El conflicto entre los futbolistas y la Ligasigue sin resolverse y de momento parece que tampoco habrá 2ª jornada. (Informaciones de ÚLTIMA HORA indican que ya hay acuerdo). Hay opiniones para todos los gustos. Que los futbolistas tienen sus motivos. Que la Liga es un cachondeo. Que los clubes están mal gestionados. Que la solidaridad con los compañeros es digna de admiración. Que son unos niñatos malcriados, etc. Y antes de seguir con esto quiero que conste que siempre defenderé el derecho a la huelga de todo ciudadano.
Personalmente pienso que lo único que lleva a este parón es la ambición económica de unos ‘trabajadores‘ que no tienen límites en sus ansias de engordar sus cuentas bancarias. Cierto es que hay 250 jugadores a los que se les adeudan 50.000.000 millones de euros (una media de 250.000 € por cabeza, quien ganara eso deslomándose la espalda en su trabajo) pero que ese problema existía desde hace tiempo y no empezó ayer ni mucho menos.
Pero los amigos futbolistas no cuentan los verdaderos motivos por los que paran. Exigen un fondo de garantía salarial ilimitado. Este ‘lujo‘ no lo ostenta ningún trabajador por cuenta ajena del territorio español, pero claro, ellos están por encima de la vulgaridad del pueblo llano. No son plebeyos. Ellos llevan Mercedes y Audis y viven en urbanizaciones inalcanzables para el resto de los mortales. Necesitan que se les asegure su elevadísimo nivel de vida pase lo que pase.
Por otro lado exigen ingresos por las colecciones de cromos de los chiquillos. Exactamente el 30% de lo que recauda la Liga. Además también quieren un poco de dinerito de los ingresos por derechos televisivos. Así que no todo es solidaridad con el compañero desfavorecido. No. La avaricia está muy presente en toda esta historia.
Tampoco podemos olvidarnos de que a esta situación se llega debido a una malísima gestión de muchos clubes gobernados por auténticos ineptos que han llevado a equipos centenarios a situaciones catastróficas gracias al nacimiento de las sociedades anónimas deportivas que le han hecho un flaco favor a este descontrolado ‘negocio’ del fútbol.
Y al final, entre empresarios y futbolistas, no se dan cuenta de a quién están dañando auténticamente: al aficionado. El auténtico motor de este negocio. Sin nosotros, los que adoramos este deporte, los que sentimos pasión por el juego de la pelotita, vosotros no sois nada. Y lo único que hacéis es faltar al respeto a los que, temporada tras temporada, mantenemos vuestro elevado nivel de vida. Parad la Liga, no juguéis nunca más en la vida, pero tampoco contéis con mi dinero. Mercenarios.