El golpe a la monarquía

Los datos más que sospechosos de que el Duque de Palma, Iñaki Urdangarin esté involucrado en asuntos de corrupción y tráfico de influencias y evasión fiscal afecta, y mucho, a la familia real. Si bien no es ni el soberano ni el heredero la imagen que se ha repetido de la familia real, reyes, príncipe e infantas, juntos hace que esa comunidad y ejemplo ahora actúe en su contra contagiando a todos y todo ello en el clima de protección sobreentendida que ha existido estos años sobre la familia real.La causa de este estrambote está en la más que común y corriente en estos tiempos, gestión de lo público mezclándolo con lo privado, con la banca en el extranjero y los favores a costa de los ciudadanos. En ese juego entró Iñaki Urdangarín y lo que puede costarle, de inicio, es el alejamiento de la familia real y un juicio vergonzante donde puede que se esté juzgando la totalidad de la Casa del Rey.Los reyes, no lo olvidemos, siempre han tenido una sombra de precariedad y de poco afecto entre los españoles, recordemos el Juan Carlos I "el breve" que tildaba el entonces secretario general del PCE Santiago Carrillo, que han sabido erradicar y recrecer con los años, con "profesionalidad", como dijo Don Juan de su nuera la reina, y con austeridad para no ser prepotentes y gastosos como sus ancestros Alfonso XII y Alfonso XIII, este expulsado sumariamente en unas elecciones municipales tras el "Delenda est Monarchia" orteguiano. Esa imagen de cercanía, de buen gesto, de excelente predisposición incluso añadida la actitud durante el golpe de estado del 23F de 1981 llevó a la monarquía a un estadio alejado y por encima del forofismo político. Esta situación, aunque se abran cortafuegos a toda prisa por la Casa Real, se ha quebrado.Los rumores, siempre malintencionados, de los negocios e influencias del Rey no se creían porque no se querían creer, la figura del Rey no se discutía porque había sido útil y ejemplar y, sobre todo, porque el papel, la función realizada había sido casi impecable desde la tercera restauración monárquica en España en la persona del heredero Juan Carlos de Borbón. Todo ello está amenazado ahora, todo ello está en entredicho. Si el divorcio, oculto pero divorcio, de la infanta Elena y el Duque de Lugo, Jaime de Marichalar solo entreabrió los ojos para muchos de una familia que había sido idílica, o el matrimonio morganático de Felipe de Borbón con una divorciada periodista de televisión, Letizia Ortiz, había hecho encarnecer algunas heridas de entre los más ultramontanos, este golpe, puede ser grave, muy grave, para socavar la confianza de unos españoles cansados de gobernantes ineptos e históricamente hartos de reyes que no han merecido el pueblo que gobernaban.Reyes, personas, corrupción e historia en Recuerdos del día de mañana.Foto de la familia real antes de la separación de Jaime de Marichalar: http://www.abc.es/informacion/familiareal/galeriafamiliareal04.aspDespierte el alma dormida, avive el seso e despierte. A fin de cuenta sino pensamos y vivimos para que queremos estar. Los pensamientos de hoy son recuerdos del mañana que tenemos hoy.