la persistencia
¿Qué tanto te estás esforzando para lograr tus objetivos? ¿Crees en el trabajo o más bien piensas en que la suerte es la mejor manera de alcanzar el éxito? ¿Tienes una razón clara por la que quieras realizar tus sueños?
Estas son unas preguntas interesantes y a manera de introducción para comprender el valor que tiene la persistencia en todo aquello que nos propongamos lograr.
En sí, la persistencia es esa capacidad de mantenerte en acción, aún cuando no sientas ganas de continuar. Es la habilidad de seguir dando lo mejor de ti, independientemente de tus sentimientos o emociones.
Mucha gente ordinaria, se sienten emocionados al principio, porque encuentran un propósito en sus vidas o algo que desean lograr. Pero al primer obstáculo en el camino, sea grande o pequeño, se desalientan y abandonan en la primera oportunidad.
Mientras que existen también muchos ejemplos de personas extraordinarias que tuvieron que superar muchos obstáculos y nunca se rindieron hasta lograr realizar sus sueños. Éstas personas lograron la excelencia a base de negarse, una y otra vez, darse por vencidos.
Un ejemplo muy claro de éste tipo de personas, es el mismísimo Thomas Alva Edison. Después de casi 10000 fracasos, al fin logró inventar la famosa bombilla eléctrica. Su extraordinaria paciencia, fruto de la persistencia demostrada en sus años de investigación, combinada con la acción, hicieron realidad lo que para entonces era algo imposible y difícil de creer.
Aún así, existen algunos ejemplos que también podemos considerar, de gente que a abandonado pero luego alcanzaron el éxito. Es la historia de dos jóvenes: Bill Gates y Paul Allen.
Estos jóvenes empezaron su primera aventura empresarial con una compañía llamada Traf-O.-Data. La cuál, era una empresa que fabricaba computadoras u ordenadores con cinta lectora para contabilizar el tráfico. Por lo que eran muy útiles para los ingenieros de tráfico.
Ésta Compañía, al cabo de los años dio muy pocos beneficios y terminó siendo un fracaso. Pero según Bill Y Paul, esa sería una experiencia muy útil a la hora de crear Microsoft, e inclusive, formaría parte de su propio éxito.
Y el resto de la historia de Microsoft es muy bien conocido en todo el mundo.
Moraleja, si quieres tener éxito sé persistente. Si no tienes claro tus metas y objetivos, actualízalos o sustitúyelos por otros que estén en consonancia con lo que eres y hacia dónde realmente quieres ir.
Pero de igual forma, los fracasos son lecciones que te permitirán avanzar más rápido hacia tu propio éxito. Así que nunca abandones, porque el logro de tus sueños, siempre puede estar a la vuelta de la esquina.
Un abrazo
Alexander Chinea