En un blog como este no podía faltar un post inaugural dedicado a reflexionar acerca del futuro del periodismo. Dado mi interés por las innovaciones tecnológicas así como las últimas investigaciones llevadas a cabo para presentar mi proyecto de final de carrera, trataré el tema desde una perspectiva que aún no ha sido explotada por los teóricos de la comunicación: el papel de los smartphones como una vuelta de tuerca extra al periodismo digital.
El fenómeno smartphone
Los llamados “teléfonos inteligentes” han experimentado en los últimos años una expansión sin límite: actualmente superan los mil millones de terminales en todo el mundo y España es, con más de un 63%, el país de la Unión Europea con mayor tasa de penetración. Pero frente a la búsqueda de información en páginas web móviles las aplicaciones se erigen como las auténticas dueñas del pastel: hasta un 85% de los usuarios de smartphone las prefiere gracias a su rapidez y fácil uso, según la última encuesta de Compuware.
El resultado de esto es la consiguiente adaptación de medios tradicionales –donde ya se deberían incluir también a los digitales- al formato móvil. Titulares cortos, atractivo visual o sencillez en el diseño son algunas de las características que reúnen las aplicaciones de algunos de los medios más relevantes, como ocurre con la BBC o The Guardian. Al igual que ocurrió durante la transición de los periódicos tradicionales al mundo digital, un mero volcado de contenido no vale: es necesario adaptarlo de modo que se aprovechen al máximo los recursos que la tecnología smartphone proporciona.
Kit del buen MOJO
Mobile + Journalist = MOJO
En un mundo dominado por la inmediatez, la rapidez del periodista en obtener, procesar y publicar una noticia determinará su éxito. La proliferación de terminales capaces de grabar vídeos, obtener fotografías, redactar, conseguir contactos y enviar información -entre muchas otras funciones- en cualquier lugar a cualquier hora proporciona una independencia nunca antes conocida por un reportero. A estos periodistas “móviles” se les conoce como MOJOS y sus únicas restricciones son, de momento, el alcance de la conexión a Internet y la duración de las baterías.
Gracias a estos reporteros multimedia, situaciones como las primaveras árabes o los movimientos de indignados de los países occidentales han sido conocidos a lo largo y ancho del mundo, fomentando el debate y favoreciendo la expansión de sus propuestas e ideas.
Un hombre hace fotos de los últimos enfrentamientos en Estambul (Turquía)
Promoviendo el periodismo ciudadano
Lo que para algunos es intrusismo profesional otros lo ven como la oportunidad de conocer información de primera mano a través de las personas que se encuentran en el lugar de la noticia. Sin entrar a polemizar sobre un tema del que se han escrito –y se seguirán escribiendo- ríos de tinta y bits, lo que está claro es que la expansión de los smartphones favorece directamente al conocido como “periodismo ciudadano”: gracias a estos dispositivos cualquier persona puede participar proporcionando datos, impresiones personales o cualquier tipo de contenido multimedia en tiempo real a través de redes sociales, blogs, servicios de mensajería instantánea, etc.
La adaptación de periodistas y ciudadanos al futuro móvil de la información ya es una realidad pero ¿cuándo lo llevarán a cabo los medios? ¿Supondrá esto la desaparición de periódicos, radios, canales de televisión y diarios digitales en aras de la innovación o se convertirá en una faceta más del periodismo, dedicada a un segmento diferenciado de la audiencia?
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