Revista Bares y Restaurantes

El Gintonic: El rey de los combinados

Por Totxi

Hace unas semanas hablábamos de la moda que había surgido de las hamburguesas, y recordábamos otras muchas. Entre ellas la más reciente es la de Gin Tonic. No se trata de un caso regional o mundial, si no un fenómeno nacional que ha trascendido al resto del mundo, llamando la atención del mundillo. 

El Gintonic: El rey de los combinados
En nuestra ciudad podemos encontrar numerosos locales que preparar deliciosos combinados, pero si queremos acudir al origen y quedarnos con uno, debemos nombrar al Café Gregorio, donde te asesoraran y te preparar los gin tonic de forma magistral.

El origen sobre este combinado como siempre ocurre es variado, pero a diferencia de lo que ocurre con otros, el origen de este nació de la lucha contra la malaria y aunque no lo parezca con antecedentes españoles. (The History of Tonic Water) Fue en el 1632 cuando se descubrió el poder curativo de la cinchona, siendo la Condesa de Chinchón, esposa del Virrey la primera europea en curar de la mortal enfermedad. Años después se logró extraer de la planta el principio “sanador” la quinina. Esta se tomaba en forma de pastillas y en la India los soldados británicos decidieron disolverla en agua con ginebra, naciendo así el precursor del combinado. Con el tiempo, empresas como la de Johann Jacob Schweppe, padre de las bebidas carbonatadas y de las sodas, creó la primera soda carbonatada con quinina, utilizando una de naranja, y produciendo agua tónica, una bebida refrescante y que además combatía el paludismo. A partir de aquí el uso y disfrute de esta bebida se extendió por todo el mundo y se generalizó su consumo.

Sobre el origen de la Ginebra ya hablamos cuando hablamos del GinFizz, y su amplia cantidad de variables y matices, hace multiplicar exponencialmente la posibilidad de innovar en su combinación. En todo esto hay parte de verdad y parte de folclore, ya que a mí en una ocasión, en Logroño,  pedí un gin tonic y creía que me habían servido un banana split , al que solo le faltaban las bengalas. Como dice, un fantástico monólogo de Leo Harlem en El Gran Libro del Gin Tonic ”¿Me puede dar un cuchillo y tenedor para comerme el gin-tonic?”

 No obstante nosotros os vamos a contar como hacer un clásico y buen gin tonic, ya que no creo que tengáis a mano cardamomo, raíces exóticas, cilantro o bayas de algún fruto perdido.

Se recomienda, según el gusto, la mezcla de ginebra y de tónica en las proporciones de 1 a 1, 1 a 2, 1 a 3 o de 2 a 3, en un baso highball con hielo o en una copa globo.

En cuanto a la rodaja de limón, científicamente no se recomienda mezclar con zumos, ya que el ácido cítrico presente en el limón, reacciona con el anhídrido carbónico de la tónica dejando a ésta sin burbujas y haciendo que el Gin tonic pierda su fuerza. Por esto vemos muy a menudo como se decora con la piel de limón o de lima.

Es importante que el hielo sea bueno para que se derrita de forma pausada, ya que estamos hablando del “puro” de los combinados, para tomar de forma pausada y disfrutando en una buena sobremesa.

Aunque yo realmente lo único que me he preguntado toda la vida es porque bajo luz ultravioleta, brilla, pero el que busca encuentra y es por la fluorescencia natural del sulfato de quinina


Archivado en: Bebidas Tagged: combinado, ginebra, tónica

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