Que los glaciares del Pirineo están heridos de muerte no es una novedad, y que de aquí al 2040 seguramente no quede ni un sólo glaciar activo y que cada 20 años los glaciares pirenaicos activos se reducen a la mitad es un hecho. Ya he hablado de la defunción de algunos: la degradación de glaciar a helero del ancient glacier du neouvielle o la mera reducción a ventisquero del glaciar del Bachimala.
Pero si algún glaciar queda en los Pirineos con la categoría de tal, capaz de tarde en tarde generar grietas y tener metros y metros de grosor de hielo activo es el del Aneto, el conjunto de glaciares de la cara norte del Aneto, junto a los de la zona norte del Perdido y el glaciar del Vignemale, podrían considerarse como los últimos focos de resistencia del glaciarismo pirenaico y los que se esperan que duren más.
Ahora bien, en una reciente salida al Pirineo, he podido comprobar como el glaciar del Aneto en uno de los puntos en los que más grosor acumula, en la rimaya del collado Coronas este, ha perdido grosor con respecto al año pasado.
En las siguientes fotos tomadas prácticamente en el mismo sitio y casi con el mismo ángulo se puede comprobar.
Estado del glaciar del Aneto en la Rimaya del collado de Coronas en Agosto del 2010 frente al estado del glaciar en el mismo punto en 2009 (clicando la imagen sale en mayor resolución)
Más allá de la mayor extensión de la nieve en las laderas del Pico Coronas (y el estado del Ibón coronado, el laguito que se ve al fondo) que dependen más de la meteorología y de lo virulento o no que haya sido el verano, y aunque también es palpable que el glaciar en las laderas del Coronas ha retrocedido, es evidente la pérdida de grosor en la Rimaya.
Comparando ambas fotos e intentando ajustar los ángulos con las que han sido tomadas entre ambas se pueden trazar las dos líneas donde se encuentra el glaciar. Es evidente que es una apreciación visual y que la perspectiva que nos proporcionan los alpinistas de la primera de las fotos nos permite hacer un cálculo aproximado.
Comparativa gráfica de ambas imágenes indicando las líneas que marcan la altura máxima del glaciar del Aneto en cada uno de los dos años.
Este cálculo indica que se ha perdido en sólo un año aproximadamente un metro de grosor de glaciar en la zona de la rimaya del collado coronas, una zona donde el glaciar tiene unos 10 metros de espesor. Lo cuál si se traslada al conjunto del glaciar indicaría que sólo en un año ha debido perder cerca del 10% de la masa de hielo del glaciar. Ya al final de temporada estival se podría comparar la reducción de extensión, algo más fácil de medir, que la de espesor.
Esta pérdida de grosor es bastante mayor de la esperada (una pérdida del 10% de la masa aproximadamente para un glaciar que se considera que podría estar activo aún hacia el 2040) lo cuál indica que posiblemente las previsiones del IPCC de pérdidas de hielos continentales en el hemisferio norte debido al cambio climático se esté quedando ya algo corta, en especial para los glaciares pirenaicos que incluso los más grandes y en las zonas de acumulación de nieve (no en sus cabeceras que es algo más normal) comienzan a tener síntomas de agotamiento claro.