Madrid, Londres, Buenos Aires... todas esta ciudades tienen algo que les une en lo futbolístico. Son los centros neurálgicos del deporte rey en sus respectivos países. Los habitantes de estas tres capitales, y algunas más a menor nivel, cuentan con la suerte de animar a varios equipos de la máxima categoría dentro de un radio de distancia muy limitado.
Seguramente, entre todas ellas la que más destaca es la ciudad del Támesis, no sólo por encuadrarse en el país que inventó el fútbol, sino también por la entidad y lo que supone a nivel supporter albergar en la city a conjuntos como Arsenal, Chelsea o West Ham. No obstante, lo más insólito es la cercanía, menos de 300 metros, que separa los estadios de los eternos rivales Independiente y Racing en el bonaerense barrio de Avellaneda. Tres grandes áreas metropolitanas que nada tienen que ver con la protagonista de este segundo artículo sobre Malta: la Valletta y sus alrededores.
Siendo estrictos con las delimitaciones geográficas, sólo el Valletta City, del que ya hablamos en el reportaje anterior, tiene su sede en la capital maltesa. Pero cuando hablamos de un país constituido por una isla de 316 km2 y menos de 500.000 habitantes, las fronteras municipales se diluyen. De hecho, el 80% de los malteses viven en la corona metropolitana que se extiende alrededor de la vieja ciudad templaria.
Por ello, es una gozada para cualquier aficionado al fútbol, recorrer los diferentes enclaves que conforman la nómina de la Liga profesional del país o más conocida como Premier League. Y aunque en mis cortas vacaciones, no pude recalar en todas y cada una de estas localizaciones, sí que pude hacerlo en las más importantes, y sobre ellas quedarán reflejadas sobre estas líneas algunas anécdotas.
Localización de los equipos cercanos a Valletta (Fuente propia)Para empezar, un dato. Si tomamos como límite del área metropolitana el espacio en el que se termina la sucesión de edificaciones que parten desde el histórico fuerte de San Telmo, sólo tres de los catorces equipos que disputan esta temporada la competición doméstica podrían situarse fuera de la influencia capitalina.
Hablamos del Sirens de la bahía de Saint Paul, el Mosta, que radica en una ciudad famosa por su enorme cúpula, y el Gudja, más cercano al sur de la isla. El resto, y son bastantes, no se encuentran a más de veinte minutos en coche, que es la distancia que separa a Balzan de Santa Lucija. Ni siquiera dentro de Madrid encontraríamos algo igual y si no, hagan la prueba de desplazarse en su vehículo desde el Santiago Bernabéu a Butarque pasando por el Wanda Metropolitano. Seguramente, pasarían el día en la M-40. Pero Malta es diferente, esa es su pequeñez y a la vez su grandeza.
Como ya hemos comentado, la lista de equipos cercanos a Valletta y entre sí es muy larga: Hibernians Paola, Senglea Athletics, Hamrun Spartans, Birkirkara, Tarxien... Tanto es así que sólo me centraré en tres clubes que son santo y seña del fútbol maltés, sin menoscabar al Valletta, del que ya pude hablar bastante hace dos semanas.
Para ello, voy a empezar por el principio, tal y como debe ser. Y en ese principio, el del fútbol en Malta, se encuentra el Floriana. Aunque no ostente, por sólo cuatro años, el título de decano que posee el St. George's, muy venido a menos con el paso de los años, los irlandeses son considerados como el equipo con más solera de la isla. Gran parte de culpa radica en su situación, extramuros de la capital, donde las tropas inglesas en tiempos de colonia pasaban su tiempo libre importando el deporte que tanto amamos en este blog.
Floriana
No obstante, fue de los soldados dublineses, los arduos rivales, de los que tomaron prestados sus colores, el verde y el blanco. Y aunque el Floriana ha vivido bastantes altibajos y su último título liguero se remonte a 1993, siempre guardará el honor de ser el primer participante maltés en la antigua Copa de Europa allá por 1962. Quizás el mayor símbolo de la decadencia de este club se sitúe en el desmantelamiento de su viejo estadio, el Independence Ground, que sirve hoy como parking para albergar a los cientos de coches que acuden día a día a la limítrofe Valletta. Apoyado en un escuadrón argentino comandado por el ex de Boca Juniors Enzo Ruiz y con el deseo de volver a contar en el futuro con un estadio a la altura de su historia, los verdiblancos sueñan con reverdecer los laureles de otros tiempos.
Sliema Wanderers
Éxitos con los que poder alcanzar, o al menos recortar distancias, con su irreconciliable rival, el Sliema Wanderers. Y es que este equipo, que representa a la nueva Malta, la del turismo, el ocio y los grandes edificios, posee aún el récord nacional de títulos: 26 ligas y 21 copas. Los azules formaron parte de la nómina de fundadores de la liga maltesa cuando Sliema, a unos treinta minutos a pie de La Valletta, era un humilde pueblo de pescadores al oeste del gran puerto.
Actualmente es el meeting point más reconocible de Malta a nivel residencial y comercial y su paseo marítimo es el trayecto más frecuentado por locales y turistas de toda la isla. Muchos de ellos desconocerán que el origen de su nombre aún se discute entre el significado literal que remite a la paz y el principio del Ave María en maltés ( Sliem Ghalik Marija). Aunque conociendo el fuerte papel del cristianismo en la isla apueste más por la segunda opción.
Sin embargo, la religión de Sliema hoy en día se centra en el turismo, y más si cabe en dos ejes: hostelería y comercio. Tanto es así, que la curiosidad más impactante que envuelve a este club es la localización de su sede, a la que, por supuesto, acudí. Y es que aunque las normas UEFA les obliguen a disputar sus encuentros en el prolífico estadio nacional de Ta' Qali, como sucede con otros muchos equipos, su sede se encuentra sobre un centro comercial. Sí, han leído bien, ni detrás ni delante, encima. Lo que sumado a la cercanía con uno de los fuertes que pueblan la isla (y precioso mirador), el de Tigné Point, le confiere un carácter de lo más singular.
Resulta curioso adentrarse por una modesta puerta de un histórico edificio, hoy convertido en mall, y subir unas escaleras hacia un gimnasio para acabar frente a un terreno de juego de limitadas dimensiones y aspecto cercano a los enjaulados campos que se multiplican en los suburbios británicos. En este "estadio" rodeado necesariamente por altas redes, se puede ver constantemente a los conjuntos del fútbol base del club, la gran fortaleza de un club que espera, como mínimo, inscribir a algún jugador más en el cuadro de honor que escolta su puerta al verde.
Gzira United
Siguiendo el paseo junto al mar, nos encontramos en Gzira, sede del club homónimo, y otro de los equipos que disputan sus partidos en Ta' Qali. Un club, el Gzira United, mucho más humilde que los anteriores pero que se está aprovechando del empuje de su ciudad para llegar a las más altas cotas de su historia.
De hecho, lo más remarcable de su trayectoria ha sido un hito conseguido en este año, eliminar al legendario Hajduk Split croata en la UEFA Europa League. No sólo al tratarse de alcanzar por primera vez la tercera ronda clasificatoria de una competición europea sino por la entidad de un rival que nada tiene que ver con sus contrincantes anteriores: Brann, Sant Julià o Radnicki. Y aunque acabasen sucumbiendo a las dos semanas frente al Ventspils letón, nunca olvidarán el gol en el minuto 96 de un tal Hamed Koné, marfileño con poca suerte en Suiza, que les hizo soñar con la gloria.
El restaurante-peña del Gzira United en Manoel Island (Fuente: José Luis Ruiz)A caballo entre La Valletta y Sliema, Gzira se ha beneficiado del auge del turismo que ha transformado a esta última para ir poco a poco modernizándose a su rebufo. Tanto es así, que el club ha sabido seducir al prolífico exmediocentro de la Serie A, Giovanni Tedesco, para comandar al equipo desde el banquillo.
Eso sí, encontrar vestigios de los maroons en la ciudad es una ardua tarea. Por ello, no dudé en acudir con mi mujer a una especie de peña-restaurante con la que cuentan en Manoel Island, la mayor atracción de la zona. En el cual puedes hacer un repaso visual a la historia de la entidad mientras degustas el pulpo local, aunque su página más dorada se haya escrito este verano con el ya denominado milagro de Hajduk. Por cierto, más de un bético se echará las manos a la cabeza cuando sepa que este fue uno de los destinos del limitadísimo Robert de Pinho antes de retirarse.
Y aquí acaba nuestro tour futbolero por la ciudad en la que las pasiones se encuentran a sólo un paseo de distancia. Con la esperanza de que la semana que pasé en Malta pueda verse refrendada con unas vacaciones de un mes en esta bonita isla. Pero claro, entre la maravillosa gastronomía local, y más si disfrutas del pescado tanto como yo, su centenaria historia y las maravillosas playas, es muy difícil encontrar tiempo para adentrarse en este humilde fútbol.
Quizás así se entienda por qué el fútbol juega aquí un papel secundario. Aunque los que lo amamos en todas sus vertientes y, sobre todo, en éstas, en las antípodas del marketing colosal que rodea el deporte rey, podemos difrutar de su estado más puro en esta maravilla del mediterráneo.
Tanto es así, que aún nos queda una entrega en la maleta. La entrevista en la que Enmy Peña, un futbolista hispanodominicano del Valletta City al que agradezco su generosidad desde estas líneas, nos contará su aventura Champions en Malta. Insellimlek! (¡hasta pronto! en maltés).