Globe Theatre de William Shakespeare, en Londres (fuente)
Corre el día 25 de marzo de 1614. Nos encontramos en Londres, una de las ciudades más grandes y prósperas de Inglaterra, con más de 200.000 habitantes. Es una ciudad superpoblada y el exceso de gente atrae a las plagas. Como recordarán, hace tan solo unos años, en 1593, 10.000 personas fallecieron por esta causa, motivo por el cual todos los teatros fueron cerrados. Sin embargo, esto no ha impedido que surjan más compañías de teatro e, incluso, se construyan más edificios destinados a representar obras teatrales.
Los asistentes a estos espectáculos llegan a los 20.000 por semana. Incluso la realeza y la nobleza disfrutan con dichas obras, siendo incluso patrones de las compañías de teatro como The Lord Chamberlain’s Men, de William Shakespeare, que actúan en la corte de Su Majestad el rey Jacobo numerosas veces a lo largo del año.
Hoy nos acercamos al Globe Theatre a hablar con el mismísimo William Shakespeare, copropietario del lugar, y de una compañía de teatro, además de ser el actor y dramaturgo inglés más conocido de los últimos tiempos.
Nos recibe en la entrada del edificio, de color ocre y blanco, que está situado a las afueras de Londres, en la otra orilla del Támesis. Nada más entrar le preguntamos por el inmueble, a lo que nos responde que este no es el original. “Fue construido por primera vez por la familia Burbage, a la que pertenece uno de los actores principales de mi compañía. Pero fue demolido en 1597 por impago de las rentas del terreno, aunque no hemos querido rendirnos y cinco de nosotros hemos puesto dinero para construir de nuevo este edificio”. Está situado en Southwark, cerca de otros dos teatros: el Rose y el Swan.
El Globe Theatre por dentro (fuente)
Nos invita a pasar mientras continúa hablándonos de este nuevo edificio, construido en 1599 por Peter Streete sobre una base de ladrillos. “Como veis, seguimos con la misma forma de las paredes y hemos rellenado los huecos con una masilla blanca que tiene pelo de vaca”. Nos acercamos al escenario, de color verde por la madera de roble y formado por dos niveles: uno cubierto con un techo que se adentra en el patio y sujeto por columnas, y el otro, un poco más alto con tejado en el que se oculta el mecanismo que mueve la tramoya.
El patio no tiene asientos y está al aire libre. Se trata de un teatro abierto cuyo tejado solo cubre las gradas, que ocupan tres pisos, en función del estamento que las frecuente.
- Tenemos entendido que después de esa primera reconstrucción sucedió algo y tuvieron que volver a construirlo, ¿no es así?
- Efectivamente. El 29 de junio del año pasado, durante la representación de Enrique VIII, disparamos varios cañones de pólvora. Desgraciadamente, una chispa llegó al tejado de paja y en menos de una hora el teatro entero estaba en llamas. Así que hemos tenido que construir un nuevo Globe.
- ¿A qué cree que se debe el éxito de sus obras?
- Al precio, sin duda. Las entradas son muy asequibles. La más barata es de un penique (de pie en el patio), pero por unos pocos más se puede estar cómodamente sentado en la grada que corresponda "teniendo en cuenta el estamento" sobre un cojín.
Retrato de William Shakespeare (fuente)
Sobre estas tablas han pasado actores que han representado obras como Julio César, Sueño de una noche de verano, Hamlet, Romeo y Julieta, Otelo, Rey Lear, Macbeth y Antonio y Cleopatra. Sin embargo, poco se sabe de la vida del que es el dramaturgo más famoso de toda Inglaterra, así que aprovechamos nuestro encuentro para redactar esta pequeña biografía.
Nació en 1564 en Stratford-upon-Avon, un pueblecito de unos 1.000 habitantes en una zona granjera en las Midlands. Su madre, Mary, era hija de un granjero, y su padre, John, que hacía guantes de lana, producto que también comercializaba, llegó a ser el alcalde del pueblo. Aunque fue el tercero de ocho hijos, desgraciadamente pronto se convirtió en el mayor, pues sus dos hermanas mayores fallecieron muy jóvenes.
Corría el año 1582 cuando, con tan solo 18 años, se casó con Anne Hathaway, hija de granjeros, con quien tuvo su primera hija seis meses después y, más tarde, otros dos hijos más. Sin embargo, pasaba la mayor parte del tiempo en Londres, separado de su familia, donde trabajaba como actor y escritor. Ahora, después de llevar escritas más de 40 obras de teatro y más de 150 sonetos, ha decidido volver junto a su familia a su pueblo natal, aunque regresa a Londres de vez en cuando para los estrenos de sus obras.
Las malas lenguas dicen que Shakespeare en realidad no existe. Yo he hablado con él –o con alguien que se ha hecho pasar por él–. Veremos si en el estreno de su próxima obra me recibe la misma persona. Seguiré informando…