El otro día mi maromen me preguntó que por qué escribía un blog y no supe darle una respuesta contundente.
¿Por diversión? ¿Por realización personal? ¿Por sacarle partido al Mac? ¿Para que nos extraditen a las Hispanias? ¿Porque sí?
Pues mira, kariñen, no sé. Déjame.
Pero miren uds. que he estado pensando y he vislumbrado la triste realidad. Y es que, verán, yo escribo este blog por soledad.
Porque yo me siento muy sola.
Sola humorísticamente hablando, se entiende.
Háganme el favor y quiten esa cara de ah-bueno-pues-vaya-gilipollez que esto es muy serio. La soledad humorística no es para tomársela a broma.
De este mal sufren (casi) todas las que arrastran descendencia de la manita, creánme. ¿O me van a contar ahora que las pedorretas en la tripa son el súmmum de la ironía? ¿Que no hay sarcasmo más elaborado que quitarle a tu hermano el chupete y darte a la fuga? ¿Que los payasos son seres inteligentes y divertidos? Amos por favor...
Si además el segundo adulto cohabitante en tu hogar no ha evolucionado mucho en lo que a gracejo se refiere, la soledad pasa a convertirse en aislamiento. Porque no nos vamos a engañar a estas alturas; en esta vida no se puede tener todo y, a la hora de seleccionar figura paterna, una tiene elegir: o te casas con Thor o con Buenafuente.
Como bien han deducido, servidora eligió con las hormonas y se quedó con el macho alfa, y ahora no tiene quien la acompañe con salero y mala leche cuando echan miss España. Maromen sólo ríe con Borat y sucedáneos. Y si hay flatulencias hace la croqueta. Tal cual.
¡Si de graciosos está lleno el mundo! me instigarán uds. Y les doy toda la razón, no se crean que no. Pero es que yo vivo en las Teutonias y aquí, graciosos lo que se dice graciosos así como con gracia, pocos. Para que se hagan una idea, la única que entiende mis ironías es mi suegra. Y la mitad de las veces se aguanta la risa porque, o son sobre su biohija y elige entenderlo en sentido literal, o no es korrekt deshuevarse de otro Mensch. Ni aunque sea la presidenta del país y haya combinado calcetines y traje de noche para ir a la Ópera. Un desperdicio de chiste total.
Así que aquí me tienen, socarroneándome de mis hijos, mi marido y, en el fondo, de mí misma delante de unos desconocidos.
Mas lo primero es lo primero y, claro, antes de la vida 2.0 una lo que tiene es una vida 1.0 que además resulta ser la que de verdad importa. Y así ha estado las dos últimas (y eternísimas) semanas, en su Haus todo el santo día, living la vida 1.0 a tope, con dosis insanas de chispa infantil e ingenio viril, que se le ha pegado todo menos la hermosura.
Tanto, que el primer día de trabajo, se le ocurre en una reunión comentar algo sobre los FAQs en la web empresarial, que están como descuidados. ¿Los qué? Preguntó asombrado el resto de asistentes. Los FAQs. ¿Los quéééé? Volvieron a preguntar, abriendo un poco más los ojos. Los F-AÁ-Q-s (recalcando bien en el tono un estáis-tontos-o-qué). Cof cof ¿a qué se refiere ud. exactamente? ¿me lo puede señalar? intervino prudentemente el Herr Jefe. ¡A esto!
Y volvió a respirar la sala... Porque, por si no lo sabiáis, en las Teutonias son muy guays y saben mucho inglés. Aquí se dice Pop-ai y no Popeye. Gichard Guir y no Richard Gere. Y, por supuesto, se dice Ef-ai-quiú y no FAQ.
FAQ aquí es otra cosa. Mariposa.
Sobra decir que he estado con la risa tonta toda la mañana. Y que era la única. Menos mal que al llegar a casa el Maromen lo ha encontrado graciosísimo y ha llamado a tres colegas para contárselo. Ja. Ja. Ja. FAQ.