por número de percances declarados. ¿Y de qué manera se manifiesta el fraude al seguro de salud? ¿Cuáles son los timos más habituales?
Tal y como explica la Asociación Empresarial del Seguro (UNESPA) en salud el 60% de los defraudadores son los mismos asegurados y solo un 5% otras figuras (otros perfiles como los profesionales sanitarios).
Unespa explica que existen hasta 3 perfiles diferentes de defraudadores. El tipo de defraudador más numeroso en este ramo es el repetidor, es decir, un cliente que repite el timo una 2ª y 3ª vez. Viendo que la primera vez le salió bien y no tuvo consecuencias, repite. Otro tipo de defraudador en este tipo de seguros es el oportunista, el cual exagera las consecuencias de su siniestro para cobrar más de la compañía. Y por último el profesional: suelen ser bandas organizadas que actúan más contra los seguros de coche.
Los informes médicos inexactos o fraudulentos son los engaños más habituales al seguro de salud. En segunda posición tenemos la ocultación de daños o lesiones preexistentes en el asegurado.
¿Cómo detectamos un engaño en salud?
Las compañías descubren si han podido ser engañadas en el momento de tramitar el siniestro (el 20% de los casos) o en la contratación de un seguro próximo al siniestro (el 18% de los casos). En un porcentaje menor, las compañías aseguradoras se dan cuenta del timo al analizar los antecedentes de su cliente. Y es que defraudar al seguro no solo es perjudicial para el paciente, sino para el conjunto de la sociedad, ya que reduce las posibilidades de las compañías de hacer frente a siniestros reales y no inventados o exagerados.