El gran Meaulnes
Alain Fournier
Páginas: 304
Editorial: Debolsillo
Precio: 9,95 euros
La multitud de temas que aborda esta obra hacen de ella una novela total, fiel reflejo de la vida misma, donde lo real y lo maravilloso, lo trágico y lo cómico, se mezclan dando forma a una obra de notable originalidad.
El autor:
Alain Fournier (La Chapelle-d'Angillon, 1886-1814) hijo de maestros, intentó ingresar en la Escuela Normal Superior, donde se educaban las élites francesas, pero le suspendieron hasta dos veces. A los 26 años publicó su primera novela, «El gran Meaulnes», y a los 27 años murió cerca de Verdún, en uno de los primeros combates de la Primera Guerra Mundial.
Opinión:
Esta novela semi-autobiográfica, la única que escribió Alain Fournier antes de morir en las trincheras de la primera guerra mundial, es una bonita historia sobre la infancia, la amistad, la lealtad y el amor.
El libro comienza con François rememorando su adolescencia y cómo comenzó su amistad con "el gran Meaulnes". Meaulnes es un joven que llega a un pequeño pueblo francés donde François y otros niños atienden a la escuela en la que el padre de François da clase. Es casi instantáneo que Meaulnes se convierta en el líder de la clase con muchos admiradores, pero con quien realmente hace amistad es con el pequeño François. Un día, ambos explorando los límites del pueblo dan con un terreno llamado "el dominio", donde Meaulnes se encontrará a una joven y bella, Yvonne de Galais.
A partir de entonces Meaulnes intentará regresar al "dominio", pero por el momento evocará repetidamente ese momento del encuentro y su amor instantáneo hacia Yvonne. Meaulnes anhela encontrarla y casarse con ella, pero le falta valor. Y es que para él todo tiene que ser perfecto y este deseo nos lleva a la tragedia de la historia. Cuando por fin él y Yvonne se reencuentran muchos años más tarde, François se da cuenta del tremendo error, pues Meaulnes vive en la ignorancia de la perfección recordando un sueño infantil que solo era eso, un sueño, pues Yvonne ya es una mujer adulta que ha cometido sus errores en la vida, al igual que Meaulnes. La tristeza terminará dominando a Meaulnes.
Pocos libros he leído que me sorprendan tanto por su estilo y este es uno de ellos. Cautivador desde el principio hasta el fin, muy delicado y agradable de leer. Es una historia para ser leída lentamente, en momentos de calma.
Lo más bonito de este libro y lo que lo hace especial es que con ese ambiente que lo envuelve de niñez y de tiempo pasado, se recrea dulce y felizmente en la nostalgia.
Una vez terminada la adolescencia, explora a los personajes de Meaulnes y François en la edad adulta, cómo crecen y cómo cambia su amistad a lo largo de los años, sin embargo el fuerte vínculo que comparten permanece fijo y de alguna manera ambos saben que algo los une pese a las diferencias y errores cometidos.
Se centra en profundidad en las emociones adolescentes de estos dos amigos que no quieren crecer, especialmente Meaulnes, que quiere mantenerse en el sueño de la felicidad de la niñez, lo cual le hace reflexionar a uno profundamente sobre la tristeza de la infancia perdida, los amigos que se han ido y nunca volverán, los momentos pasados que nunca regresarán.
Una historia triste y a la vez alegre que trata sobre la amistad, el amor y la pérdida de la inocencia infantil.
Recomendable a cualquiera. Los jóvenes disfrutarán con la historia y los adultos disfrutarán con las emociones que despierta.
Valoración: 8/10