Revista Cultura y Ocio

El Gran Hermano te vigila

Publicado el 13 enero 2015 por Águeda Lorena García González @aguedlgg

vigilantes vigilados

Si entrar en la casa de Gran Hermano nos parecía un puntazo (pues los castings tenían más candidatos que la actual cola del INEM) y ser un habitante de la casa era  más importante que ser un Premio Nobel o vaya usted a saber… Hoy en día la vigilancia es constante aunque  pensemos que nadie nos ve.

Si opinaban que estar bajo la atenta mirada de todo un país (porque ese tipo de programas tenían más audiencia que cualquier noticiero) era algo divertido y lleno de emoción, es porque no han trabajado en una de esas empresas en las que “El Gran Jefe… te vigila”(y no lo sube a internet porque no puede…que si no, tendría su propio show en la empresa) y lo hace con todas las herramientas disponibles a su alcance (que ya no sabes si vas a la oficina o te acabas de meter en Guantánamo) porque lo de las cámaras está un poco anticuado.

Hace ya casi 15 años que apareció por primera vez el “Gran Hermano” (el ojo que todo lo ve) y desde ese momento se produjo un cambio que influyó en la cultura televisiva y en nuestra manera de entender “la intimidad y el honor”.

Hay un antes y un después en cuanto a “realities” (que visto lo visto en Gandía Shore… ¿para qué queremos más?) Pues no contentos con eso… hay más cámaras espía en  algunos centros de trabajo que en el Museo del Prado o en una joyería de la Quinta Avenida.

the big brother is watching you and he is bored

 Cuando yo era pequeña, en la televisión sólo salían los políticos  y algún que otro personaje del mundo de la “farándula” y el famoseo no era tan cutre (normalmente eran personajes importantes, en plan Pablo Iglesias 24/7/365) por lo que el resto de personas pasábamos desapercibidas (a todo esto, os recomiendo que leáis el libro de George Orwell titulado 1984, en el que se ha basado el programa  que le ha robado el nombre)  y el mundo no quería saber nada de nosotros.

Aparecía el “antiguo” el Rey “Don Juan Carlos” y algún torero que moría en la plaza o un  gran futbolista de la época de Pelé. Pero de la vida de las personas anónimas no se sabía nada. Nadie preguntaba y la verdad tampoco resultaba material televisivo de gran calidad o que generase un índice de audiencia en demasía.

Hoy en día ya no hace falta concursar en Gran Hermano, ni ser un delincuente en busca y captura para que foto circule por toda la red… Hoy hasta el más silencioso y más tranquilo de todos los curritos tiene al Gran Jefe (apoyado por Securitas direc) por las huellas digitales (ya no hay compañero que fiche por ti si llegas tarde) para “fichar” tu entrada y tu salida, tus 5 minutos de cigarro o lo que sea que hagas si no estás en tu puesto de trabajo o incluso si estás sentado en el.

No contentos con eso, tenemos aplicaciones y herramientas que espían tu pantalla (por si eres de los que  cotillea el Facebook en horario laboral) y si les queda algo que no puedan controlar, se quedan ellos controlando con su presencia física. Nunca he creído que esto aumente el rendimiento laboral… no lo veo claro.

No es que me moleste que me “controlen” (bueno un poco sí) es más la sensación de no poder estornudar sin que se entere el “Gran Hermano”, el no poder mirar el móvil ni poder hacer nada absolutamente personal (leer tu cuenta de correo) o publicar un post… (así no hay quién viva) o simplemente que el trabajo no es siempre constante y puede haber momentos en los que la productividad no sea justificada… Si hay que trabajar creo que todos somos mayorcitos para  saber que lo primero es lo primero y después ya se verá.

zona videovigilada cámaras de seguridad

Lo malo de esta tendencia al control es que cada vez son más los lugares donde queda registrada tu presencia: en el Metro, en los centros comerciales, en las cafeterías, en alguna plaza o en algún parque, en cualquier sitio hay una cámara que sabe cuándo has llegado, cuándo te has ido y con quién te has marchado. ¡Y nos reíamos de los ermitaños!

Las carreteras españolas están plagadas de cámaras (y controles de velocidad) todo está “videovigilado” y yo me preguntó en qué momento hemos perdido la poca intimidad que nos quedaba porque hasta en nuestros propios hogares hay mecanismos de control (y no hablo de los vecinos cotillas…jajaja) y todo el mundo sabe de tu vida, de tus costumbres, de tus manías y de tus últimas búsquedas en GOOGLE.

Si lo único que nos quedaba eran nuestros secretos, cada vez son menos los lugares en los que refugiarse y esconderse (y no por maldad) si no por amor propio…que nadie tiene que saber absolutamente todo lo que hago ¿no? (Y ni que decir tiene tanto rollo de la “Protección de datos”)

Recuerdo que todas esas cosas sonaban a espionaje, que sólo se enteraban de la vida de 4 personajes importantes, pero no, hoy tu vida está bajo control, bajo vigilancia permanente y todo queda registrado cuando menos te lo esperas.

Si alguno de mis lectores se quedó con ganas de participar en Gran Hermano, ya le digo yo que está viviendo en una casa con “mil ojos”, que aquí no le darán un premio monetario, suerte que no le cobran por vivir en un lugar tan seguro como es el Planeta Tierra… Donde ni 007 gozaba de mecanismos de espionaje tan avanzados.

La verdad es que da rabia que todo se sepa… ¿Qué fue del derecho a la intimidad y al honor? Cada vez que leo alguna de esas leyes, de esos principios, de esas “mentirijillas” que nos contaron para llevarse el voto, o la aprobación de la Constitución…

Os dejo por hoy, que tanto pensar en espiar, en controlar y en vigilar me ha hecho pensar que a oscuras y dentro de mi cama  nadie me puede ver….

 

 


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